He visitado el pasado octubre la Bolsa de Madrid, dentro del Programa de la XII Semana de la Arquitectura 2015, cuya gran iniciativa tantas cosas interesantes nos permite conocer desde hace doce años.
Innumerables veces había pasado por delante de este gran edificio, pero nunca había entrado en él ni conocía su historia.
Pero antes de centrarme en el edificio voy a remontarme al origen de esta institución que se inició por la necesidad de fijar un lugar en el que vendedores y compradores pudieran encontrarse y ejercer su trabajo. Y, como en tantas otras cosas, descubrimos que los griegos fueron pioneros al establecer en el pórtico del Pireo un lugar que sirvió de centro de contratación de los comerciantes atenienses y que, más tarde, los romanos fueron los primeros que construyeron un edificio para este fin, el llamado collegium mercantorum de Roma.
En la Edad Media la cultura islámica fue la promotora en las ciudades de Al-Andalus de las alcaicerias y las alhóndigas; lugares de propiedad real, las primeras, donde se almacenaban y vendían productos de lujo, y las segundas, especializadas por productos, servían de alojamiento para los comerciantes a la vez que como lugar de almacenamiento y de venta. Todo ello se fue transformando con el tiempo en la Europa cristiana en las llamadas lonjas de contratación. Y a partir del XVI el auge del comercio internacional provocó la aparición de centros especificios en toda Europa, dando lugar a las primeras Bolsas modernas.
(Todos estos datos los he obtenido del interesante catálogo titulado "Del As al Euro. Una Historia del dinero en Castilla la Mancha", editada por Caja Castilla-La Mancha y que constituyó una exposición itinerante por muchos lugares de esta Comunidad)
La ciudad de Amberes fue la primera que fundó la suya en 1531. Hace años tuve ocasión de visitarla. El edificio actual es una reconstrucción del antiguo y data de 1872 como puede verse en su fachada.
Sirvió de ejemplo para la londinense en 1558, y la siguió Amsterdan en 1608. En Sevilla "La Casa de Contratación", centrada en el comercio americano, fundada en 1585, fue lo más parecido a ellas, hasta que, en el 1831, se decidió la creación de la Bolsa en Madrid.
Y por último, antes de entrar en "nuestra Bolsa", debemos saber que el origen de este nombre nos llega de la ciudad belga de Brujas, que muy pronto se habia convertido en uno de los principales centros comerciales de Europa; allí una familia de mercaderes, los Van der Buerse, en cuyo escudo figuraban tres pequeñas bolsas, se convirtieron en el mayor centro de negocios de los Países Bajos. Cualquier mercader que llegase a la ciudad se dirigía rapidamente "a la bursa"... ("la bolsa") y así es como se fue imponiendo como nombre de todos los centros mercantiles del mundo latino.
(Todos estos datos los he obtenido del interesante catálogo titulado "Del As al Euro. Una Historia del dinero en Castilla la Mancha", editada por Caja Castilla-La Mancha y que constituyó una exposición itinerante por muchos lugares de esta Comunidad)
La ciudad de Amberes fue la primera que fundó la suya en 1531. Hace años tuve ocasión de visitarla. El edificio actual es una reconstrucción del antiguo y data de 1872 como puede verse en su fachada.
La calle donde se encuentra, es sencilla de recordar: es la de Twaalfmaandenstraat (que está claro significa "calle de los doce meses") |
Sirvió de ejemplo para la londinense en 1558, y la siguió Amsterdan en 1608. En Sevilla "La Casa de Contratación", centrada en el comercio americano, fundada en 1585, fue lo más parecido a ellas, hasta que, en el 1831, se decidió la creación de la Bolsa en Madrid.
Brujas, una ciudad tan bella que parece de un cuanto de Hadas. |
Y por último, antes de entrar en "nuestra Bolsa", debemos saber que el origen de este nombre nos llega de la ciudad belga de Brujas, que muy pronto se habia convertido en uno de los principales centros comerciales de Europa; allí una familia de mercaderes, los Van der Buerse, en cuyo escudo figuraban tres pequeñas bolsas, se convirtieron en el mayor centro de negocios de los Países Bajos. Cualquier mercader que llegase a la ciudad se dirigía rapidamente "a la bursa"... ("la bolsa") y así es como se fue imponiendo como nombre de todos los centros mercantiles del mundo latino.
Y ya entramos en el neo-clásico edificio de la Bolsa, también conocido con toda justicia como el Palacio de la Bolsa. Como hemos visto, en 1831 se decidió la creación de la Bolsa en España, y desde ese momento tuvo varias ubicaciones en Madrid pero no tuvo un edificio propio hasta 1893, concretamente el 7 de mayo de dicho año la Reina Regente María Cristina lo inauguró sobre los terrenos cedidos por el ayuntamiento de Madrid, en la Plaza de Lealtad, justo enfrente del lugar donde ya se había puesto la primera piedra de un monumento para conmemorar a los fusilados, por orden del General Murat, en este mismo espacio, tras los sucesos del 2 de Mayo de 1808 en Madrid.
El Monumento se inauguró el 2 de mayo de 1840. |
El concurso para la elección del arquitecto encargado de construir la Bolsa lo ganó Enrique María Repullés y Vargas (Madrid 1845-1922) con un proyecto presentado bajo el lema "Sin Paz no es posible el Comercio". Él era hijo de un Agente de Cambio y Bolsa y por eso, sabiendo muy bien la gran tensión bajo la que trabajaban, creó un edifició de planta Basilical, para reforzar su imagen de "templo de la Economía", con amplios espacios llenos de luz y cálidos colores para favorecer su relajación. También la decoración está llena de simbolismos en alusión al Comercio.
En primer lugar en lo alto de su fachada aparecen cuatro medallones en alusión a los cuatro pilares del Comercio en aquellos momentos
Primero a la derecha "La navegación" y el segundo "La Agricultura" |
1º a la izquierda "La Industria" y el "Comercio" |
Mercurio. Escultura de Ramón Barba (Murcia 1767-1831) de 1806. Museo del Prado |
El Caduceo, Dibujo obtenido de Wikipedia |
En las paredes del salón de los pasos perdidos |
También vemos un ancla, un remo y un arpón, símbolos de la navegación, la rueda dentada de la industria, y dos cornucopias ( o "cuernos de la abundancia") símbolo de la agricultura abundante ...
En la cenefas superiores, de trecho en trecho, se ve representada la Peseta, que desde 1868 era la moneda oficial, en sus tres versiones de oro, plata y cobre. Son esos pequeños redondeles, uno dorado otro plateado y uno oscuro
Y en las preciosas vidrieras de esta sala se aprecia la estrella de seis puntas, símbolo de la comunidad judía tan activa en la cuestión comercial
El pintor Luis Taberner y Montalvo (Madrid 1844-1900) fue el encargado de la decoración pictórica del interior. En la llamada Sala de Cotizar pintó en el techo una alegoría del Comercio con los cinco continentes
Pintó a Mercurio como mujer, portando el Caduceo, y los cinco continentes unidos por cables que parten de una torre telegráfica, como símbolo del progreso en las comunicaciones |
En el gran Salón de Contratación Taberner pintó, sobre fondo oro, alegorías de las provincias españolas más prósperas a finales del XIX, incluídas Cuba y Filipinas, representando además los principales productos y actividades economicas de cada una. Aparecen Madrid, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Coruña, Santander y Cádiz a un lado, y Barcelona, Sevilla, Oviedo, Badajoz, Valladolid, Baleares, Granada y Canarias, Cuba y Filipinas a otro. En el centro de ambas, "La Prosperidad de España bajo la protección de la Paz".
Escudos y representación de Sevilla (a la derecha) y Barcelona a la izquierda) y los Escudos de Argentina y Alemania; bajo el escudo y sobre la columna que separa los ventanales, el Caduceo. |
Aquí podemos apreciar, pese a la distancia (y a la sencillez de mi máquina de fotos), en la intersección de los ventanales, los pequeños Escudos de los diecinueve países con los que habia intercambio comercial en aquella época: China, Perú, Bélgica, Estados Unidos, Austria, México, Italia, Francia, Portugal, Argentina, Alemania, Chile, Inglaterra, Brasil, Rusia, Dinamarca, Uruguay, Turquia y Holanda. Bajo todos ellos el caduceo dorado.
Y, con muy buena voluntad, podemos distinguir el escudo de Chile, una estrella de plata de cinco puntas sobre dos segmentos, el superior de azul turquí y el inferior rojo de púrpura. Y, casi "adivinar", que sobre todos los escudos hay como una pequeña corona con forma de castillo y sobre ella, en la franja que recorre toda la sala, la famosa "bolsa" que evoca a su nombre como ya hemos visto.
También se aprecia en la decoración muchas hojas de roble y de olivo, muy relacionadas ambas con la mitología como signos de fortaleza y de paz respectivamente, ambas muy necesarias para un comercio próspero.
Desde la Galería superior que la circunda
podemos contemplar la Sala de Contratación
Esto sucedió hasta la aplicación de la reforma de la Ley del Mercado de Valores de 1988. La llegada de la informática dejó obsoletos y vacíos de contenido todos estos espacios.
El 22 de diciembre de 2006 se inauguró en Las Rozas (Madrid), una nueva y totalmente diferente sede de las Bolsas y Mercados Españoles, con lo cual este edificio ha quedado para determinados actos institucionales y como un nostálgico museo de un tiempo que pasó y que merece ser conocido y visitado.
Bolsa de Madrid, Plaza de la Lealtad 1
Telef. 917 09 50 00 (consultar los horarios de visitas)
Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM)
Calle Hortaleza 63
tele. 91 595 15 45
Un magnífico reportaje muy bien documentado y bien apoyado fotográficamente, con mucha información e historia. Enhorabuena. Avellaneda
ResponderEliminarCompletísimo reportaje, fantástico, María Rosa. Has "buceado" en toda la historia de la Bolsa y del edificio madrileño, y nos lo cuentas de forma amena. Yo también te doy la enhorabuena!
ResponderEliminarPD: como sabes yo estuve ayer en la Bolsa (con las visitas de "Al fresco") y tu artículo me aclara y me recuerda todo lo que allí contaron, ¡gracias!
Pues me alegra Avellaneda que te haya gustado. Es que me deslumbré cuando entré, pues aunque tantos edificios los ves en la televisión, no es comparable a cuando entras en ellos y te empapas de su historia.
ResponderEliminarY que a tí Mercedes, que tanto y tanto sabes de Madrid y que precisamente ayer volviste a visitar este "Palacio de la Bolsa", te haya parecido buena y amena mi información es algo que me llena de satisfacción. Este otoño está siendo una maravilla con tantos programas organizados para conocer tantas cosas de Madrid que no suelen ser fáciles de conocer. Estamos de enhorabuena los amantes de la ciudad.
ResponderEliminarLlevo un tiempo "desconectado" pero aunque esté lejos te leo y disfruto y aprendo con tus estupendos comentarios tan trabajados, Yo estuve una vez en la Bolsa pero no saqué tantas "historias" y eso que me encanta la mitología. Manolo
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