viernes, 20 de abril de 2007

Sevilla (3ª parte)

Y ya que hemos hecho mención a Triana, vamos a dar un paseo por este barrio cuyo nombre ha cruzado fronteras… creo que pocos barrios habrá tan nombrados en el mundo… lo cual no quiere decir que sea bien conocido por muchos de los que visitamos Sevilla.

El paseo lo iniciamos en la Puerta de Jérez y por el Paseo de Cristobal Colón nos admiramos de la Torre del Oro y nos asomamos al río Guadalquivir y vemos al fondo el Puente de Triana que, aunque oficialmente se llama de Isabel II, todos conocemos por el mucho más evocador nombre de Triana.


Así que entramos por él al barrio y empezamos a evocar sus recuerdos tan bellamente situados en las paredes de sus casas... y nos encontramos con personajes muy vinculados a Sevilla... como el torero Chicuelo

Y Antoñita Colomé


Y con el gran impulsor del folclore andaluz, Antonio Machado Alvarez, que firmaba sus escritos como Demófilo y fue padre de Manuel y Antonio Machado...¡nada menos!...Imprescindible para cualquier amante del flamenco leer su interesantísimo libro sobre el cante, con recopilación de estas coplas anónimas, de tanta hondura, por que se refieren a las ancestrales pasiones del ser humano: el amor, los celos, la muerte...

Él recorrió Andalucía recopilando estos cantos del pueblo, de la boca de sus mismos cantaores y cantaoras, llegando a recopilar más de 900 entre soleares, seguidillas, martinetes, serranas, polos, cañas etc.
Gracias a él podemos conocer estas coplas:

“¿Que quieres tú que yo tenga?

Que te busco y no te encuentro;

me ajoga la pena negra.”

“Diez años después de muerto

y de gusanos comío

letreros tendrán mis huesos

dicendo que t´he querío”.

“Yo he visto a un hombre viví

con más de cien puñalás,

y aluego lo ví morí

con una sola mirá.”





1 comentario:

*** dijo...

Hay pocos barrios, que yo conozca, cuya denominación han superado a su propia ciudad o capital. Triana, ahí es ná... que dicen los sevillanos. E incluso tienen su pugnas, sus diferencias, que a la postre vienen a convertirse en un sentir ciudadano por resaltar -no la ciudad- el castizo barrio desde uno mismo es. Las fotos, como siempre, magníficas. El río, pleno por las recientes lluvias, es en realidad una dársena pues como el Turia en Valencia... al Guadalquivir le desviaron para evitar riadas. Y hasta ahí llegan los barcos, subiendo desde San Lucar de Barrameda. Preciosos recuerdos, y de nuevo enhorabuena.