domingo, 24 de mayo de 2009

Tarragona: el balcón de la historia (1º)



Acabamos de regresar de un viaje tranquilo, pero intenso, de uno de esos viajes que te dejan huella y te demuestran que el viajar enriquece y que, aunque las lecturas y los reportajes te muestren el mundo, no hay nada como vivir los pueblos y las ciudades pisando sus calles, midiendo sus distancias y sus cuestas por el cansancio de tus pies, perdiéndote en las salas de sus museos, saboreando su forma de cocinar y sobre todo hablando con su gente.





En este sentido, y en muchos más, Tarragona ha sido todo un descubrimiento. De Madrid a Tarragona en el AVE un relax de dos horas y media; el único inconveniente es que la estación la han situado a más de 6 Km. de la ciudad y hay que tomar un autobús para llegar a ella; que yo sepa, esto es algo que sólo sucede en Guadalajara, y es pena que después de un avance técnico tan importante como son los trenes de alta velocidad, la ubicación de las estaciones se haga en lugares prácticamente aislados de la ciudad.


Pero una vez situados en ella, en la amplia estación de autobuses de la Plaza Imperial Tarraco, enfilamos la majestuosa Rambla Nova y la recorremos rumbo al mar, admirando cuanto vamos descubriendo en ella.


Llama especialmente la atención el monumento a los Castells, esas increíbles torres humanas que son un símbolo del esfuerzo común, de la solidaridad y que, como la sardana, identifican al pueblo catalán.

Coronan la increíble torre el aixecador, un muchacho agachado sobre el cual se encarama el pequeño enxaneta, cuya misión es agitar sus brazos en señal de alegría por la obra terminada



Allí se yergue el castell en el centro de la Rambla conviviendo con todos sus vecinos,amistosamente, desde el año 2000, cuando su emplazamiento fue consensuado por todos. El autor es Francesc Anglés (Tarrasa 1938) y se compone de 222 figuras en bronce.





No falta, como es de rigor, el grupo de grallers que, a partir del tercer piso, iniciarán su ritmo, marcando cada paso en el crecimiento de la torre y que no dejaran de tocar hasta que el castell no se haya desmontado totalmente.




Los orígenes remotos de estas torres enlazan probablemente con ritos para propiciar la fecundidad de la tierra y el crecimiento de las plantas, pero sus
testimonios escritos nos remiten al año 1791 en el pueblo de Valls, con motivo de la fiesta de la Candelaria, en honor de la Virgen. De aquí que también se conozcan como los Xiquets de Valls


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

viernes, 22 de mayo de 2009

Tarragona: el balcón de la historia (2º)

Nos han contado que muchos tarraconenses, cuando salen a dar una vuelta, suelen decir: "Voy a tocar hierro y vuelvo enseguida". Se refieren a la preciosa barandilla de hierro que bordea lo que, con toda razón, se llama "el balcón del Mediterráneo"... 

  Porque estas costas mediterráneas vieron llegar, en el año 218 (a.d.C.), a la naves de los romanos que, con gran sentido estratégico, llegaban para cortar las retaguardias de los cartagineses e impedirles seguir amenazando a Roma; la primera batalla fue cerca de una aldea ibera llamada Kesse, la futura Tarraco, y aquí montaron su campamento al que pronto, dados los buenos resultados obtenidos y su buena situación, dotaron de murallas y de puerto. Y todo fue hecho por orden de los hermanos Escipiones. En la fachada del Museo Arqueólogico: Tarraco obra de los Escipiones Luego, mucho tiempo después, Tarraco fue elegida como Ciudad Imperial muy valorada por los emperadores, convirtiéndose en la capital de la España Citerior o Tarraconense. Aquí estuvo César y residió Augusto durante un año (27-26 a. d. C.), en el que Tarraco fue el centro de las decisiones políticas de todo el Imperio romano. Y, lo mismo que había entrado la romanización en España por Tarraco, también por aquí entró el cristianismo. La predicación de San Pablo, que estuvo en la ciudad, según antigua y venerable tradición, fue muy fructífera. Pinchar para ampliar En el 259 murieron los primeros mártires cristianos, San Fructuoso obispo, y sus diáconos Augurio y Eulogio; el juicio y condena está documentada puntualmente en las actas del martirio que se conservan. Su muerte en el Anfiteatro aglutinó a los cristianos en torno a sus tumbas y sobre todo a su venerado recuerdo. Más tarde, en el s. VII, los visigodos levantaron una basílica en el centro del anfiteatro y, sobre ellas, los cristianos una iglesia románica en el XII; sus ruinas las podemos ver perfectamente desde el balcón... Así que, entre el sereno mar y todos los recuerdos romanos, con los jardines y paseos que nos bordean, este lugar se hace único...

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

jueves, 21 de mayo de 2009

Tarragona: el balcón de la historia (3º)


En pocos lugares apetece tanto tener la capacidad en entrar en un "túnel del tiempo" y retroceder siglos como en Tarragona...


Asomados al balcón del Mediterráneo, nos gustaría presenciar la llegada de los hermanos Escipinones, la construcción de las murallas y del puerto, el asentamiento de las tropas y la lenta, pero imparable conversión de campamento en pueblo, y de pueblo en ciudad y de ciudad en "Ciudad Imperial"...



Con la consiguiente construcción de todo lo que eso supuso para la ciudad: un templo en lo alto, una gran plaza a sus pies, un enorme circo para las carreras, un anfiteatro para las luchas de los gladiadores, un teatro, palacios, edificios majestuosos...



Ya nos dijo el guía de Turismo, en su visita guiada a la ciudad, que había que saber mirar y saber "imaginar"... Y ayudan mucho las buenas maquetas que han construido para ello. Creo que lo mejor, para conocer bien la gran ciudad que fue, es ver la de Turismo al inicio de la visita guiada...


También son muy buenas las maquetas de las diversas épocas que se encuentran dentro de la Torre romana del Forum provincial, s.I (d.d.C.) posteriormente transformada en el XIV en residencia real



En esta torre también se encuentra el famoso sarcófago de mármol con el mito de Hipólito y que fue sacado del mar en 1948


Y muy interesante es visitar el Museo Arqueológico y ver el video de presentación...Con todo ese bagaje ya puedes penetrar confiado en ese túnel del tiempo que Tarragona nos depara.


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Tarragona: el balcón de la historia (4º)


Seguimos admirando los restos romanos cuya guarda cuidadosa le han valido a Tarragona ser nombrada por la UNESCO, en el año 2000, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.


Y dedicamos un buen paseo a recorrer los lienzos de sus murallas, construidos sólidamente con enormes bloques de piedras obtenidos de canteras junto al río o junto a la playa y utilizadas sabiamente, bien en su base, sin tallar, para dar mas solidez y firmeza, o bien en la altura, ya talladas y más ligeras.



También se ha verificado que en los dos tipos de rocas se encuentran fósiles marinos, señal de que en tiempos prehistóricos ambas estaban en el fondo del mar.


Un tranquilo paseo por el conocido como Paseo Arqueológico, entre los lienzos de las murallas, es imprescindible.


Hoy día, sólo los cañones no recuerdan el valor defensivo que siempre tuvo la zona



Cuando cayó el Imperio romano de Occidente, las oleadas de pueblos bárbaros del norte llegaron a la península y Tarragona inició su declive después de seis siglos de honores y, aunque con los visigodos aún mantuvo algo de prestigio, no político sino religioso, la invasión árabe, en el s. VIII, la sumergió en un abandono total...¡adiós a sus grandezas, a sus privilegios y poderío!...



Tuvieron que pasar varios siglos, hasta que en el XII la reconquista
se va afianzand0 y la ciudad vuelve a poblarse; como sus nuevos habitantes prefieren estar protegidos dentro del recinto amurallado se van ocupando todos los grandes espacios que había a los pies del templo... así que sus venerables piedras fueron derribadas para otros fines y los grandes espacios quedaron cubiertos de un denso caserío medieval...Tarragona entraba en otra etapa...





Su Catedral empezó a construirse hacia 1171, bajo advocación de Santa Tecla la protomártir discípula de san Pablo que, sin duda, trajo su venerado recuerdo a Tarragona cuando vino a evangelizar la lejana Hispania, aunque también parece que fueron religiosos orientales los que lo trajeron cuando llegaron en el siglo V.
De cualquier forma la ciudad de Tarragona la nombró su Patrona y como tal la venera y festeja.





La gran iglesia no fue finalizada hasta 1331, fecha de su consagración, así que, en tan largo período de tiempo pasó múltiples calamidades y cambió del estilo románico al gótico, y la falta de dinero dejó inacabada su fachada...pero tiene tanta belleza interior y exterior, y se ha insertado tanto en la vida de la ciudad que su visita nos dejará enamorados.


Igual que lo hará esta Villa romana de Centcelles, a 4 km. de Tarragona en el pueblo de Constantí.

Estas villas romanas eran lugares de refinamiento y reposo. La de Centcelles contaba con termas y con una sala de gran cúpula decorada con mosaicos paleocristianos.



Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

martes, 19 de mayo de 2009

Tarragona: el balcón de la historia (y 5º)


El entramado de calles que ocuparon gran parte de los espacios romanos, crearon a su vez un atractivo conjunto medieval, que recorremos en una bonita mañana de domingo





Y además el humor no falta en algunas fachadas



Uniendo en muchos casos lo antiguo con lo moderno


Ni tampoco la referencia a otro de sus más queridos patronos san Magin, abogado especial contra contagios, que nació en Tarragona y sufrió martirio en ella en tiempos del cruel gobernador Daciano

El 19 de agosto se celebra su fiesta con todo cariño y en especial en el entorno de su pequeña iglesia, en el extremo de la calle Portal del Carro, en cuya fuente sus fieles beben llenos de devoción.


Tampoco dejamos de ir al Puerto




para comer en el barrio de pescadores, el Serrallo, en sus animados restaurantes,


y paseamos junto a sus simpáticas fuentes



Después, antes de irnos, vamos a "tocar hierro" en el balcón del Mediterráneo



y deseamos que este rito tengo algo mágico que garantice que vamos a volver...


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.