miércoles, 30 de marzo de 2022

 PASTRANA: MÁS SORPRESAS  (Y 3)

 

 

Una de ellas es la de sus tantas veces fotografiada "Fuente de los cuatro caños", muy cerca de la calle Mayor y de la plaza del Ayuntamiento.  Es un pilón octogonal del que brota el agua de un manantial cercano, con cuatro caños cada uno apuntando a cada uno de los señalados por la rosa de los vientos... Construída en 1731 en tiempos era centro de la villa, pero afortunadamente sigue situada en su pequeña plaza y rodeada de edificios tradicionales.

También en sus estratégicos arcos,  que enmarcan otros espacios, encontramos lápidas que nos cuentan historias...como la de Camilo José Cela que en el año 1946 por aquí pasó.

 "VIAJE A LA ALCARRIA: En esta cliudad estuvo C.J.C. los días 13, 14 y 15 de junio de 1946. "A la mañana siguiente cuando el viajero se asomó a la plaza de la Hora, la primera sensación que tuvo fue la de encontrarse en una ciudad medieval"  

Camilo José Cela Trulock (Iría Flavia, Padrón, La Coruña1916- Madrid 2002) Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987,  Premio Nobel de Literatura en 1989 y  Premio Cervantes en 1995.

Pero la que más sorpresas nos reserva es su gran Colegiata pues  además de su impresionante órgano, que tuvimos la suerte de escuchar,

 
cobija los famosos tapices de la colección de Alfonso V de Portugal, tejidos en Flandes  por encargo de la Casa Real portuguesa, y que pasaron a la familia de los Mendoza  y estuvieron colgados en el palacio del Infantado de Guadalajara.


 

El rey de Portugal Alfonso V (Sintra 1432-Lisboa 1481) centró su atención en el norte de África, pues durante el reinado de su abuelo Juan I se había conquistado Ceuta en 1415 y ahora él quiso ampliar estas conquistas. En 1458 conquistó Alcazarquivir y tambien Tánger (ganada y perdida varias veces entre 1460 y 1464) y Arcila (en 1470). Estas conquistas le proporcionaron al rey el apodo de el Africano.

Las escenas de estas batallas representadas en los tapices, que ahora vemos en Pastrana, se realizaron a partir de 1471 en alguno de los talleres activos de las principales ciudades
del sur-oeste de Flandes (Tournai, Brujas o Bruselas), como una crónica gráfica que fija en imágenes realistas la historia de la conquista de las ciudades de Arcila y Tánger  Son seis tapices pertenecientes a dos series, cuyo protagonista es el rey portugués. 


 Aquí en una parte del que representa  la toma de Tánger, y entre la gran cantidad de personas que huyen aterrorizados de la ciudad, vemos a un niño de la mano y a una niña  en brazos...Esto era en el siglo XV, ahora en el XXI esa misma escena se está repitiendo en Ucrania...

Los tapices, son muy valorables por su gran realismo en la representación de las armaduras, los escudos, las armas, los navìos etc. por lo que son considerados un auténtico documento histórico. Pero también se presta gran atención a los motivos vegetales: árboles frutales, y diminutas flores que forman una especie de alfombra vegetal. 

Los tapices son citados por vez primera como propiedad de la Casa del Infantado en el inventario y tasación que se hizo en el año 1532 en Guadalajara, a la muerte del III duque, Diego Hurtado de Mendoza (1461-1531). Este noble, que mantuvo excelentes relaciones con Fernando el Católico y con Felipe el Hermoso, formó a lo largo de su vida una gran colección de tapices, algunos heredados de su madre y de su tía Mencía
de la Vega y otros adquiridos. 

Y fue en el testamento de la octava duquesa del Infantado, Catalina Gómez de Sandoval,(1616-1686) casada con el IV duque de Pastrana, Rodrigo de Silva y Mendoza, cuando aparecen ya como cedidos a la iglesia de Pastrana.

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/7340166.pdf

 En este enlace podemos ver la tesis doctoral de Margarita García Calvo, Dra. Hª del Arte, sobre los tapices de Pastrana.


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons

 






 




 

martes, 22 de marzo de 2022

 PASTRANA LLENA DE SORPRESAS (2)


Ya desde la Plaza de la Hora, que hemos visitado, se divisa dominadora su gran Iglesia-Colegiata. Fue levantada originalmente en el siglo XIII por los Caballeros de la poderosa Orden de Calatrava como una iglesia dedicada a la Virgen de la Asunción. En el XV se amplió y se creó la bella portada gótica que aquí vemos. 

 Pero fue en el XVII cuando tuvo su mayor transformación por orden del arzobispo Fray Pedro González de Mendoza, hijo de los primeros duques de Pastrana, que elevaron la iglesia a la categoría de Colegiata.

 

Antes de entrar a visitar la Colegiata me fijé, en este espacio de la fotografía superior, donde destacaba una lápida sobre el muro... siempre que veo una lápida me detengo para leer a quien está dedicada y sí, como me sucede a menudo, no conozco al personaje, apunto el nombre y en cuanto puedo intento averiguarlo.

     
Al poeta J. Antonio Ochaita 1905-1973

Y así me he enterado de que José Antonio Ochaíta García fue un dramaturgo, poeta, folclorista español y cronista oficial de la provincia de Guadalajara, que había nacido en 1905 en Jadraque...y que falleció aquí en Pastrana el 18 de julio de 1973.

Pero cuando digo "aquí" es que fue exactamente en este lugar, en el atrio descubierto y antiguo cementerio, y durante  uno de sus recitales poéticos cuando  sufrió un derrame cerebral que le llevó a la muerte sobre el escenario, mientras declamaba su último poema “Manos nuevas, para mi tierra vieja”.

Su biografía es muy interesante y en la entrada de "José Antonio Ochaita García" de la Real Academia de la Historia  en internet encontramos un buen resumen de su vida y de su trayectoria poética.
https://dbe.rah.es › jose-antonio-ochaita-garcia

De este enlace entresaco este párrafo:

 "El auge de la llamada copla española le llevó a figurar como letrista de canciones de éxito junto a Rafael de León, componiendo canciones para las más importantes cantantes de la época, Concha Piquer, Antoñita Moreno o Gracia Montes. Junto al también letrista Xandro Valerio y el músico Juan Solano, formó el trío Ochaíta-Valerio-Solano, componiendo cerca de mil canciones de éxito, entre las que figuran títulos como “La Lirio”, “Me casó mi madre”, “Eugenia de Montijo”, “Cinco Farolas” o “El Porompompero”, poniendo letra y música a infinidad de películas, como Bienvenido Mister Marshall. Colaboró en los periódicos Nueva Alcarria y Flores y Abejas, de Guadalajara, en la fundación de “Alforjas para la Poesía”, y la institución de los llamados “Versos a medianoche”, dando a conocer la poesía a través de recitales".

 Seguiremos caminado por Pastrana y encontrando más sorpresas.

 

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 19 de marzo de 2022

             PASTRANA LLENA DE SORPRESAS (1)

 
 
 
Hacía mucho tiempo que no iba a Pastrana. Siempre que la he visitado me ha admirado y sorprendido, pero nunca había escrito nada sobre ella aquí. Hoy, después de una reciente y muy documentada visita, me he decidido a hacerlo. 

Además de las últimas y buenas explicaciones del guía, he consultado varios libros, uno de ellos el titulado: "PASTRANA. Apuntes de su historia, Artes y Tradiciones" de Manuel Santaolalla, editado en 1979 y que en su inicio dejó esta dedicatoria:

    A la memoria de don Mariano Pérez Cuenca (q.e.p.d.) capellán mayor que fue de la Colegiata de Pastrana, cuya paciente labor de investigación histórica, es pilar fundamental de todo cuanto se ha escrito sobre esta villa". Con el reconocimiento de el autor. 

 También es muy recomendable el libro de Antonio Herrera Casado, gran cronista de Guadalajara, titulado "Pastrana, una villa principesca"  de la editorial aache.

Pero para conocer más a fondo las circunstancias y los personajes que tejieron una  parte de la historia de Pastrana, hay que recurrir al tomo VI de las obras completas de Gregorio Marañón, dedicado a "Antonio Pérez: el hombre, el drama, la época". 

 En el capítulo XVI titulado "Desde el crimen al arresto", conocemos que el desencadenante del drama fue el asesinato de don Juan de Escobedo, secretario de don Juan de Austria, medio hermano de Felipe II, la noche del 31 de marzo de 1578, en la calle de La Almudena muy cerca del Alcazar y del palacio de la princesa de Éboli.

 Pero hasta dieciseis meses después, exactamente hasta el 28 de julio de 1579 no se llevaron a cabo, sin juicio previo, las detenciones de la citada princesa de Éboli y del secretario del rey, Antonio Pérez, bajo la acusación de haber promovido el  asesinato de don Juan de Escobedo. Algo que al parecer nunca se pudo llegar a comprobar.

Pero el castigo fue terrible.

Vamos a conocer los diversos lugares donde la princesa de Éboli fue encerrada, aunque el más conocido fue precisamente el de Pastrana, donde falleció.

 El pueblo de Pinto

 En el pueblo de Pinto la princesa estuvo durante seis durísimos meses en esta torre, del siglo XIV, donde también estuvo en otro periodo el secretario del rey, Antonio Pérez... y también confinada con sus hijos, estuvo su abnegada y fidelísima esposa, doña Juana de Coello, acusada de ayudar a huir a su marido.

 Hoy dia, convenientemente restaurada, la torre es visitable. 

 El pueblo de Santorcaz

En febrero de1580 se traslada a la princesa al Castillo de Santorcaz.

 En Santorcaz,  muy cerca de Alcalá de Henares y ya casi en el límite con Guadalajara, encontramos una insólita fortaleza medieval, con una iglesia adosada a los restos de lo que fue un castillo de los arzobispos de Toledo. 

 Santorcaz

 Lo mandó construir a finales del XIV el arzobispo de Toledo Pedro Tenorio (Talavera de la Reina 1328 – Toledo,1399) y  mediado el siglo XV fue ocupado por otro poderoso arzobispo, Alfonso Carrillo de Acuña (Carrascosa del Campo 1410- Alcalá de Henares 1482) que también lo convirtió en cárcel para clérigos o personajes muy principales. Queda constancia de que aquí estuvo también preso varios años Francisco Cisneros, (Torrelaguna 1436-Roa 1517) cuando siendo arcipreste en Uceda se enfrentó a Carrillo.

Aquí estuvo la princesa un año entero y  desde aqui, y muy enferma, se llevó a cabo su definitivo traslado en febrero de 1581 a Pastrana. 

EN PASTRANA

  Completamente reducida "a las  habitaciones del torreón de su palacio - nos cuenta Marañón - su vida fue un martirio durante los días interminables de los diez años que sobrevivió a la sentencia. Y aunque escribió varias cartas pidiendo clemencia, nunca fueron atendidas"

 
Esta ventana enrejada era la única a la que podía asomarse y solamente durante una hora al día, mientras las escasas habitaciones adyacentes estaban separadas del resto del soberbio y amplio palacio por una gran puerta cn poderosas cerraduras. 

Pero cuando en la primavera de 1590 Antonio Pérez logró escapar de la justicia del Rey, su ira se volcó en la prisionera y entre otras medidas mandó colocar una tupida celosía en la reja.

Solo la acompañaron en estos años su fiel hija menor, también llamada doña Ana, y algunas criadas. Su hija, al morir la princesa, ingresó como religiosa en el convento de franciscanas de Pastrana, hasta su muerte. 

El 12 de febrero de 1592 a los 52 años falleció, según el doctor Gabriel Simal médico de Pastrana, por obstrucciones en el hígado y en el bazo, y melancolía hipocondríaca.


Salimos impresionados de la pequeña habitación con su reja y de todo su horror...pero seguimos visitando la bella  Pastrana.


Si queremos conocer más cosas sobre Pinto y de Santorcaz, en este mismo blog, estos son los enlaces: marcar y pinchar encima de cada uno.

  http://rutastranquilas.blogspot.com/2007/11/pinto-un-pueblo-que-ha-sabido-crecer.html

https://rutastranquilasmadrileñas.es/edificios/santorcaz-una-fortaleza-medieval/

 

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domingo, 6 de marzo de 2022

 

 La Virreina de Perú en Chinchón (y 3)  

Cuando subimos a lo más alto del pueblo divisamos los restos de su antiguo castillo


y nos situamos junto a la torre que no tiene iglesia

y junto a la Iglesia que no tiene torre... y que hemos admirado desde la Plaza

Pero aún nos queda allí arriba otra inesperada sorpresa: este busto de joven mujer y en cuyo pedestal leemos:


 


 El pueblo de Chinchón a Doña Francisca Enriquez de Rivera, condesa de Chinchón, Virreina del Perú. Descubridora de la Quina en 1629

 Ella fue la segunda esposa del cuarto Conde de Chinchón,  Luis Jerónimo Fernández de Cabrera, nombrado por Felipe IV como Virrey del Perú, y con él partió hacia Lima.  Al poco tiempo de su llegada enfermó y los médicos no daban con su mal que cada día se iba agravando, hasta el punto de temer por su vida pues la fiebre no remitía y tampoco asumía ningún alimento. 

Una de sus sirvientas india, que la tenía gran cariño por su bondad, la animó a que bebiera una sustancia disuelta en agua, que los pueblos andinos utilizaban desde tiempos remotos para combatir estados febriles como el que ella padecía.

Los médicos lo rechazaron y también por tanto su marido, pero ella en vista de que cada vez se encontraba peor le pidió a su sirvienta que se lo preparara... y tras varias tomas la virreina se recuperó totalmente. 

Aquello que la había sanado era quinina, componente extraído de la corteza del árbol de la quina, previamente machacado y convertido en polvo. Gracias a su determinación de probarla y a su pronta curación la quinina cobró gran importancia para los españoles, exportándola pronto a Europa dadas sus ricas propiedades medicinales, que curaban la malaria y el paludismo. De hecho, más de un siglo después de aquella providencial sanación de la virreina del Perú y condesa de Chinchón, el célebre naturalista sueco Linneo (Suecia 1707-1778) bautizó como 'cinchona' a esta especie en recuerdo precisamente a su descubridora accidental, doña Francisca Enríquez de Rivera.

A España aquel producto natural llegó en torno a 1641, de manos del propio médico del virrey del Perú, pues cuando él finalizó tras 10 años su mandato y regresaba a España con su esposa, también lo hizo el doctor Juan de la Vega, quien llevó consigo cierta cantidad de corteza de aquel árbol milagroso.  Desgraciadamente la condesa murió antes de llegar a España y regresar a Chinchón, el 14 de enero de 1641.

En cualquier caso, pronto se evidenció que había diversas especies de árboles de la quina y no todas tenían en su corteza el producto medicinal que curó a la virreina. Llevó años clasificarlos y estudiarlos. Entre otros, el insigne José Celestino Mutis (Cádiz 1732-1808 Bogotá)  estudió a fondo sus diferentes variedades y publicó sus conclusiones en 'El arcano de la quina' (1828), donde estableció los tipos de 'cinchona' que eran eficaces contra el paludismo y las que no lo eran.

 Pero hay también otro emotivo recuerdo más actual en el pueblo de Chinchón.

 


Es el del torero  Marcial Lalanda del Pino nacido en la finca del Porcal en Rivas Vaciamadrid el 20 de septiembre de 1903... fue un torero tan famoso al que se le dedicó un pasodoble en el que se decía "Marcial eres el más grande"...

En el Archivo de Chinchón se conserva una fotografía del torero dando la vuelta al ruedo a hombros en Chinchón, donde fue nombrado "hijo adoptivo". A los 12 años había debutado aquí como becerrista y en 1923 toreó por primera vez en un festival a beneficio de los más ancianos  del lugar... Y a partir de ahí toreó en todos los festivales organizados por el pueblo, consiguiendo además que participaran los más grandes toreros de la época, como Belmonte, Manolete y  Luis MIguel Dominguín... En reconocimiento agradecido el Ayuntamiento le impuso la Cruz de Beneficencia  y le nombró hijo adoptivo en 1935, y en 1967 le concedió  la medalla de oro de la Ciudad .

De él dijo Hemingway, en su libro Muerte en la noche: "Lalanda puede enfrentarse con cualquier toro y con todos ellos puede hacer un trabajo hábil y sincero. Como torero completo y científico es el mejor que hay en España, es el maestro indiscutible de la lidia actual".

 

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