lunes, 21 de marzo de 2011

AVISOS PARA LA PRIMAVERA


Acaba de entrar la primavera y quiero dedicarla un pequeño homenaje... una evocación de bellos lugares que he tenido la suerte de visitar hace tiempo y donde esta estación tiene una imagen especial

LA FIESTA DE LOS CEREZOS EN FLOR: EL VALLE DEL JERTE

Dicen que hay un millón de cerezos en el valle y cuando llega la primavera, y todo estalla, sus ramas se cubren de flores muy blancas, muy apretadas y juntas, de forma que todo el valle parece de nieve. También hay un río, el Jerte, que nace en las estribaciones de Gredos y que llena todo de su mágica humedad. Un vergel de verdor y árboles frutales: cerezos, frambuesas, ciruelos, castaños, perales... Le llaman el “valle del gozo” o “el jardín de los cerezos”. Este árbol es mítico para los japoneses, que dicen que “la amistad hecha bajo un cerezo en flor, permanece toda la vida”.



El valle está a 200 Kms. de Madrid, lo integran 11 pueblos, y lo mejor es penetrar en él por el Puerto de Tornavacas (1.275 m.), como hizo en 1557 el Emperador Carlos V camino de Yuste, y quedar mudos de admiración ante el grandioso panorama del valle que se abre hasta llegar a Plasencia. También podemos pasar al valle de Ambroz por el espectacular Puerto de Honduras y conocer el pueblo de Hervás, conjunto histórico-artístico, donde no debe dejarse de recorrer su singular y bien conservada judería.



Y ahora entre el 15 de marzo al 15 de abril, durante aproximadamente dos semanas, el valle está blanco y oloroso de flores; después, durante los meses de mayo y junio llega el momento esperado de recoger el fruto de las rojas cerezas; el paisaje cambia y la cerecera llena de animación todos los pueblos y caminos. No debes perdértelo. Es como un rincón del paraíso



Nota.- Conviene llamar por teléfono, al ayuntamiento por ejemplo, para informarse de la época exacta de la floración, pues varía lógicamente de un año a otro en función de la temperatura.

RAYOS DE SOL EN PRIMAVERA

Que yo sepa hay dos lugares que coinciden en un mismo “milagro”: el del sol penetrando en primavera en oscuros recintos y dorando venerables piedras esculpidas con arte...

REAL MONASTERIO DE SANTO TOMÁS DE ÁVILA




Fuera de las murallas de la ciudad está el Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila, templo y palacio mandado construir por los Reyes Católicos, que lo escogieron como residencia de verano, sin sospechar que, finalmente, iba a convertirse en sagrado recinto para un lujoso y emotivo sepulcro: el de su único hijo varón, Juan, muerto “de amor” a los 19 años.







Sus padres le preparaban ambiciosos e históricos destinos, pero su frágil naturaleza le hizo morir apenas consumado su primer paso como hombre. Los médicos advirtieron a los Reyes que convenía separarlo una temporada de su joven y atractiva esposa, la Archiduquesa Margarita de Austria (hermana de Felipe el Hermoso, casado con otra hija de los Reyes, la princesa Juana, a quien los infortunios convirtieron en “la loca”) con quién había casado, el 5 de Abril de 1497, en Burgos. La Reina Isabel no supo comprender que,todo aquel entusiasmo y ardor juvenil por su bella esposa, pudiera perjudicar a su hijo, el Príncipe de Asturias e hizo oídos sordos al sabio consejo. A los seis meses el Príncipe murió ,en Salamanca, el 4 de Octubre de 1497.



En su meditado testamento la Reina Isabel dejó encargado, a su esposo, que el prestigioso escultor florentino Domenico Fancelli, hiciera un gran mausoleo para su hijo y lo situara, majestuosamente solo, en el centro de la Iglesia, mirando hacia el gran retablo del altar mayor pintado por Berruguete. Visto desde el coro, es una visión impactante, en el silencio oscuro del templo, ver aquella tumba tan blanca y solitaria... Sólo una vez al año, durante el mes de marzo, en el equinoccio de primavera, un nítido rayo de sol entra por un ventanal y, quizá mensajero de aquella tan amada esposa, ilumina, acaricia y calienta otra vez el joven cuerpo.

Del boletín de viajes "Tierra de Fuego" del año 1991

Testigo incuestionable de esta amorosa visita al solitario Príncipe, fue la cámara fotográfica del Marqués de Santa María del Villar que, durante tres años, acudió pacientemente al templo en el mes de marzo hasta que, al fin, logró captarla y conseguir un momento único.




SAN JUAN DE ORTEGA. CAMINO DE SANTIAGO.BURGOS

Entrañable santuario creado en un pequeño valle, bajo los Montes de Oca, para defender a los peregrinos que, en su ruta hacia Santiago, eran frecuentemente asaltados y robados. San Juan de Ortega, discípulo de Santo Domingo de la Calzada (otro hito del Camino de Santiago, tan próximo al que nos ocupa) nace el año 1080 en el pueblo burgalés de Quintanaortuño, y de su Maestro aprende a servir a los peregrinos construyendo lo que éstos más valoran durante su místico y aventurado caminar: las calzadas para no perderse, los puentes para salvar los peligrosos ríos, las hospederías donde protegerse y descansar y los Hospitales para reponer fuerzas. Juan se convirtió en el arquitecto-constructor mas famoso de Castilla. Hoy justamente es el patrón de los Aparejadores.



En esta Iglesia románica se produce un singular fenómeno, previsto por sus constructores que, a través de los siglos, nos siguen enviando su simbólico mensaje. Todos los años, en ambos equinoccios (21 de Marzo y 22 de Septiembre) un rayo de sol poniente ilumina a las 5 de la tarde, hora solar, el bello capitel de la Anunciación, en el que la Virgen mira directamente al rayo de sol, y entonces todo se llena de la brillante luz de la vida. Merece la pena verlo.







2 comentarios:

Avellaneda dijo...

¡Qué relato tan precioso! Yo aún tengo en la retina la visita a Santo Tomás en Ávila y, por supuesto, la imagen majestuosa del Valle del Jerte en plena floración. El otro rincón señalado no lo conozco pero creo que merece la pena. Gracias una vez más por compartir de forma tan gráfica tus viajes, Mariarosa.

Mercedes dijo...

¡Cuánta belleza, María Rosa!
muchas gracias por este regalo,
y muchos besos