Segovia siempre emociona (3º)

Tras tantos y tan buenos descubrimientos quiero comprobar si el Monasterio de san Antonio el Real es tan bello como me han dicho así que inicio desde el barrio de los canónigos, plano en mano, un callejeo para regresar al Azoguejo y allí tomar un autobús que me deje junto a él.

Este callejeo me vuelve a demostrar que Segovia necesita mucho tiempo para conocerla un poco asi que, aunque todo me llama la atención, no me detengo más que el tiempo justo de fijar la imagen y así tener la seguridad de recordar que tengo que volver...

Al terminar de recorrer esta preciosa calle de Velarde resulta que me encuentro nada menos que con San Juan de la Cruz

Y estoy al lado de la iglesia de San Esteban, cuya airosa torre veía desde el jardín de Fromkes, y llego a la Plaza de la Trinidad rodeada de iglesias y conventos venerables como el de Santo Domingo de Guzmán con esa mención a la torre de Hércules


que ha despertado mi curiosidad y que en otro viaje tendré que descubrir


aunque en este momento me "invita" a seguir por callejones


buscando, como un premio, la perspectiva que buscaba

Así que sigo descendiendo por la calle de San Nicolás y de San Agustín, donde también contemplo la fachada del Museo Rodera-Robles



Pero de repente, al girar hacia la calle de San Juan, me quedo parada, tan asombrada como si nunca lo hubiese visto...


ante la vision del Acueducto. con el macizo de la Mujer Muerta sobre él...

Y me tengo que detener para disfrutar de la belleza y emoción del momento...

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