domingo, 18 de marzo de 2012

Esquinas madrileñas (4º)



Sigo buscando, máquina de fotos en mano, edificios esquineros que nos emocionen...y el situado en la Plaza de Ramales, en un extremo de la preciosa Plaza de Oriente no sólo nos emociona sino que nos fascina..



Pero primero explicar un poco la historia del lugar... Desde el siglo XII aquí se levantaba al parecer una iglesia dedicada a San Juan que dio nombre a la plaza...Llegó a ser muy importante templo dada su proximidad al Palacio, de forma que llegó a ser la parroquia del mismo y se enterraron a muchos personajes de la Corte...Entre ellos, en 1660, al gran pintor Diego Velázquez...Aquí hubiésemos podido los madrileños venir a poner flores sobre su tumba si al Rey José I (1768-1844) , que por imperativo del emperador de los franceses fue Rey de España, mal que nos pese, de 1808 a 1813, no hubiese tenido la idea de ampliar los espacios en torno al Palacio ...Algo que, si somos justos, hemos de agradecerle sólo con mirar la Plaza de Oriente...El pueblo le bautizó rápido como el "Rey Plazuelas" por la rapidez con que las eliminaba...y en ésta que nos ocupa arrasó un convento llamado de Santa Clara y la venerable Iglesia de San Juan...


Al no existir ya la iglesia el nombre también quedó obsoleto y años mas tarde se la volvió a bautizar como Plaza de Ramales, en memoria de la batalla que libró en 1839 el General Esparteros contra las tropas carlistas en el pueblo cántabro de Ramales que, tras su triunfo, pasó a llamarse Ramales de la Victoria, al igual que Espartero obtuvo de Isabel II el título de Duque de la Victoria


El edificio mas antiguo de la Plaza es la Casa-palacio de Domingo Trespalacios, obra del arquitecto Andrés Díaz Carnicero, fechada en 1768 para su residencia, como ejemplo de la importancia adquirida por la arquitectura civil y residencial del siglo XVIII madrileño.


Después de la Guerra Civil se estableció en la planta baja del edificio la sede del Colegio Oficial de Arquitectos hasta 1941, y por esas fechas el palacio fue objeto de una profunda remodelación, realizada por el arquitecto José Antonio Fraile Ruiz de Quevedo, con el fin de transformarlo en un edificio de viviendas y oficinas. En la actualidad, en lo que debieron ser las caballerizas de esta Casa-Palacio, se encuentra una Galeria de Arte llamada "Éboli" que ha celebrado varias Exposiciones Europeos de pintura naïf. Recomiendo visitar la actual, que es una alegría para la vista y el espíritu...como puede comprobarse pinchando aquí


El otro edificio, el que nos cautiva, es la Casa-Palacio de Don Ricardo Angustias que, en 1920, consiguió el arquitecto riojano con estudio abierto en Madrid, don Cayo Redón y Tapiz, elevando, sobre las cuatro plantas del primitivo edificio que ya existía, las dos últimas, una de ellas un torreón entre medieval y de cuento de hadas... Para lograr ese efecto armonioso, que es un verdadero regalo para la vista, hubo de derrochar ingenio y hacer "trucos" con el número de ventanas, pasando de cuatro que tenía la fachada principal a cinco y, de ellas, las tres centrales convertirlas en teatral balcón para que, sobre ellas, se elevara ese torreón que es el total acierto del edificio, La obra duró dos años, de 1920 al 22....justo el año en qué, bajando el puerto de Orduña, se rompieron los frenos de su coche y se mató. Así que no hay Madrid más obras de don Cayo Redón

Su decorada fachada y las pinturas que introdujo lo sitúan en un estilo que unos llaman neo-plateresco, otros neo-barroco...No importa el nombre sino la belleza que transmitió a este rincón de Madrid...Y que desgraciadamente fue ensombrecida para siempre con un asesino atentado de ETA el 29 de julio de 1994 cuando un coche bomba activado a distancia mató, a primeras horas de la mañana, a tres personas e hirió a 20, cuatro de ellos muy graves...


Al hacer las fotos te das cuenta de que la casa no está todo lo cuidada que debería...

¡¡por favor, esa tubería que estropea la fachada y la curiosa hornacina esquinera de la Virgen!!..¡¡Los desconchones de las pinturas!!... Tantas restauraciones que se hacen en la zona y nadie se ha debido dar cuenta de estos detalles...
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.








2 comentarios:

Mercedes dijo...

Como siempre, cuánta historia y cuántas cosas maravillosas en pocas líneas. La plaza de Ramales es uno de esos lugares que calan hondo cuando los visitas ¿verdad?
¡y qué razón tienes María Rosa! qué poco cuidado hay en este Madrid, lleno de cables, aparatos de aire acondicionado y chismes varios en las fachadas. Debería multarse.

Anónimo dijo...

Estupendo. Seguimos conociendo Madrid, esquina a esquina. Y ahora, cuando lo paseo, pongo mi atención en las de tantos edificios singulares. Hace dos días reparaba en los de la Gran Vía. Hay para una serie completa.

Avellaneda