viernes, 11 de septiembre de 2015

Villa de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial

EL ESCORIAL DE ABAJO y El ESCORIAL DE ARRIBA


La llegada a San Lorenzo de El Escorial por la carretera de Ávila muestra la armónica y poderosa arquitectura del Monasterio ...aunque ya no responde  a la soledad y aislamiento que para él soñó FelipeII


En 1561 tras una larga búsqueda ordenada por el rey por muchos lugares cercanos a Madrid (su recién elegida corte) todo lo deseado se encontró en esta planicie a los pies del monte Abantos dónde, el más cercano lugar habitado era la pequeña aldea de El Escorial, a unos 2 km. y que  dio nombre al Monasterio. 
Felipe II le concedió  en 1565 el privilegio de Villa.


Pero no sólo el rey sino también los frailes jerónimos, elegidos por él para habitarlo y atenderlo espiritualmente, exigieron este aislamiento en un paisaje que recordara al que rodeó a los ermitaños y anacoretas con los que san Jerónimo, inspirador de la orden, tanto se identificó en vida.


Asi se mantuvo, magnífico en su soledad, hasta la llegada en el s. XVIII de la dinastía de los Borbones que, aunque en un principio rechazaron tanta austeridad y soledad, luego fueron captados por su belleza y empezaron a ocuparle con cierta asiduidad; especialmente a partir de Carlos III, que mandó construir más edificios de recreo y también para albergar y dar servicio a la numerosa corte que le acompañaba.
 

DE esta forma fue creciendo en torno al Monasterio un pueblo, cobijado junto a él y cada vez más autónomo hasta que, el 25 de marzo de 1793, Carlos IV firmó una Real Cédula que permitió la separación jurisdiccional y administrativa del Real Sitio respecto de la llamada "Villa de El Escorial" o,  más coloquialmente, "El Escorial de Abajo".
 

Por su parte la Villa consiguió, en 1815, por su heroico comportamiento durante la Guerra de la Independencia, que Fernando VII, tras leer el memorial de lo sucedido allí, le concediera el privilegio de ser llamada: "Leal Villa de El Escorial" y le confirmara todos los privilegios que tenía concedidos desde tiempos de Felipe II.


 

Otro hito importante en la Villa fue la inauguración, en 1861, de la Estación de tren para el trayecto  Madrid-El Escorial. 

El tren aumentó la población estable y favoreció la llegada de numerosos viajeros deseosos de contemplar la cercana Casita del Príncipe, que Carlos III encargó al gran Villanueva, como lugar de recreo para el príncipe de Asturias,  Carlos IV, en el extremo de un bosque de robles junto a  la Villa de El Escorial.

 

 Desde allí frondosos paseos y jardines  ascendían hasta el espectacular Monasterio de San Lorenzo. 


Fotografia de Yolanda Piqueras Domínguez. En Wikipedia

  También el tren  impulsó la creación de industrias, como la  famosa Fábrica de Chocolates "Matías López" que desde 1874 estuvo siempre tan vinculada a la Villa, favoreciendo su crecimiento, hasta su cierre en los años 60 del pasado siglo. Su creador, Matías López, llegó de Galicia prácticamente analfabeto, pero con una inteligencia innata y una mente emprendedora, y se instaló primero en Madrid para pasar pronto a El Escorial y allí comprar una inactiva fábrica de azúcar  e iniciar la fabricación y venta de un chocolate que marcó toda una época. Fue pionero en la estrategia de ventas apoyadas por la publicidad y sus carteles y la decoración del envoltorio de sus tabletas de chocolate, han quedado en la memoria colectiva. 



 Es muy interesante el libro del historiador Gregorio Sánchez Meco titulado "Cuando el Escorial olía a chocolate" publicado por el Ayuntamiento de El Escorial en 1996. 

 

Ambos núcleos, El Escorial y San Lorenzo de El Escorial, están comunicados por autobús, pero se puede hacer una preciosa ruta caminando (unos 2 km.) bien por el paseo interior o el exterior junto a su cerca de piedra.



En realidad el orgullo de ambos municipios es el impresionante Monasterio de San Lorenzo de El Escorial








Felipe II quiso cumplir lo antes posible el deseo de su difunto padre, rey de España y emperador de Alemania, de tener enterramiento digno para él y su esposa y para los descendientes de la dinastía Austriaca que él había iniciado en España.

Y agrandó su deseo soñando con un impresionante edificio que fuese a la vez un panteón, un templo, un convento, una biblioteca  y un palacio...y todo ello rodeado de jardines, que eran su gran afición, y de pura naturaleza. 




Cuando fue elegido el lugar, buscó los mejores arquitectos y, durante 21 años, vigiló con asiduidad como se levantaba este símbolo del mundo, basado en el equilibrio armónico de la sabiduría.Y lo hizo desde la humilde aldea de El Escorial, que se vio desbordada de artesanos y de nobles y sirvió de refugio a los frailes jerónimos que se alojaron en una sencilla casa de labradores que, tras ciertas reformas, empezó a ser conocida como "El Monasterio de Prestado" dónde también se alojó el rey, por lo cual ha sido llamado posteriormente "La Casa del Rey" o "El Castillo".  















Cuando los frailes, a partir de 1571, pudieron ocupar las dependenciás del aún inacabado Real Monasterio, Felipe II decidió que el Monasterio de Prestado se convirtiera en Hospital de Laborantes (es decir para atender a los obreros que trabajaban en la construcción del Monasterio). Al morir el rey, en 1598, el servicio de este Hospital fue trasladado a las dependencias del Real Monasterio y aquí se instaló el conocido como "Padre Campero", un monje jerónimo que administraba las extensas tierras y propiedades del Monasterio, por lo cual el edifició pasó a ser conocido como "Casa del Padre Campero"





También existia una capilla dedicada a san Lorenzo, un taller de "bordadería" para los ornamentos sagrados, y un horno con una chimenea para la fabricación de vidrio donde, mucho más tarde, se hizo el pan...y cuya silueta exterior  podemos contemplar.







Con muchas dificultades llegaron estos edificios hasta el siglo XIX, pero entonces la guerra de la Independencia primero, y posteriormente la exclaustración jerónima, los llevó a la ruina y al abandono en 1836. 
Afortunadamente en el último tercio del XIX los adquirió don Federico Fliedner, pastor protestante, que logró reunificar todo lo que había sido el conjunto de edificaciones insertas en el llamado Monasterio de Prestado o Monasterio Viejo...


La inscripción latina puede traducirse como "renacemos tras la fatalidad"



 

En la actualidad en la Fundación Fliedner funciona un Centro de Teología protestante y ecuménico y también se conoce como "Casa de la Paz", toda una lección de que el Tiempo y la Historia, algunas veces, cambian los odios y las incomprensiones de los hombres y les permiten convivir en paz y tolerancia...

 A escasos metros está la Parroquia de San Bernabé, de Francisco de Mora, a la que en próximo post conoceremos en mayor profundidad.









Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tants veces yendo al Escorial e ignorando siempre toda esta historia. Una historia tan bien contada por ti. Como siempre. Mis amigos y yo te felicitamos y la próxima vez que vayamos a San Lorenzo visitaremos la Leal Villa de El Escorial

Anónimo dijo...

Es una delicia leer todos los post de María Rosa pero éste especialmente tiene un valor singular. Mezcla magistralmente datos de la historia oficial con los detalles que normalmente no son percibidos por cualquir visitante. La aportación hecha a la actual Casa de La Paz es realmente digna del mayor elogio. Avellaneda