Sobre la puerta del segundo recinto amurallado, se yergue esta torre |
Deslumbra Toro desde que entras por el arco de la conocida como Torre del Reloj y ya vislumbras, a lo lejos, la magnífica Colegiata de Santa María la Mayor, con su característico cimborrio.
Sobre la puerta del segundo recinto amurallado, se yergue esta torre del segundo recinto amurallado |
Y más deslumbra cuando la contemplas de cerca
Y el asombro es mayor cuando ves al entrar esta maravilla de pórtico policromado
Como la iglesia de San Lorenzo el Real de finales del XII e inicios del XIII,de estilo románico-mudéjar, que en 1929 fue declarada Monumento Nacional |
Con este magnífico enterramiento de don Pedro de Castilla y de su esposa doña Beatriz de Fonseca |
Monasterio del Sancti Spiritus de las Madres Dominicas
Pero para mí hay una detenida visita que no debe olvidarse y es la del Monasterio del Sancti Spiritus, situado al borde mismo de una gran barrancada,
es lugar para el recuerdo de varias mujeres con él relacionadas, y que sigue, tras siete siglos, ocupado y atendido por una pequeña comunidad de monjas dominicas.
Doña Teresa Gil
La visita, muy bien guiada, nos introduce en las antiguas dependencias que han podido conservarse desde aquel lejano 1307, cuando este Monasterio fue fundado por una importante y muy rica dama llamada Teresa Gil, de ascendencia portuguesa pero muy vinculada, a través de su padre a Castilla y a sus monarcas, Alfonso X el Sabio y especialmente a su hijo Sancho IV el Bravo (Valladolid 1258-Toledo 1295) por lo cual el Monasterio fue amparado y privilegiado por ambas coronas.
Su nombre completo era Teresa Gil de Riba de Vizela y dicen que fue amante de Sancho IV, y que cuando este se casó en 1282 con María de Molina, fue "invitada" a ingresar en el monasterio cisterciense de las Huelgas de Valladolid... eso sí, con el cargo de primera abadesa a perpetuidad...
No la debió dejar buen recuerdo este lugar pues cuando otorgó su testamento, en 1307, dejó por escrito su deseo de ser enterrada en el Coro de las monjas del Monasterio de las dominicas de Toro, que deseaba que se llamara de San Salvador y al cual dejaba toda su cuantiosa fortuna para su creación y mantenimiento.
Quiso el destino que Teresa falleciera muy pronto, unas fuentes citan el mismo 1307 y otras que en 1310, pero hasta 1345, fecha en que finalizaron las obras, sus restos permanecieron en el Monasterio de Santo Domingo en Zamora.
Su sepulcro es un túmulo exento de piedra con restos de sus pinturas góticas. |
Los albaceas testamentarios, a quien doña Teresa había nombrado para que su voluntad se cumpliese, eran Fernando IV (Sevilla 1285-Jaén 1312) rey de Castilla tras el fallecimiento de su padre Sancho IV en 1295, y su madre, doña María de Molina (nacida h,1265, Reina consorte de 1284 a 1295, y fallecida en Valladolid en 1321) También nombró albacea al rey de Portugal Don Dionis...cuya hija, Constanza se casó con Fernando IV.
Maria de Molina fue tutora de su hijo, el futuro Fernando IV desde el fallecimiento de su esposo Sancho IV en 1295 hasta la mayoria de edad de Fernando en 1301. Y, a la muerte de éste, en 1312, volvió a ser tutora de Alfonso XI su nieto y heredero de la corona (nacido en Salamanca en 1311 y fallecido en Gibraltar en 1350).
Y fue María de Molina quien más se ocupó de elegir el lugar para el emplazamiento del Monasterio de Toro, de la compra de los terrenos y seguimiento de las obras. La primera piedra se puso en 1316 y también fue ella quien cambió su nombre por el del Sancti Spiritus.
A su regreso a Toro se instaló en su interesante Museo Museo de arte sacro, donde ahora podemos admirarlo.
Doña Leonor Sánchez de Castilla
Otro enterramiento en este Coro de las Monjas, es el de Leonor Sánchez de Castilla (h. 1374-1444), que llegó al Monasterio de Toro a principios del XV procedente del de Benavente de la misma Orden, y a la que se atribuye ser la primera Priora de la Observancia de la Regla de la Orden de Predicadores.
Ella era hija ilegítima de Don Sancho de Castilla, conde de Alburquerque (uno de los numerosos hijos de Alfonso XI de Castilla y de Leonor de Guzmán), que tuvo a Leonor con una dama desconocida...
Doña Leonor tuvo también, hasta que ingresó religiosa, una vida un tanto complicada, pues casada con Sancho de Rojas, señor de Monzón de Campos, y tras ser este asesinado presuntamente por orden del duque Fadrique de Castilla en 1393, ella estuvo con él comprometida e incluso tuvieron una hija...Finalmente él fue encarcelado y murió en prisión en 1394 y ella ingresó como religiosa dominica en Benavente.
Su tumba está en el suelo, sin ninguna ostentación, pero más tarde, en el s. XVI se cubrió de bellos azulejos policromados. |
La reina viuda Beatriz de Portugal
También vino aquí a refugiar su solitaria viudedad en plena juventud, en el último tercio del s. XIV, una reina castellana, portuguesa por nacimiento, llamada Beatriz y que era hija del rey de Portugal Fernando I y de Doña Leonor Téllez de Meneses.
Reinaba entonces en Castilla Juan I cuya esposa también se llamaba Leonor, y para Enrique su primogénito fue destinada la infante portuguesa Beatriz, con apenas 8 años... Más al quedar viudo el Rey, en 1382 con 25 años, al fallecer su esposa en el parto de su cuarto hijo, intereses políticos para crear alianzas y asegurar coronas hicieron que, Beatriz, de futura nuera pasase a ser desposada con el propio Rey en 1383.
Reinaba entonces en Castilla Juan I cuya esposa también se llamaba Leonor, y para Enrique su primogénito fue destinada la infante portuguesa Beatriz, con apenas 8 años... Más al quedar viudo el Rey, en 1382 con 25 años, al fallecer su esposa en el parto de su cuarto hijo, intereses políticos para crear alianzas y asegurar coronas hicieron que, Beatriz, de futura nuera pasase a ser desposada con el propio Rey en 1383.
Así lo relata la historia, pero cuando nos fijamos mas detenidamente en las fechas descubrimos que Beatriz, en aquel momento, era tan sólo una niña de diez años, pues había nacido en Coimbra en 1383...
A los dos años, su real y castellano esposo sufrió una dura derrota en tierras portuguesas cuando intentaba imponer, precisamente por su matrimonio, los derechos a la corona de Portugal por la muerte del padre de Beatriz.
Otro pretendiente a la corona, tío de Beatriz, de la noble familia portuguesa de los Avis, se enfrentó a él y en los campos de Aljubarrota, el 14 de Agosto de 1385, infligió una gran derrota a las tropas del Rey castellano.... Dicen que la portuguesa Beatriz lloró la derrota de los ejércitos castellanos...Quizá esas lágrimas le valieron para sellar el respeto de sus súbditos y de los hijos de su marido.
Para conmemorar aquel triunfo, el nuevo Rey portugués mandó construir muy cerca de Aljubarrota un grandioso Monasterio, dedicada a Santa María de la Victoria, pero que se conoce como el de Batalha y que donó a la Orden de Santo Domingo, tal era el prestigio de esta Orden española. Hoy forma parte de la Lista del Patrimonio Mundial definida por la Unesco.
Pero volvamos a doña Beatriz y a su esposo el rey Juan I, que sobrevivió a la amarga derrota para venir a morir, cinco años después, en 1390, por la espantada de un caballo, ante la Puerta de Burgos en la muralla de Alcalá de Henares...
Él tenía 32 años y ella apenas 17... No habían tenido hijos, pero ella contaba con el respeto de la Corte y de sus hijastros, Enrique III de Castilla y Fernando I de Aragón, así que paseó su viudez durante 20 años por las villas y lugares que heredó de su esposo, Medina del Campo, Cuéllar, Arévalo, Olmedo, pero eligió para vivir este Monasterio de monjas dominicas de Toro, ciudad en la que también existía otro muy importante de frailes dominicos llamado de San Ildefonso.
Nunca profesó como religiosa pero, acompañada de sus damas asistía, cubiertas todas de negro velo, a los oficios de las monjas en el Coro.
Nunca profesó como religiosa pero, acompañada de sus damas asistía, cubiertas todas de negro velo, a los oficios de las monjas en el Coro.
Allí la enterraron a su muerte en 1409, en un magnífico mausoleo de alabastro de Cogolludo (Guadalajara) donde su figura descansa placidamente, vestida a la moda portuguesa del momento, es decir, con rica toca mozárabe, capelina y saya y los pies calzados con chapines.
Varios santos dominicos ocupan los laterales y un Calvario y una Anunciación muy bellos, completan el conjunto.
El lateral derecho del sepulcro está ocupado por una lápida que se cree puede representar a la priora Leonor Sánchez de Castilla, ya que lleva el hábito dominico... pero también podría ser la propia reina ya que lleva una corona...El autor del sepulcro en anónimo.
El Monasterio es un asombro por todo el arte que contiene tan magníficamente expuesto.
Es una visita para recordar....
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
8 comentarios:
vaya post curioso y completísimo de información...Nunca imaginé que Toro tuviese tantas cosas para ver...eres una inmensa fuente de viajes con interés histórico y artístico. Manolo
Impresionante Toro, y magnífico tu post, una guía perfecta para ir a conocer todo ese patrimonio. Gracias, María Rosa, siempre aprendo contigo.
Manolo te encantaría Toro, si puedes no dejes de ir y verás que tengo razón. Cuando viajas la historia y el arte te rodean... Gracias por tu amable comentario.
Mercedes hay tantas cosas en Toro que ver y que contar con más detalle que he pasado por el pueblo de "puntillas" y me he centrado en esas tres mujeres allí enterradas, cada una con su historia que daría para una novela...Me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias por animarme a seguir.
Perfecta la selección de los tres sepulcros de mujeres fuertes, ubicados en el Monasterio del Sancti Spiritus de Toro. Especialmente, el de doña Isabel de Portugal por su impresionante belleza, con la profundidad de los pliegues de su vestimenta y la plácida expresión de su rostro, enmarcado por una corona sostenida por dos ángeles. Recuerda otro bellísimo, el de doña Inés de Castro en Alcobaça (Portugal), por la reiteración del mismo motivo de la corona, soportada por dos ángeles, en alusión a sus legítimos derechos de reina de Portugal, al estar casada en secreto con el infante don Pedro de Portugal, que, a la muerte de su padre, subió al trono con el nombre de Pedro I y los apodos de el Cruel y el Justiciero, por vengar la muerte de doña Inés, degollada a sus espaldas por mandato de su padre, debido a la razón de estado. Muy interesante la relación de Toro con Alcalá de Henares por anudar con los hilos de la memoria histórica dos motivos unidos, aunque distanciados por la geografía y el tiempo, que muestra, Mariarosa, tu sensibilidad y el calado en profundidad de tus artículos. Un montón de gracias.
Rectificación:
En la segunda linea (del comentario de María Ignacia) dice: <>, debe decir <>.
En la lines 8,<>, debe ir con mayúscula, <>.
Parece que el ordenador ha jugado conmigo y ha ocultado lo rectificado. Lo repito:
En la segunda línea, donde dice, Isabel de Portugal, debe decir, Beatriz de Portugal. Rn la octava, donde dice, estado, debe decir, Estado.
Nota: el ordenador no me permite poner tilde en algunas palabras y debo sustituirlas.
María Ignacia me impresionaron esos tres sepulcros, los tres en fila, tan diferentes pero, como tú bien dices, de tres mujeres fuertes, que vivieron tiempos tormentosos en los que destacar siendo mujer no era nada fácil...y a veces el conseguirlo les costaba la libertad o incluso la vida...como le pasó a Inés de Castro, como tú nos cuentas. Toro es un lugar cuajado de historias y de bellos lugares. Se merece más de una visita. Gracias por tu estimulante comentario.
...Los ordenadores nos juegan de vez en cuando bromitas, nos cambian palabras, nos ocultan otras... Pero todo ha quedado bien aclarado.
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