viernes, 1 de noviembre de 2019

Covarrubias, tan bella (2)

Covarrubias, tan bella (y 2)


 Colegiata de san Cosme y san Damian

La Colegiata de Covarrubias es un templo gótico del siglo XV con un buen claustro y un museo que cobija auténticos tesoros.


En su muro de entrada leemos esta evocación: "Covarrubias a sus fundadores, al Rey Chindasvinto + 653, al Conde Fernán González  +970, al Conde Garci Fernández + 995.  
Placa conmemorativa 1995"
Colegiata de Covarrubias
dedicada a los Santos Cosme y Damián, dos hermanos médicos cristianos, que atendian a los pobres desinteresadamente, pero que fueron martirizados por orden del emperador Diocleciano hacia el año 300 d.d.C. 

Colegiata de Covarrubias


Colegiata de Covarrubias
Covarrubias
Si atravesamos esta pequeña puerta podremos dar un bonito paseo entre el rio Arlanza y la Colegiata 


El rio Arlanza junto a la Colegiata


Colegiata de Covarrubias

Covarrubias
Volvemos frente a la Colegiata para contemplar la estatua de la princesa Kristina de Noruega, hija del rey Haakon IV de Noruega,  que vino a España en el s. XIII para casarse con un hermano del rey Alfonso X el Sabio (1), el Infante don Felipe, porque dicho matrimonio era conveniente tanto para Alfonso X como para Haakon IV que  deseaba abrirse  al resto de Europa y comerciar con ella, y estrechar lazos culturales con otros países. Un larguisimo viaje, iniciado en el verano de 1257, la condujo hasta el Monasterio de las Huelgas en Burgos donde celebró la Nochebuena con su numeroso séquito. Llegaron a Valladolid a través de Soria, donde la princesa enfermó en los alrededores de la Laguna Negra, y Palencia.

La princesa Cristina de Noruega fue, como tantas princesas, moneda de cambio entre monarquías, sin voz ni voto para decidir su destino.

  Tras el matrimonio en la Colegiata de Santa María de Valladolid el 31 de marzo de 1258, la pareja se estableció en Sevilla, donde ya residía el infante. Ella nunca se recuperó de la enfermedad contraída a lo largo del viaje, en tierras sorianas, y posiblemente hizo que la princesa sucumbiera de melancolía de su lejano y querido país, muriendo en 1262 en la capital hispalense sin dejar descendencia.

Su marido, que antes de su matrimonio había sido abad de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias hasta la edad de 21 años, hizo enterrar a su esposa en el claustro de la Colegiata  en un sepulcro gótico, de piedra labrada.




Aquí podemos leer con ciertas dificultades: "La princesa Kristina vino a España en 1257 desde Tonsberg (Noruega) y contrajo matrimonio con el infante Felipe, Abad de Covarrubias. 
La estatua es una donación a la villa de Covarrubias con motivo del milenario de su infantado en 1978 por la ciudad de Tonsberg y otros donantes. Es obra de Brit Sorenses"




Una vez dentro de la colegiata y en su claustro admiramos el sepulcro de la princesa noruega
 


Y una leyenda asegura que las jóvenes que toquen la campana de barco que hay junto a su sepulcro encontrarán esposo en el plazo de un año.


Dentro de la Colegiata te das cuenta de su grandeza

 Con los lujosos enterramientos del Conde Fernán González y su familia

 Y su bello púlpito 




Y para colmo, cuando entras en el Museo Catedralicio te das cuenta que has de volver a Covarrubias y estar más de un día y no sólo unas horas....





 Así que con este firme propósito nos alejamos de Covarrubias.... 



 (1) En algunas informaciones se dice que vino a España en 1257  para casarse con Alfonso X El Sabio que no tenía hijos de su esposa doña Violante ... pero eso no es verdad pues en 1253 había nacido su hija Berenguela, en 1254  Beatriz, y en 1255 Fernando.

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