jueves, 18 de noviembre de 2021

                 LA BELLEZA DE UNAS RUINAS EN BUDÍA


 
  En un otoñal dia nublado y lluvioso a ratos pero con toda su belleza, emprendemos un viajecito en busca de los venerables monasterios que por estas tierras de Guadalajara se extendieron. 

 La primera parada fue en el espectacular Mirador de Alocén. Al fondo, a la derecha, se vislumbran las conocidas como "Tetas de Viana", dos  cerros testigo, situadas en La Alcarria entre las localidades de Trillo y de Viana de Mondéjar.

 Durante siglos más de una veintena de  las principales Órdenes Monásticas se asentaron aquí, pero la gran mayoria de estos monasterios son ya nostágicas y  románticas ruinas, a las que se están dejando desaparecer sin darles una nueva oportunidad. 
 
 Pero el artista británico  Alexander James Hamilton,  si ha dado esa oportunidad a las ruinas de un  convento carmelita ubicado en Budía en plena Alcarria.
 
 

 


Y lo contó el 17 de septiembre del 2020, el periodista Jesús de Andrés  que  publicó el siguiente artículo en la revista  "Nueva Alcarria".

"El artista británico Alexander James Hamilton presenta una colección de fotografías y esculturas que por sí mismas merecen sobradamente la pena visitar. Se clausura este domingo, 20 de septiembre.

Durante dos meses, desde el pasado 17 de julio, la localidad de Budia, en la Alcarria más profunda, ha sido anfitriona de una de las exposiciones más originales, espectaculares y de enorme calidad que se recuerdan en Guadalajara. El artista británico Alexander James Hamilton ha presentado una colección de fotografías y esculturas que por sí mismas merecen sobradamente la pena visitar, pero con el valor añadido de la reflexión sobre el porvenir del planeta y el problema de la contaminación en la que se integran y el continente de dicha exposición, nada más y nada menos que las ruinas del convento carmelita ubicado en dicha villa alcarreña. A lo largo de meses, en largas jornadas de trabajo, Hamilton limpió de basura y vegetación el interior de la iglesia barroca, que conserva sus muros y arcos con dignidad -no así su tejado, quedando abierta al cielo-, sacó toneladas de escombros, echó un nuevo suelo de zahorra y diseñó un sistema de iluminación para sus obras. Meses de trabajo que culminaron en la inauguración de un espacio expositor que las distintas administraciones (da igual el nivel territorial) debieran mantener en el futuro.

La obra de Hamilton es una reflexión sobre el agotamiento del planeta, sobre los problemas ambientales a los que nos enfrentamos y sobre la contaminación y su reverso el reciclaje. Presenta fotografías analógicas impresas en placas de aluminio que cubren las paredes ruinosas del templo contrastando unas y otras en perfecta armonía. En ellas, predominan los colores cálidos sobre los que se muestran residuos recogidos del mar (trozos de vallas metálicas, redes, restos de vegetación…), en rojos y naranjas que destacan sobre los ocres muros.

Alexander James Hamilton ha dedicado miles de horas de su trabajo y la mayor parte de él quedará para la comunidad como cesión altruista del artista al pueblo en el que ha residido en los dos últimos años".
 
 Ahora, un año después, el guía nos mostraba muy orgulloso el cartel con que se anunció la exposición
 
 
A la que se dio el bonito nombre de "Renaciendo"
 


 
 
La Alcarria siempre nos da bellas sorpresas, como este emocionante detalle de Alexander James Hamilton en el venerable y ruinoso Monasterio del Carmelo en Budía.



Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons

 



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