lunes, 24 de diciembre de 2012

La Mancha de Quevedo (2)


VILLANUEVA DE LOS INFANTES
Un precioso llamador

 En una sobria y elegante  puerta de un pueblo verdaderamente notable, que  invita a llamar y entrar reposadamente para conocer su historia, sus leyendas, sus secretos...



Aquí se quedó parado mi blog va a hacer casi un mes, a poco de realizar este recorrido por la Mancha de Quevedo, porque iniciaba otro viaje... He regresado de México con los ojos, como siempre,  llenos de  belleza que espero poder ir mostrando aquí como tantas veces...Y antes de seguir y puesto que hoy es NOCHEBUENA quiero desear de todo corazón unas fiestas tranquilas y serenas a todos los que se asoman alguna vez a estas páginas de viajes por España y México.


Pero ahora "vuelvo" a La Mancha y abro mi bloc de papel, el de los apuntes que voy tomando siempre mientras viajo, y busco los folletos que casi siempre consigo en las oficinas de turismo e incluso los libros que muchas veces compro y voy a dedicar un par de horas encantadoras en evocar y revivir este viaje a Villanueva de los Infantes que tanto me gustó...

Llegamos desde  San Carlos del Valle  antesala muy digna de este pueblo tan señorial donde a simple vista se aprecia lo importante de su pasado a juzgar por la cantidad de escudos (más de 200) que ostentan sus fachadas.



A los cuales el tiempo no ha hecho sino añadirles una belleza especial


Y empezamos a recorrer sus rectas calles mientras conocemos  su historia.
Al parecer primero fue una pequeña aldea, llamada La Moraleja,  que dependía de la comarca de Campo de Montiel (geográficamente en la Mancha baja)  pero en 1421 don Enrique, Gran Maestre de la Orden de Santiago, y sus hermanos los Infantes de Aragón, hijos del rey  Fernando I de Aragón y de doña Leonor Urraca de Castilla, la independizaron y cambiaron su nombre por el de  "Villanueva" y  le añadieron, en homenaje a ellos mismos, "de los Infantes". Más tarde, en 1573,  fue proclamada por Felipe II capital del Campo de Montiel.

Santo Tomás de Villanueva, hijo y patrono del pueblo
 
Entre sus más queridos hijos se encuentra Santo Tomás de Villanueva,  que nació  en Fuenllana 1486  - a 5 km - donde se desplazaron sus padres un poco antes de su nacimiento, a causa de la gran epidemia de peste que asoloba Villanueva, pero enseguida regresaron y aqui se crió y siempre lo consideró su pueblo Estudió Artes y Teologia en Alcalá de Henares e ingresó en la Orden Agustina en Salamanca, fue profesor de su Universidad y consejero y confesor de Carlos V,  fue gran predicador y ascético escritor...pero sobre todo fue una persona con una gran corazón compasivo que le hizo ocuparse preferencialmente por los pobres y para ayudarles llevó su austeridad personal a extremos tales como vender el jergón donde dormía para socorrerles... Pero él sabía y dejó escrito y además puso en práctica que "la limosna no sólo es dar, sino sacar de la necesidad al que la padece y librarle de ella cuando fuere posible". Falleció  en Valencia, donde era arzobispo, en 1555.



Don Francisco de Quevedo escribió una biografía suya en 1620 y fue canonizado en en 1658 por el Papa Alejandro VII.

La Universidad de Alcalá de Henares puso su nombre al primer patio del Colegio Mayor de San Ildefonso, por haber sido su alumno y  el primer Santo procedente de la misma.

Siempre he pensado que estar un dia, o mejor dicho unas horas en un sitio sólo sirve para aproximarse un poco a él, porque todos los lugares, hasta los más pequeños, tienen cosas para ver y conocer que precisan de ese tesoro que con los años vas apreciando cada vez más: EL TIEMPO.

Y desde luego a Villanueva de los Infantes hay que dedicárselo generosamente porque se lo merece y porque, además, en esta mi primera visita tras las huellas de Quevedo, no fue posible contemplar su celda del convento de las Dominicas donde finalmente terminó Quevedo sus ajetreados días... 




Aunque si vimos el lugar donde tras muchas "aventuras" parece reposan unos mínimos  restos en una cripta de la iglesia de San Andrés 



Villanueva está impregnado desde luego de espíritu literario





Efectivamente nos encontramos también muy presente a don Miguel de Cervantes...¿Será realmente Villanueva ese misterioso "lugar de La Mancha" al que todos queremos identificar?... Así parece desprenderse del estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid tal y como queda reflejado en estas lápidas conmemorativas.  




Con la firme promesa de volver para seguir conociendo y contando, nos desplazamos a Torre de Juan Abad... para renovar los asombros...Enseguida os cuento...




Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons











martes, 27 de noviembre de 2012

La Mancha de Quevedo (y 3)


TORRE DE JUAN ABAD

Reconozco que nunca había oido hablar de este pueblo... ¡¡Cuantos pueblos de España cuajados de historias  bien conservadas  por sus habitantes permanecen injustamente en el olvido!! 


Torre de Juan Abad, cuyo original nombre se debe a la tradición de que un alcalde, llamado Juan Abad, defendió de los árabes una Torre romana que se alzaba en el término, aparece en documentos escritos a partir del siglo XIII cuando, en 1214, Alfonso VIII  concede el conquistado castillo musulmán y sus extensos terrenos del  término de Eznavejor a la Orden de Santiago, y ésta los incorpora a la cercan y pujante  Torre de Juan Abad y la  destaca, a partir de ese hecho,   como una de sus  tres cabeceras históricas del Campo de Montiel. Desde entonces los sucesivos  reyes, como Alfonso X el Sabio y los Reyes Católicos la siguen concediendo menciones y privilegios.


  Con anterioridad anduvieron por allí los romanos (que dejaron muchos restos que van saliendo a la luz en numerosos enclaves) y también estuvo la todopoderosa Orden del Temple de la que el pueblo conserva, con toda veneración, la Ermita de la Virgen de la Vega en la que puede leerse una inscripción latina que dice: "Construído por los Templarios. La codicia lo destruyó ya en el año de 1310. Floreciendo la verdadera piedad la reparó, reedificó y acrecentó en el año de 1644"... (1)

HOy también podemos contemplar, bien destacada,  la iglesia de Nuestra Señora de los Los Olmos edificada por la Orden de Santiago desde finales del XV a principios del XVI


Conserva las 4 campanas originales, una de ellas colocada en 1595. Los nombres de las campanas son: Ntra. Sra. de los Olmos, María de la Vega, Ave Maria Gratia Plena y Sara.  
Durante sus estancias en la Villa Quevedo acudía e ella y dejó escrito: "Los predicadores: que si yo aprendiera dellos, fuera docto, y si los obedeciera, fuera bueno"


Estas columnas del pórtico principal de la iglesia parecen de mármol pero son de una roca arenisca con un precioso jaspeado. Por aquí entraría Santa Teresa de Jesús el 16 de febrero de 1575, miércoles de ceniza, cuando iba de camino a su nueva Fundación en Beas de Segura















Nada más entrar en el templo llama la atención su gran órgano, digno de una catedral. Data de la segunda mitad del XVIII y se conserva en perfecto estado con sus elementos originales por lo que  sus ciclos de conciertos son muy valorados. 


Pero Torre de Juan Abad estaba llamada a pasar a la historia especialmente por su extraña y accidentada vinculación con uno de los genios de nuestro Siglo de Oro... Don Francisco de Quevedo y Villegas.




Esta relación tuvo su origen cuando el pueblo fue despojado de parte de los privilegios  de los que había gozado por su vinculación a la Orden de Santiago, al reducir  Felipe II  el poder de las Ordenes Militares y como consecuencia pasar a depender en lo administrativo de Villanueva de los Infantes... 

La única forma de conservar su deseada autonomía era abonar a la Hacienda Real 2.598.000 maravedíes...que no tenían, por lo que tuvieron que pedir más créditos o censos.. así que, lógicamente, necesitaban unificarlos para poder hacerles frente... La madre de Quevedo, doña Maria de Santibáñez, estaba en la Corte al servicio de la infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II y, conocedora de esta situación, decidió hacerse cargo de ellos entregando a la villa 3.084.500 maravedies...El concejo hubo de hipotecar todo sus bienes propios, rentas y bienes comunales de la Villa, los derechos de corta y tala y vareos de bellotas etc. las casas del Ayuntamiento, las  Carnicerías del Concejo y hasta la escribanía del Ayuntamiento... (¡¡Qué actual suena ahora toda esta situación!!)

Pero pese a todo ello la Torre no pagó prácticamente ningún plazo y en estas circunstancias muere la madre de Quevedo en 1600 y queda él como heredero en la situación de intentar cobrar la deuda que constituía gran parte de la herencia familiar. Esta situación marcó ya toda su vida, por los disgustos que le ocasionaron los más de  22 pleitos que mantuvo con La Torre .



A los 10 años del fallecimiento de su madre (cuando él ya contaba 30) en vista de los sucesivos fracasos  de sus gestiones desde la Corte, decide viajar por primera vez a la Villa pero ni así consigue nada, incluso teniendo a la justicia de su parte, pues el alcalde, con los oficiales del ayuntamiento y algunos vecinos del pueblo se encerraban en la iglesia (de donde no podían sacarles) con todos los documentos y no se presentaban ante las autoridades cuando estas se personaban en el pueblo..

Árbol geneálogico con las ramas familiares de Quevedo
No obstante, desde esta primera visita a la Torre de Juan Abad  resulta que el gran escritor se siente allí muy a gusto, pese a los disgustos que le dan  los responsables de la deuda, pues el pueblo en si, sus paisajes y sus sencillos habitantes le proporcionan una vida tranquila, algo muy necesario para su creación literaria, así que la Torre de Juan Abad se hace fundamental en su vida.


uRomance escrito por Quevedo en la Torre de Juan Abad, entrado el estío de 1613, y remitido a un doctor de la Corte, que preguntaba a nuestro poeta,  las causas de haberse retirado de Madrid. Juan Abad, ya entrado el estío de 1613, y remitido a un Doctor de la Cntaba a nuestro poeta las causas de haberse retirado de Madrid

En  1613 se traslada a Sicilia, acompañando a su amigo don Pedro Téllez de Girón III  duque de Osuna y virrey de la isla, desempeñando funciones diplomáticas y regresa a los seis años con el dinero suficiente para comprar las deudas de otros acreedores de la Villa, de los cuales se subroga todos sus derechos mientras sigue pleiteando por los suyos sin éxito...

Francisco Pacheco, maestro y suegro de Velázquez, dibujó este retarato de Francisco de Quevedo en el libro titulado "Descripciones de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones" Sevilla 1599. Él le respondió en "Alabanza de la pintura de algunos pintores españoles": "Por tí honor de Sevilla / el docto, el erudito, el virtuoso / Pacheco, con lápiz ingenioso..."

Consigue finalmente el hábito de Santiago que le concede Felipe IV en 1617 por su trabajo en Italia y en 1620 el Consejo Real dicta que La Torre tiene 60 dias para pagar lo que debe a Quevedo (sólo de los réditos la deuda ya ascendía a ciento veinte mil reales) y al concluir el plazo en 1621 se pregona la venta de la Villa que adquiere un amigo de Quevedo... el cual le entrega a él el dinero, como  pago de lo que la Villa le debía, y después la  vende traspasando  a Quevedo la jurisdición ... Y desde entonces don Francisco pasa a intitularse "Señor de la jurisdicción de esta Villa"...algo que Torre de Juan Abad nunca llegó a admitir  por no estar basado dicho señorio, según ellos,  en la herencia o en la adquisición directa o real despacho, sino a través de una subasta pública...

Actas del Concejo de la Torre de Juan Abad en las que se trata de asuntos diversos de la Villa que debían ser confirmados por don Francisco de Quevedo, como Señor de la Jurisdicción . Texto y firma autógrafos del gran escritor el  5 noviembre 1630

"Sillón de madera que utilizaba don Francisco de Quevedo en estas dependencias. Aunque su estado de conservación es bueno, se nota el paso de cuatro siglos.Es un sillón hecho a mano, con maderas enteras, labradas tabla a tabla.Tiene indicios de haber estado revestido el asiento con cuero y algun material que suavizase su dureza".

Tintero de cerámica talaverana del siglo XVII que perteneció a Francisco de Quevedo durante su estancia en esta Villa (1609-1644)

Pero cuando el Duque de Osuna cae en desgracia - sus muchos éxitos levantan miedos y envidias al parecer - y es destituido y encarcelado a Quevedo también se le destierra de la Corte por dos años, desde marzo de 1621, confinándole en  "su Torre de Juan Abad". Allí intenta olvidar las miserias políticas pues él opinaba que en España no había más que corrupción y trapacería y que sólo sobresalían para ocupar altos cargos los que "gatean por la mentira, trepan por la lisonja y se encaraman sobre el cohecho..." y se dedica a escribir en profundidad..."preso en mi villa de Juan Abad - dice al rey - Verá que mis caminos por el mundo han sido más estudio que peregrinación , y que me tienen en prisión  y  destierro más lo desapacible de mi verdad que mis delitos"
 


Terminado su "exilio" en 1624 Quevedo acompaña a Felipe IV a un fatigoso viaje que el monarca quiere hacer desde la Corte a las costas de Andalucía que estaban amenazadas por los ingleses... Las innumerables peripecias de este viaje están contadas con mucho sentido del humor en la correspondencia de Quevedo... Un hito en el viaje fue la parada en Torre de Juan Abad donde Felipe IV durmió en la casa y en la cama de Quevedo...

La Casa es ahora lugar de encuentro y estudio de todos los admiradores de Quevedo, gracias al empeño y entusiasmo de don José María Lozano Cabezuelo



Pero no pasó mucho tiempo sin que Quevedo volviera a caer en desgracia, y esta vez por un curioso motivo...Resulta que la orden de los Carmelitas propuso nombrar co-patrona de España a Santa Teresa, compartiendo por tanto patronazgo con Santiago Apóstol...¡y el tema se convirtió en un debate a nivel nacional de lo más reñido  y virulento!...




El rey y su poderoso valido el Conde Duque de Olivares defendían a Santa Teresa, al igual que las autoridades de La Torre de Juan Abad (orgullosos del paso de la santa por su pueblo y  por su iglesia como hemos visto)...en cambio Quevedo se mostró totalmente en contra, defendiendo con su verbo y con su pluma el único patronazgo de Santiago Apóstol. Precisamente su "Memorial por el Patronato de Santiago" impreso en 1628 fue considerado grave desacato contra la autoridad real.. y fue mandado nuevamente al destierro en "su Torre de Juan Abad"...desde donde siguió  manteniendo sus ideas por escrito.

No he de callar, por mas que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?  

Y en la carta que envia desde su destierro al Conde Duque le dice: "Aquí solo en la Torre, hoy 5 de mayo 1628. Nunca me vi mas acompañado que ahora que estoy sin otro.  Puedo estar apartado mas no ausente.; y en soledad, no solo. El que sabe estar solo entre la gente, se sabe solo acompañar"

Muchas cosas he aprendido sobre Quevedo en este viaje a La Torre y todas ellas de la boca del  responsable de la Casa-Museo y  vicepresidente de la Fundación Francisco de Quevedo, José María Lozano Cabezuelo, todo un personaje imprescindible en su búsqueda y rescate de las huellas de Quevedo en esta tierra. Un apasionante relato  de aventuras sus seguimientos y encuentros, del todo insospechados, de documentos y textos de su querido don Francisco de Quevedo. 




Notas

- Para este post he seguido el libro del señor Lozano, que recomiendo ... pero especialmente, la visita personal a la Casa-Museo. 

- Hace poco, en el documentado blog ArtedeMadrid, se han seguido también los pasos de Quevedo en Madrid...muy interesante leer ese post y entre los muchos comentarios que ha recibido el de un experto en Quevedo y el de una  descendiente de los herederos  de Quevedo...

- Y quiero agradecer a José Luis  Amo, de la Asociación de alumnos de la Universidad de Mayores de la Complutense,  la perfecta organización de esta interesante ruta.

 

(1) Se dan muchos datos de la Ermita e incluso la razón del nombre del pueblo en las "Relaciones Topográficas" que  Felipe II ordenó hacer para conocer la situación de sus súbditos y elaborar una geografía histórica  de España que, desgraciadamente, nunca fue terminada.   Dos amplios cuestionarios,  de 45 a 57 preguntas, aplicados entre 1575 y 1578 en Castilla la Nueva,  sobre aspectos históricos, económicos, demográficos, religiosos, sanitarios etc. ocuparon 8 grandes libros (al parecer se perdieron otros 5) que se conservan en la Biblioteca del Monasterio del Escorial facilitando una inapreciable información sobre la situación geográfica, la población, la economía, los monumentos etc, de alrededor de 600 poblados de Castilla. 

El profesor don Alfredo Alvar, llevó a cabo una gran labor de recoplación  de esta magna obra referida a la provincia de Madrid en su obra "Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II. Provincia de Madrid" editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons