miércoles, 31 de mayo de 2017

Cuenca increíble (1)

Cuenca una ciudad increíble



Son tantos los adjetivos que Cuenca ha inspirado que cuesta no repetirse. Desde el más repetido y acertado de "Cuenca es única", no ha habido viajero que no haya dado su admirada impresión al contemplarla desde alguno de sus espectaculares miradores...

 

Una ciudad amurallada con sus propias piedras, donde unos sabios arquitectos, maestros de obras y arriesgados albañiles levantaron edificios construidos "sobre y rodeados" de enormes peñascos, al borde de paredes de vértigo, sobre las hoces de los rios Júcar y Huécar que han configurado su espacio.

 Donde las murallas levantadas por los hombres son copias  de las rocas que por todos los lugares la rodean



 y su caserio se funde perfectamente con el color del paisaje



Hay que verlo para creerlo, pero verlo además en tres dimensiones, es decir, dando la vuelta al edificio y constatando sus enormes diferencias de altura de una fachada a otra y de configuración...y comprobando los recovecos de sus calles, sus pasadizos y escaleras... ¡cuantas escaleras!...todo condicionado por su desigual y rocoso suelo...


 como sucede es sus superfamosas "Casas colgadas", espectaculares por una de sus caras y tan corriente por su entrada principal


 Lugar de su gran Museo de Arte Abstracto donde entre grandes artistas encontramos obras de Luis Feito, al que recordamos de su entrañable Museo en  Oteruelo del Valle y en el de Arte Iberoamericano de la Universidad de Alcalá de Henares 

 Y seguimos admirando el insólito paisaje desde sus balcones


 Cuenca es una sorpresa que no cesa


 

 Pero yo quiero mirar Cuenca desde los ojos y el sentimiento de un poeta que la amó profundamente: Federico Muelas

Federico Muelas. Autor: Javier Barrios,  Se inauguró el 25 de noviembre de 1984 en la plaza de Cecilio Albendea, y un tiempo después fue trasladada junto a las venerables ruinas de la iglesia de San Pantaleón
 Que dijo de ella cosas tan bellas...

"Alzada en limpia sinrazón altiva,
 –pedestal de crepúsculos soñados–,"


Él nació en Cuenca en 1910 y falleció  en  Madrid,  en  1974. Y entre ese espacio de tiempo conoció y amó cada piedra y cada rincón de su ciudad y habló de ella como sólo saben hacerlo los poetas...

  En  una  semblanza que hizo de  sí  mismo  y que  recoge  Francisco  Arias Solís (2007), dice el poeta:
Soy escritor y poeta. También tengo las licenciaturas de Farmacia y Derecho
y estudios incompletos en otras disciplinas. Periodista, frecuentador de estudios de radio y televisión, lector de locuras y razones y coleccionador de papeles. Me  gusta  andar  caminos  a  trasmano  y  dialogar  con  quienes  nadie  habla. Tengo amigos que no me envidian y sé algunas cosillas raras que me hacen feliz. No sé ganar dinero.
Esa referencia a su profesión de Farmaceútico, se completa con la siguiente e interesante nota del autor (Arias Solís):

 Desde la farmacia que regentaba en Madrid, en la Calle de Gravina 13, dirigió una serie de tertulias de carácter
 literario-farmacéutico, que él denominaba “tertulias de
la rebotica”, y a las que asistían asiduamente importantes escritores de la talla de Cela,  d’Ors,  García  Nieto,  Sánchez  Mazas,  etc.,  así  como  numerosas  celebridades 
de la farmacopea. Para una profundización en el tema, resulta indispensable la consulta de la Tesis Doctoral de
Ángel del Valle Nieto, titulada La farmacia en la poesía.
Dos  generaciones  de  poetas:  León  Felipe  y  Federico  Muelas,  publicada  en  Madrid 

por la Universidad Complutense (2004). 


 También otro escritor, Antonio Pérez Rioja, definió así el amor de Muelas por Cuenca

 La vinculación de Muelas con su Cuenca natal es total y absoluta:
En muy pocas ocasiones, esa fusión entre una ciudad y un poeta ha tenido
mayor  constancia  e  intensidad  que  en  Federico  Muelas  y  su  Cuenca  nativa. 
Federico  Muelas  ha  encontrado  los  motivos  conquenses  –paisajes  y  perso-
nas– con la misma naturalidad de quien tiene por norma hacerlos suyos ca-
da día. Sin duda, esa búsqueda es sencilla, porque están ahí, sólo a la espe-
ra de un auténtico y amoroso poeta que los incorpore a su obra. Ningún otro
mejor que Federico Muelas, celoso guardián de su ciudad natal.


Ruinas de San Pantaléon

   La estatua está ahora dentro de las ruinas de una iglesia, dedicada a San Pantaleón, que  impresionan mucho, pues situadas en el casco antiguo de la población su construcción data al parecer de finales del s. XIII, pero ha sufrido muchas desventuras siendo una de las más importantes la que en 1874, en el transcurso de la tercera carlista, utilizó sus venerables piedras para hacer barricadas. Fue declarada monumento histórico-artistico en 1992.

Es una ciudad para recorrer despacio, para saborear cada rincón y siempre mirar... Así que seguiremos mirando

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons



lunes, 22 de mayo de 2017

La Ciudad Encantada de Cuenca

LA CIUDAD ENCANTADA de CUENCA

Si alguien duda de que la Naturaleza es una gran artista no tiene más que acercarse a la muy bien llamada "Ciudad Encantada", que ya se declaró "Sitio Natural de Interés Nacional" en el año 1929...
Es un gran fenómeno geológico que compone un impresionante conjunto de grandes moles rocosas, calizas, a las que han modelado fantásticamente en el transcurso de los siglos la lluvia, el viento, la nieve, el hielo y las aguas subterráneas, y que parece una ciudad pétrea, abandonada y muda, con callejones, puentes, cuevas, edificios derruídos, y una enorme fauna de gigantes animales petrificados...todos rodeados de una variada y aromática vegetación que dulcifica la piedra... 
Un relajante y a la vez alucinante paseo de algo más de una hora que nos dejará un grato recuerdo...y una buena colección de fotografías para evocar




 Es un circuito señalizado de 3 kilómetros, dentro de una finca de 20 km. cuadrados.

 Nos recibe el llamado "Tormo alto", un "icono" de esta "Ciudad Encantada"


 Recorriendo la cual nos podemos creer viajeros en un planeta desconocido


O habitantes de un país de cuento   


o que estamos soñando 

 Y de momento no queremos despertar 


 aunque nos den miedo esas rocas agujereadas
 Y los gigantescos animales que parecen escapados de un parque jurásico
 Y veamos puentes bajo los que no corre ningún rio



Y presenciemos la lucha (¿o es un beso?) entre un elefante y un cocodrilo

 Y pasemos bajo el arco gótico de la puerta de un convento




 Y vemos rocas que se han vestido de verdor


  Y animales gigantes que nos cortan el paso

  
Cuando va cayendo la tarde la ciudad se vuelve más encantada y mágica...y pensamos que ya es hora de despertar del sueño...






 La "Ciudad Encantada" se encuentra en  La Serranía de Cuenca, Carretera CM-2104, Km 19, 16146 Valdecabras, Cuenca.
 Datos de contacto: 634 90 99 52
www.ciudadencantada.es
info@ciudadencantada.es


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons


jueves, 11 de mayo de 2017

Santa María la Real de Nieva, gran sorpresa

SANTA MARIA LA REAL DE NIEVA


Santa María la Real de Nieva, (uno de los 51 municipios que integran la Campiña Segoviana)  existe gracias a una reina inglesa, Catalina de Lancaster, que vino a Castilla a desposarse con Enrique III de Trastámara, apodado el Doliente, miembro de esta dinastía a la que pertenecen  todos los descendientes del rey Alfonso XI  (1312-1350) y de su amante Leonor de Guzmán. 

La dinastía Trastámara



Árbol genealógico obtenido en Wikipedia, la enciclopedia libre

Enrique III (1390-1406) era el bisnieto de Alfonso y Leonor... y gracias a su matrimonio con Catalina legitimó la dinastía, considerada usurpadora por la forma en que había accedido al trono el primer hijo de Alfonso y Leonor, Enrique II (*)  tras la muerte a traición de su hermano de padre y legítimo heredero Pedro I (por unos llamado el Cruel, por otros el Justiciero) en Montiel en 1369.

Y la razón de esta legitimación es que Catalina
(Hertford, 1373 – Valladolid, 1418)  era nieta por parte materna de Pedro I y de su esposa María de Padilla, cuya hija, Constanza,  había casado con el inglés Juan de Gante, duque de Lancaster (1340 - 1399) cuarto hijo varón del rey Eduardo III de Inglaterra y de Felipa de Henao. Por esta causa la dinastía usurpadora quedó unida a la línea legítima de los derechos dinásticos del rey don Pedro I. 

Catalina de Lancaster murió en 1418, tras haber sido regente del reino desde la muerte de su esposo en 1406 (a los 27 años) sucediéndola su hijo Juan II.

La reina Catalina aparece vestida con túnica y manto, adornado este último con flores. Su cabeza de descansa sobre tres almohadones recamados y se cubre con una toca y  la corona real.

 Y fue a su esposo Enrique III a quien se le otorgó por primera vez el título de Príncipe de Asturias, siendo desde entonces dicho título usado por todos los herederos de la corona española. 

Los enterramientos de los Trastámara en la catedral de Toledo


Tres reyes de la dinastía Trastámara: Enrique II, Juan I y Enrique III  están enterrados con sus esposas en la magnífica Capilla mortuoria de los Reyes Nuevos (así llamada porque anteriormente hubo otra, en la misma Catedral, llamada "de los Reyes Viejos") situada en la girola de la Catedral y obra de Covarrubias. El resto de la dinastía: Juan II y su esposa Isabel de Portugal (padres de Isabel la Católica) están en la Cartuja de Miraflores de Burgos (aunque aquí se encuentra una escultura de Juan II) y Enrique IV (hermano de padre de Isabel) en el Monasterio de Guadalupe.  


Enrique III y Catalina de Lancaster están en el lado del evangelio. 

Enrique II  y su esposa Juana Manuel en el lado de la epístola. Estos 4 nichos renacentistas son obra de Covarrubias de 1531

Juan I y su esposa Leonor de Aragón. Sus figuras yacentes fueron sustituidas por estas orantes al trasladarlos a la nueva capilla

Y siguiendo con la historia de la dinastía Trastámara, una bisnieta de Catalina llevó su nombre y heredó su blanca tez, sus ojos azules y el pelo rubio. Fue la quinta y última hija de los Reyes Católicos, nacida en Alcalá de Henares en 1485 y fue esposa de Enrique VIII y reina de Inglaterra. Su bisabuela inglesa hubiese estado muy orgullosa de ella... 

Santa María la Real de Nieva y la reina Catalina de Lancaster


Pero volvamos a Santa María la Real, tan vinculada a esta buena reina que fue la que concedió el título de Puebla de Santa María a un pequeño lugar, que en realidad había surgido en torno al hallazgo de una imagen de la virgen en el interior de una cueva por un pastor llamado Pedro Amador  en 1392.

Altar mayor de la iglesia presidido por la imagen de la virgen de la Soterraña

 Catalina enterada de este hecho mandó levantar una ermita mientras se terminaba un templo en honor de la Virgen de la Soterraña (la virgen estaba "soterrada" es decir, bajo tierra...) y nombró a los dominicos capellanes de su culto


 Tiene un fantástico claustro románico, de transición al gótico, construído entre 1395 y 1437, (pero que recuerda a los de finales del XII principios del XIII) con unos capiteles excepcionales
Los hay con temas bíblicos, con actividades guerreras, de caza, y clericales... con un calendario agrícola relacionado con cada mes del año, con motivos vegetales, con animales... 

  
 Una preciosa "Huída a Egipto"
 


 Una escena de un campesino con un arado romano 


 
 Frailes junto al órgano de la iglesia



 Pastores calentando un caldero 



Y una lápida con las marcas de los canteros




 Desde el claustro contemplamos la espadaña incorporada en el XVII.

 La puerta principal del templo, en la fachada del noroeste, es gótica con cinco espléndidas arquivoltas


 

 

 en las que se nos narra, de forma visual, toda la pasión  de Cristo desde la ültima Cena a la Resurrección y el juicio Final.  
La quinta arquivolta es muy original, representa a los muertos saliendo de sus sepulturas para el Juicio Final...algunos ayudados por demonios que sin duda ya saben que van a ser condenados...



 Otra reina vinculada con Santa María la Real: Doña Blanca de Navarra

 La reina Blanca I de Navarra (Pamplona 1387, Santa María la Real de Nieva 1441)  fue la segunda hija del rey Carlos III "el Noble" de Navarra, tan vinculado a Olite, y de su esposa Leonor de Trastámara, hija del rey Enrique II de Castilla.

En 1402 se concertó el matrimonio de Blanca con Martín el Joven, rey de Sicilia y heredero de la Corona de Aragón. Hasta 1415, Blanca  vivió y gobernó en Sicilia, pero ya viuda y de vuelta a Navarra, en 1419, se acuerda su enlace con el infante Juan, duque de Peñafiel. En 1421 nace su hijo Carlos, a quien su abuelo materno concede el título de Príncipe de Viana. Ocho  años después Blanca fue coronada como reina de Navarra y su esposo como rey consorte con el nombre de Juan II (de la dinastia Trastámara).

A la muerte de doña Blanca, en Santa María la Real de Nieva en 1441, Juan II volvió  a casarse con Juana Enríquez  (que ejerció como las peores madrastras de los cuentos) y de esta segunda unión nació en 1452  Fernando, al que sí reconoció como heredero de Aragón, de Sicilia y de Nápoles, y que tras su matrimonio con Isabel de Castilla, es conocido como Fernando el Católico.  
Doña Blanca se había hecho muy devota de la Virgen de la Soterraña y había mandado tallar reproducciones de su imagen que llevó para que fueran veneradas en su reino, donde se la conocería como Soterraña de Nieva o Virgen de Nieva. Y en este templo segoviano, cosas del destino, descansan sus restos, mientras los de su hijo, el Príncipe de Viana, fallecido en Barcelona en 1461, reposan en el Monasterio de Poblet.   
 



(*) NOTA.- Hubo un rey de Castilla con el nombre de Enrique I (Valladolid, 14 de abril de 1204 – Palencia, 6 de junio de 1217)1 fue rey de Castillaa entre 1214 y 1217, año en que falleció como consecuencia de un accidente en la ciudad de Palencia. Fue hijo de Alfonso VIII y de su esposa, la reina Leonor de Plantagenet. Le sucedió en el trono su hermana la reina Berenguela quien después renunció en su hijo, el futuro rey Fernando III "El Santo".

- Las fotos de los enterramientos de los Trastámara están obtenidas del catálogo de la magna exposición que se celebró en la Catedral de Toledo, de junio a noviembre de 2005, en honor de Isabel la Católica. 


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons


domingo, 7 de mayo de 2017

Coca un castillo diferente (2)

(Datos de la maqueta:  Piezas utilizadas para su construcción: 550.000 ladrillos a escala.Tiempo empleado en su construcción: 2.000 horas efectivas de Maestro artesano y ayudante)
 En el precioso Parque temático de maquetas del pueblo de Olmedo (Valladolid), llamado muy acertadamente "Pasión mudéjar", está la del castillo de Coca,  uno de los más excepcionales ejemplos de arquitectura civil en ladrillo. 
.

 Cuando llegas a Coca y ves de verdad el castillo, te admira:


Fue construido en la segunda mitad del siglo XV por orden de Don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla y Señor de Coca y Alaejos, con el permiso real del rey Juan II de Castilla.  A su fallecimiento, en 1473, fue heredado por su sobrino Alonso de Fonseca que fue quien terminó el castillo, en 1493, éste ha actuado más, pese a sus defensas, como residencia palaciega para grandes fiestas, que para la fiera guerra.



 Enseguida apreciamos que es un castillo singular pues es dificil concebir un lugar, tan fastuoso, ejecutado con tan humilde material como es el ladrillo, y que no sólo se utilizó como material de obra, sino como elemento decorativo y todo se atribuye a alarifes sevillanos. Nada que ver este castillo con otras severas fortalezas castellanas. 





  Llama la atención la profundidad de su gran foso claramente defensivo, que en algunos puntos llega a los 20m.



 y sus grandes y numerosas saeteras, llamadas de "cruz y orbe", (adecuadas tanto para arcabuces como para ballestas) aunque al parecer ninguna batalla se libró aquí. 



En 1521 sí fue atacado por las tropas comuneras, en represalia por el incendio de Medina del Campo llevado a cabo por el señor de Fonseca... pero al no conseguir acceder al castillo, destruyeron la cercana fortaleza de Alaejos (un lugar que hay que visitar)

 
Lo que no hicieron las batallas, lo consiguió el abandono en el que quedó en los primeros años del XVIII dejado a merced de la rapiña...que fue rematada por los actos vandálicos de las tropas francesas que lo ocuparon en 1808, durante la Guerra de la Independencia... cuando lo abandonaron, en 1812, sólo eran ruinas... que remató después, en 1828, un administrador de la Casa de Alba, a la que ya hacía tiempo pertenecía el castillo, y que vendió lo que de valioso quedaba, entre ello las columnas de mármol del patio y preciosas azulejerias del mismo. 



Hay zonas en las que se aprecian claramente lienzos de la primitiva muralla defensiva de la ciudad.





En 1931 fue declarado Monumento Histórico Nacional y en 1954 fue cedido al Ministerio de Agricultura y restaurado para albergar la prestigiosa Escuela de Capacitación Forestal que actualmente ocupa una gran parte del castillo. 




El viernes pasado, que fue cuando visité el castillo, hacía un día precioso de sol y nubes tormentosas, que daban más vida y contrastes fantásticos a su vital arquitectura.  







 Cuando nos alejamos el castillo parece un sueño...




Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons