miércoles, 20 de abril de 2022

TOLEDO, MIL HISTORIAS QUE CONTAR (2)

   TOLEDO, MIL HISTORIAS QUE CONTAR (2)


Voy a evocar algunas de las visitas y paseos inolvidables que he tenido la gran suerte de disfrutar por Toledo.  

Por ejemplo, en el ya lejano 2007 visitamos la exposición “Hispania Gothorum. San Ildefonso y el reino Visigodo de Toledo en el Museo de Santa Cruz, al que se accede por el Arco de la Sangre (¡que nombre!) bajando desde la Plaza de Zocodover a la calle Miguel de Cervantes donde se encuentra el antiguo y grandioso Hospital.

 

El Arco de la Sangre con la figura de Cervantes 


Y el antiguo Hospital de Santa Cruz, fundado por el Cardenal Pedro González de Mendoza (1428-1495) como hospital general y para acogimiento de niños expósitos.


En la portada contemplamos primero las figuras

del Cardenal Mendoza adorando la Santa Cruz  

y las de santa Elena, san Pedro y san Pablo,

 Y más arriba se representa la leyenda sobre el abrazo de san Joaquín y santa Ana, ante la Puerta Dorada de Jerusalén.


 

 La exposición fue muy ilustrativa, contando y visualizando muy bien la historia de este pueblo "bárbaro", llegado del norte de Europa que, por un gran cúmulo de circunstancias, entraron a la Hispania romana muy a principios del siglo VI, como conquistadores, y que aquí se quedaron y aquí fundaron un reino. Dos siglos justos duró este reino, y en esos doscientos años sucedieron muchas cosas que la exposición nos iba mostrando.


 Y también es imprescindible ir a
la iglesia de San Román, de las más antiguas de Toledo, donde se encuentra el Museo de los Concilios visigodos, y  donde hay que  admirar, entre otras cosas, sus románicas pinturas murales del siglo XIII. 

Frente a la iglesia vemos una estatua de Garcilaso de la Vega el caballero y poeta que tanto amó y cantó a Toledo…

 
También hay aquí una casita donde una lápida recuerda que allí estuvo santa Teresa y empezó a escribir el libro de su vida…

 


 La iglesia de san Ildefonso de los Jesuitas, situada en la parte más alta de la ciudad, hace tiempo preparó sus torres para poder contemplar, desde ellas, unas espectaculares vistas de Toledo. Se encuentra esta Iglesia en la calle Alfonso X el Sabio, y fue edificada sobre el lugar donde nació san Ildefonso, patrono de la ciudad.

Iglesia de los Jesuítas
Los campanarios


Las impresionantes visitas desde arriba del camapanario

Seguiremos paseando Toledo y descubriendo algunos de sus bellos rincones...

 

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons

 

 

jueves, 14 de abril de 2022

      TOLEDO, MIL HISTORIAS QUE CONTAR (1)

Cuando se llega a Toledo por carretera, procedente de Madrid, sorprende esta gran escultura sobre alzado pedestal que se instaló aquí en el año 2003, dedicada a Alfonso VI (¿?1040 - Toledo 1109) que conquistó Toledo en 1085,  el mismo año en que también ocupó Magerit (Madrid). 

Es obra del escultor Luis Martín de Vidales (Villaviciosa de Odón, 1950). La estatua mide 6,40 m. de alto y pesa más de 6.500 kilos. En el amplio entorno que rodea al monumento hay muestras del  reconocimiento a las tres culturas toledanas: judía, musulmana y cristiana.

El nombre de Toledo proviene de "Toletum" que significa: levantado en alto, y es una ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1987.


 Toledo - nos dice don Benito Pérez Galdós - es una Historia de España completa. Y tiene mucha razón: Unos historiadores creen que fue fundada por Roma en el 192 a.d.C. que la convirtió en una plaza fuerte por su magnífica situación...  Después en el 418 llegaron  los visigodos y tres siglos después, desde el 711 y durante cuatro siglos, fue sarracena. A continuación perteneció al Reino de Castilla-León y a partir de los Reyes Católicos a la Monarquía.

 Es decir, que Toledo recibió el gran depósito de todas estas diferentes culturas y en la Plaza de Zocodover se hablaron todas las lenguas de Europa, residieron reyes y se celebraron Cortes e importantes Concilios.

La más remota referencia al Obispado de Toledo es del inicio del siglo IV (año 305), pues quedó reflejado en las actas del Concilio de Elvira, celebrado en Granada, entre el 300 y 303. Era un momento muy conflictivo debido la persecución del emperador  Diocleciano, emperador de Roma desde el 284 hasta el  305. 

En estas persecuciones murió martirizada en Toledo Santa Leocadia, una de las santas de culto más antiguo de España,​ ya citada en los calendarios de los  mozárabes (así se denominaban a los hispano-romanos que vivían en territorio musulmán durante la dominación islámica). La prisión y muerte de Leocadia fue narrada en un relato del siglo VII.

El convulso siglo VI

 Tras la caída del Imperior romano llegaron a España los visigodos que tras su derrota en el 507 en la batalla de Vouille a manos de los francos, se vieron obligados a desplazarse con su población a Hispania. Su nueva capital la situaron en Toledo y aunque no se tiene constancia del momento exacto, se cree que fue durante el reinado de Atanagildo (555-567).

La posterior conversión del rey Recaredo divide su historia en dos grandes períodos: el Reino visigodo arriano que duró 82 años (507-589) y el Reino visigodo católico (589-711) de 22.

            El cuadro de Muñoz Degrain

En el año 589 el Rey Recaredo, durante el III Concilio de Toledo,  adjuró del arrianismo, la religión oficial del pueblo godo en su reino,  en presencia de su esposa la reina Badda y del Arzobispo Leandro,con la consiguiente integración de los hispano-romanos en el estado visigodo. 

 El pintor Antonio Muñoz Degrain (Valencia 1840-Málaga 1924) realizó este óleo sobre lienzo de 350x550 cm. que se encuentra en el Senado. 

 En el año 610 los Visigodos la hicieron la capital más rica y esplendorosa de su reino... pero cien años después  la irrupción islámica, a partir de la batalla de Guadalete en el 711 puso fin al Reino visigodo de Toledo y sólo los mozárabes (hipano-romanos que vivían en territorio musulmán en la península ibérica durante la dominación islámica) quedaron en ella con su propio culto.

 Tanto hay que conocer de la historia de Toledo y tanto que admirar, que lo iremos haciendo poco a poco. 

Ahora vamos a ver una panorámica desde lo más alto del complejo de San Pedro Mártir, pegado a la iglesia de san Román, a la de san Clemente  y a la de san Juan Bautista cuando todo pertenecía a los dominicos ... Y nuestra admiración no tuvo límites: allí estaba la mara­villa de la ciudad de Toledo a nuestros pies, y la altane­ra torre de la Catedral Primada, rodeada por el apretado caserio, casi a nuestra misma altura...y también el Alcázar ¡Vaya grandioso escena­rio!



 

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