sábado, 31 de mayo de 2008

La nostálgica belleza de unas ruinas venerables



El valle de Manzanedo se encuentra dentro de la comarca de las Merindades (norte de Burgos). El rio Ebro atraviesa el valle; entra por el desfiladero de los Tornos y sale por el de los Hocinos.

Las Merindades


En este escondido valle, muy olvidado en las rutas turísticas, están las ruinas del que fue gran monasterio de Santa María de Rioseco, pertenciente a la orden del Cister, que desde el siglo XII, aproximadamente, se asentó en estos recónditos y yermos lugares, tan del gusto de san Bernardo, su fundador.


El pueblo principal de este valle es Cidad de Ebro, a orillas del mismo río, de forma que una original forma de llegar a él es en piragua, desde el pueblo de Pesquera. También puede accederse , en unos 45 m.,por un camino señalizado que recorre el cañón desde Tudanca. Otro aliciente es su ubicación en el "Espacio Natural del Alto Ebro y Rudrón". Zonas de baños bien acondicionadas, preciosos senderos y paso de rutas de senderismo como la GR99 y GR85.

A todos estos atractivos del solitario valle se unen, como ya hemos dicho, las ruinas de este Monasterio. Porque hay ruinas que tienen una gran belleza. Sería muy interesante hacer un recorrido por ellas... Monasterios, castillos, puentes, casas señoriales y hasta pueblos enteros... Para guardarlas en nuestra retina y en nuestra cámara, para que quede memoria de ellas, de cuando aún conservaban restos de la belleza que deslumbró en su época de esplendor.


Es difícil de localizar(*), pero una vez encontrado el sendero, es muy fácil llegar... Te sientes casi con Indiana Jones llegando a un templo oculto en la selva...

Cuanto más te aproximas más cuenta te das de lo grandioso que debió ser


Y por fin llegamos a los muros que separaban a los monjes del "mundanal ruido"



Y con bastante respeto, y un poco de miedo, penetramos en él

Comprobamos admirados como aún se mantienen los muros de la iglesia en pie, y como las claves de los arcos se alzan orgullosas, conservando restos de su brillante policromía.

Y las pinturas que cubrieron sus bóvedas

Por último, el curvo juego de los arcos vacíos de su claustro forman una bellísima e imposible geometría

(*) Saliendo de Cidad de Ebro dirección Manzanedillo, cruzar nuevamente el Ebro y seguir dirección Incinillas; aproximadamente a 2 km. de superar un desvío a la izquierda (que nos llevaría al abandonado pueblo de Arges), veremos a la izquierda un pequeño sendero con un simple letrero que dice: "coto privado de caza", que es el que nos conduce al Monasterio. Unos metro más adelante, justo en el inicio de la carretera de subida al también abandonado pueblo de San Martín del Rojo, un oportuno ensanche nos permitirá dejar el coche.

Nota: Inocencio Cadiñanos Bardeci, escribió en 2002 un libro titulado "El Monasterio cisterciense de Santa María de Rioseco. Valle de Manzanedo-Villarcayo. Historia y Cartulario", que contiene toda la larga historia, venturas y desventuras de este gran Monasterio, injustamente condenado a la ruina.



viernes, 30 de mayo de 2008

La alegría del agua en Tudanca y Soncillo


Seguimos viaje por este Paraíso burgalés y tras la visita a lo que fue gran Monasterio de Santa María de Rioseco, nos vamos a un verde y delicioso lugar llamado Tudanca de Ebro. (Hay otro Tudanca inolvidable, el de "Peñas Arriba" de Pereda, en la cercana Cantabria)


Este Tudanca se sitúa a la entrada del Desfiladero de los Tornos, un cañón, como tantos otros, abierto por la fuerza impetuosa del Ebro... Pero aquí, en Tudanca, el río está sereno, invita al paseo tranquilo por sus orillas, a tumbarse junto a él, para oír su música; es un lugar idílico, encantador...


Y desde aquí nos vamos a otro hermoso lugar: el pueblo de Soncillo, capital del valle de Valdebezana. Un pueblo de recia plaza mayor, con notable ayuntamiento, galerías acristaladas y los clásicos soportales norteños.

En las afueras, dirección Bilbao, un viejo molino se ha convertido en casa rural con el bello nombre de "El Molino de la Luna" (telef. 947 153 128)

Precisamente nosotros llegamos en un día de fiesta, el 26 de abril, aunque las fiestas tradicionales de Soncillo son en octubre, cuando numerosos ganaderos del norte acuden a las Ferias de san Lucas

A 4 km. de Soncillo, en el pequeño enclave de Villabáscones de Bezana, parte un sendero junto a la sencilla iglesia románica

A partir de ahí tomamos un mágico sendero ... El escritor Enrique del Rivero lo describe así: "En el valle de Valdebezana, en plena comarca de las Merindades, se localiza uno de los enclaves paisajísticos más espectaculares y desconocidos de Burgos; la cascada de Las Pisas. Envuelta por la umbría de un maravilloso bosque encantado


en el que junto a las hayas crecen robles, avellanos y acebos, se descubre una sucesión de escalonadas cascadas por las que se precipitan impetuosas las aguas del río Gándara..."