miércoles, 18 de febrero de 2015

MUSEO DE LA HISTORIA DE MADRID



JOSÉ I, REY DE ESPAÑA

Nos fue impuesto  y eso lógicamente provocó su inmediato rechazo, pero nos guste o no fue rey de España, debido principalmente a la incompetencia y cobardía del rey Carlos IV y de su hijo el futuro Fernado VII, en un período verdaderamente vergonzoso de nuestra historia... pero que debe conocerse y no ignorarse, ni borrarse de nuestra Memoria-histórica, para no estar condenados a repetirlo.


 

 


Por eso me ha parecido muy acertado ver un cuadro con su efigie en el recién re-inaugurado Museo de la Historia de Madrid, precisamente cerca de otro de Francisco de Goya que resume, perfectamente, la convulsa y errática época que asoló España al inicio del siglo XIX.

 
 El cuadro se titula "Alegoría de la Villa de Madrid" y es un óleo sobre lienzo (de 260 x 195 cm.)  con "una especial significación - según nos cuenta el oportuno cartel explicativo junto a él -  fruto de su accidentada historia, tan ligada a la vida política del Madrid de la Guerra de la Independencia.
 Representa a una matrona coronada, encarnación de la Villa de Madrid, que sostiene en su mano derecha el escudo de la capital mientras señala, con la izquierda, un medallón con la inscripción "Dos de Mayo". 
 A sus pies aparece representado un perro, símbolo de la Fidelidad y sobre ella la Fama y la Victoria con sus atributos característicos.
El óvalo sostenido por la figura de la derecha resume, como en un palimpsesto, los excepcionales avatares del siglo XIX español y madrileño. Si, inicialmente en 1812, por encargo del Ayuntamiento, aparecía allí representado José I, con la primera evacuación francesa de Madrid su efigie fue sustituída por la leyenda "Constitución", que volvió a ser borrada de nuevo en beneficio de su retrato, realizado con ocasión de su retorno a Madrid, por Felipe Abas. Su salida definitiva en 1813 motivó la restauración de la mencionada leyenda, que será sustituida en 1814 por un mediocre retrato de Fernando VII, de autor desconocido. En 1823, tras el paréntesis del Trienio Liberal, Vicente López retrataba de nuevo al rey, que permanecerá allí hasta 1843, momento en el cual el Ayuntamiento decidió sustituir su imagen por la leyenda "El libro de la Constitución". Finalmente en 1872, Vicente Palmaroli recibió el encargo de modificar dicha leyenda por la que actualmente se muestra (Dos de Mayo)."


Viendo el retrato de José I he recordado el magnífico mausoleo en el que, este indeseado rey de España, está enterrado a la derecha de su hermano el Emperador Napoleón I, en el suntuoso Panteón del Palacio Nacional de los Inválidos de París.

 





 José Napoleón Bonaparte (Córcega  1768 -  Florencia 1844), hermano mayor de Napoleón Bonaparte,  fue rey de Nápoles de 1806 a 1808 con el nombre de José I de Nápoles y rey de España de 1808 a 18013 con el nombre de José I de España.

 En 1861, cuarenta años después de su muerte, los restos de su hermano el Emperador Napoleón Bonaparte (1769-1821) habían sido trasladados a París  y enterrados espectacularmente bajo la cúpula del Panteón


 "Diseñado por Louis Visconti, es de porfirio rojo de Rusia y descansa sobre un zócalo de granito verde de Los Vosgos. Contiene seis féretros sucesivos. El más interior es de una lámina de acero recubierta de estaño, el segundo de caoba, el tercero y el cuarto de plomo, el quinto de madera de ébano y el último de roble".

Así luce la cúpula desde el jardín del Museo de Rodin; tiene más de 12 kilos de oro de 24 kilates repartidos en 550.000 láminas  t


Y en1940 fueron devueltos a Francia los restos de Napoleón II, el desventurado hijo del emperador, que había nacido en París, en el Palacio de las Tullerías, y proclamado nada más nacer, en 1811, como Rey de Roma y Príncipe Imperial. Su madre era María Luisa de Habsburgo-Lorena, hija del emperador de Austria Francisco I, y se le impusieron los nombres de Napoleón, Francisco, José y Carlos Bonaparte. Murió en Viena en el Palacio de Schönbrunn en 1832. Tenía 21 años...Cuando su padre el emperador abdicó en 1814, proclamó a su hijo como Napoleón II emperador de los franceses...


Napoleón II, Rey de Roma. 1811-1832

Nunca llegó a reinar, vivió en Viena desde los tres años y nunca volvió a Francia, le prohibieron incluso hablar en francés y no volvió a ver a su padre, ni casi a su madre. Murió quizá  de tuberculosis... En la magnífica novela histórica, del escritor mexicano Fernado del Paso, "Noticias del Imperio", se narran muchas cosas sobre él, verificables unas  y otras sumidas en el misterio;  lo que es cierto es que fue un personaje marcado por la tragedia (p. 84 y sgtes.) 
Unos dias antes de su muerte había nacido en el mismo Palacio, Maximiliano, el efímero y desgraciado emperador de México, en torno al cual y a su esposa, la Princesa Carlota de Bélgica, gira la novela.





Bueno, todo esto he recordado frente al cuadro de José I en este Museo de la Historia de Madrid, que tantas ganas teníamos de volver a recorrer y que tantas sorpresas encierra...



Madrid otoñal desde una ventana del Museo

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lunes, 16 de febrero de 2015

Córdoba mágica...y 7

CÓRDOBA

































Me he despedido de Córdoba, en este último viaje, consciente de lo mucho que he dejado por ver, de lo qué hace años sí disfruté y  ya se va desdibujando en el recuerdo...Medina Azahara, las Ermitas, los Patios en flor, muchas de sus inolvidables Plazas, el Parador de la Arruzafa enclavado en el mismo espacio donde Abderramán I construyó un Palacio a imagen del suyo de Damasco ... y me propongo firmemente regresar.





Termino ahora esta serie evocando el inesperado descubrimiento, en lo que fue barrio de la judería, de la Capilla mudéjar de la Iglesia de san Bartolomé,  una pequeña iglesia que allá por el siglo XIV, cuando los cristianos ocuparon el barrio, quedó inacabada y a la que más tarde se agregó una capilla funeraria que es la que ahora podemos admirar.


 Este es el espacio que ocupaba la nave principal de la iglesia (al fondo un altar barroco en su recuerdo) y a la izquierda en el suelo un capitel romano del s. I d.d.C. y a la derecha la arcada de entrada a la capilla con dos columnas cuyos capiteles son respectivamente uno romano de orden jónico y otro emiral de orden corintio.

En 1953 el arquitecto Rafael de la Hoz llevo a cabo la restauración de este espacio, resguardando la palmera, al recuperar el nivel del suelo,  con un entrelazado de chino al modo cordobés



Portada de la Capilla








El otro recuerdo, que no quiero dejar de evocar, es el de la inigualable Plaza del Potro







Aquí nació, vivió y murió Julio Romero de Torres





El 10 de Mayo de 1930, al atardecer, moría el que “pintó a la mujer morena/ con los ojos de misterio/ y el alma llena de pena”... y la noticia de su muerte recorrió Córdoba como un largo sollozo. La ciudad entera se vistió de luto y tuvo un entierro impresionante, con su paleta y sus pinceles sobre el ataúd llevado en hombros, bajo una lluvia de flores arrojados desde todos los balcones. Veintiséis automóviles lo seguían cargados de coronas, con emotivos mensajes salidos del corazón de sus amigos de toda España, de poetas, literatos, cantaores y toreros, como los de sus famosas tertulias madrileñas, con Ramón Pérez de Ayala, Serafín y Joaquín Alvarez Quintero, Manuel y Antonio Machado, Ortega y Gasset, Sebastián Miranda, Valle Inclán, Solana, Gómez de la Serna, Juan Belmonte... Al pie del Cristo de los Faroles - que tantas veces había pintado - se detuvo el cortejo con gran silencio mientras la violinista valenciana Cristeta Goñi, interpretaba la Reverie de Schumnnn




Maruja López "la chiquita piconera"







“La Chiquita piconera” fue el último cuadro que pintó Julio Romero de Torres (1874-1930)  ya mortalmente enfermo en el mismo año de su muerte... pero la leyenda, cantada y transmitida en coplas, tuvo más fuerza  y cantó unos amores imposibles entre el pintor y la bella modelo...

"Y cuando de noche/ Córdoba dormía/ y era como un llanto la fuente del Potro/una voz decía: ¡Mi chiquita piconera/ mi piconera chiquita/ esa carita de cera/ a mi el sentio me quita/ Te voy pintando y pintando/al laito de un brasero/ y a la vez me estoy quemando/ de lo mucho que te quiero/ ¡Várgame San Rafael,/ tener el agua tan cerca/ y no poderla beber!”



El tema de la prostitución, ya representado en otros cuadros, aparece aquí encarnado en la joven mujer, sentada al anochecer en el puerta de su humilde casa, en la ribera del río que se adivina al fondo de la puerta abierta, inclinada sobre el brasero de cobre, con la badila en su mano derecha y sus torneadas piernas cubiertas por caras medias de seda, sujetas por ligas color naranja y calzada con impecables zapatos de tacón de tonos cobrizos, en duro contraste con la pobreza del resto de su vestuario y entorno. Sus inolvidables ojos, miran al espectador con una clara provocación, pero con una seriedad y una hondura mas cercana a la nostalgia y al desencanto, que a la frivolidad o al vicio. Es una espléndida mujer que espera, un milagro imposible, junto a su brasero de picón.  

Posada del Potro

En esta Plaza del Potro se encuentra también una famosa Posada aquí situada según referencias desde el siglo XIV y que, hasta el pasado siglo, mantuvo su función. La Plaza, declarada como Monumento Arquitéctónico-Artístico y la Posada han servido de inspiracion a Cervantes, Góngora y Quevedo. Desde inicios de los 80 está dedicada a usos de carácter cultural y es visitable.













Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons













 



















sábado, 14 de febrero de 2015

CÓRDOBA MÁGICA 6


CÓRDOBA







Desde la torre de la Calahorra contemplamos un gran panorama, el puente romano sobre el Guadalquivir y la Mezquita. Desde 1987  esta torre de origen islámico, edificada como protección de la entrada a la ciudad, se ha convertido en un Museo-vivo de al-Andalus,


 


donde podemos realizar un viaje a través de la historia, de la cultura, la ciencia, la técnica y la música de aquella época de gran esplendor... y allí, en una sala de la planta baja podemos oir como conversan sobre "el sentido de la vida en Al-Alandalus" el judío Maimónides, el cristiano Alfonso X, y los musulmanes Ibn Al-Arabi y Averroes...como simbolos de lo que sus ideas han supuesto para la cultura universal.




Averroes nació en Córdoba en 1126, era maestro de filósofía y leyes islámicas, pues era musulmán, y también de matemáticas astronomía y medicina. En el Patio de los naranjos daba sus clases impregnadas de apertura y tolerancia...pero la ola de fanatismo integrista que trajeron los fanáticos almohades reprimieron aquella envidiable apertura de Córdoba...y fue desterrado y aislado en Lucena y Cabra y todas sus obras fueron prohibidas...la sentencia fue leida por todos los barrios de Córdoba "Que sea despojado de todos sus cargos y dignidades y de todos sus bienes y que sean quemadas sus obras, para enseñanza del pueblo y escarmiento de posibles seguidores y herejes y que sea desterrado de Córdoba"
 Murió en Marrakech en 1198 lejos de su querida Córdoba.




 En la recoleta placita de Tiberiades, en la judería,  encontramos a Maimónides  (1138, Córdoba - 1204, Fustat, Egipto),  médico, rabino y teólogo judío,  discípulo de Averroes. Durante 25 años enseñaba, curaba y juzgaba aquí, en Córdoba, pero al cabo de ese tiempo fue juzgado en el Patio de los Naranjos por un grupo de juristas, militares y teólogos, acusado de heterodoxia por los intolerantes almohades... No consentían que enseñara que el hombre tiene el derecho - incluso la obligación - de razonar su fe y que no debería de existir enfrentamiento entre Religión y Ciencia.

 Ibn Al-Arabi nació en Murcia, de padre murciano y madre bereber en 1165 y murió en Damasco en 1240. Fue un místico sufí, filósofo, poeta, viajero incansable y sabio musulmán y andalusí. En Damasco, vivió casi veinte años y allí fue enterrado siendo su mausoleo lugar de peregrinación. 


En cuanto a Alfonso X, apodado "el sabio" nació en Toledo en el año 1221, hijo primogénito, de Fernando III "el Santo" y Beatriz de Suabia y falleció en Sevilla en el año 1284. Durante su largo reinado (1252-1284) e incluso cuando aún era infante, se ocupó de promover numerosas traducciones del árabe al castellano como lengua romance y al latín como lengua culta. Obras de autores griegos, obras islámicas, incluso de la cultura hindú como el famoso Libro de los juegos de Ajedrez, Dados y Tablas, y del mundo hebreo, como La Biblia. Un numeroso equipo de especialistas, tanto en las religiones como en las lenguas, colaboró en estas traducciones y también en las que son obra directa del Rey.








Hay otro libro de imprescindible lectura para los que quieran profundizar en la gran riqueza cultural  de Córdoba hasta que los fanatismos   la destruyeron.

Ibn Hazm de Córdoba. "El collar de la paloma"






  IBN HAZM  nació en Córdoba el 7 de noviembre de 994 y falleció en Niebla (Huelva) en 1064. Tuvo una intensa actividad política por la que sufrió cárcel y destierro; también se dedicó al estudio de la Teología y el Derecho. En Sevilla fueron quemados públicamente sus libros...y él escribió entonces:


"Dejad de prender fuego a pergaminos y papeles,
y mostrad vuestra ciencia para que se vea quien es el que sabe.
Y es que aunque queméis el papel
nunca quemaréis lo que contiene,
puesto que en mi interior lo llevo,
viaja siempre conmigo cuando cabalgo,
conmigo duerme cuando descanso,
y en mi tumba será enterrado luego
".


"El collar de la paloma" (sobre el amor y los amantes) escrito en la ciudad de Játiva en 1022, está traducido por el gran arabista Emilio García Gómez y tiene un gran prólogo de José Ortega y Gasset.

Hoy 14 de Febrero viene muy a cuento terminar este post con una estrofa que leemos en el capítulo X, dedicado a la correspondencia entre los amantes:

"Duro es hoy para mí romper tu carta.
Pero, en cambio, el amor no hay quien lo rompa,
y mejor es que dure el amor y que se borre la tinta, 
pues lo accesorio debe sacrificarse a lo principal"



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jueves, 5 de febrero de 2015

CÓRDOBA MÁGICA 5


CÓRDOBA




































La emoción de entrar a temprana hora en la Mezquita, sin apenas gente, en respetuoso silencio y caminar por ella despaciosamente, dejándose envolver por su magia y su historia, es toda una experiencia






Así comprendes mejor lo que nos dice Muñoz Molina (*), que la Mezquita es un espacio sagrado y el mihrad un ámbito  desnudo donde sólo hay luz y palabras escritas que sugieren con fuerza la presencia divina que sólo puede representarse por el absoluto vacío... es una puerta que nos conduce a otro mundo diferente. 

Trescientos veinte quintales de piezas de vidrio azul, negro, blanco, amarillo y púrpura cubiertos a veces de una fina capa de oro, y teselas doradas sobre fondo azul componen, en una gran labor de pura artesanía, los dibujos de vegetaciones abstractas y los versículos del Corán.

Las obras de la Mezquita se iniciaron en el 785 y su última ampliación fue en el 987, bajo Almanzor. 













 


Cuando Fernando III conquistó Córdoba, en 1236,  la mezquita fue convertida en Catedral, pero tan sólo se ubicaron en ella alguna capillas laterales que no modificaron apenas  su espacio interior. 




Foto cedida por www.ferfoto.es

Me he vuelto a encontrar aquí con la bella imagen pintada de la Virgen de la Antigua, que se cree es anterior a 1612 y que acaba de ser restaurada


Pero "En el siglo XVI, el cabildo, solicitó permiso al emperador Carlos I para derribar las naves centrales y elevar sobre ellas el nuevo edificio de la catedral. El Emperador que no había estado nunca en Córdoba, lo concedió, imaginando vagamente que sólo se destruiría una ruina musulmana semejante a tantas otras que aún quedaban en su reino. Sólo cuando viajó a la ciudad y vio con sus propios ojos la mezquita se arrepintió de su error, pero ya era demasiado tarde. Cuentan que dijo  a los canónigos, aterrorizado por la destrucción  de la que también él era cómplice: ¨Yo no sabía que era esto, pues de haberlo sabido no habría permitido que se tocase lo antiguo, porque hacéis lo que se puede hacer y lo que hay en cualquier parte, y habéis deshecho lo que era singular en el mundo" (**)




Córdoba fue hasta el siglo  XII la más poblada, la más rica y la más culta ciudad de Europa..."Alma del tiempo y espada del olvido" como escribió el cordobés Luis de Góngora que aquí está enterrado, en la capilla de san Esteban y san Bartolomé (y de quien vimos en junio pasado una exposición muy interesante en Alcalá de Henares)








Góngora (Córdoba 1561-1627) "A Córdoba"

Mezquita-Catedral. De lunes a sábado inclusive, de 8,30 a 9,30 horas, salvo en los días  en los que se realicen celebraciones extraordinarias, se podrá visitar gratuitamente, pero de forma individual y en silencio. En este horario no se permite la entrada de grupos.

(*)  "Granada de los Omeyas. Antonio Muñoz Molina Capítulo VI "El bosque de los símbolos"
(**) En el mismo capítulo pp 157/158


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