jueves, 23 de octubre de 2014

SI LAS ESTATUAS HABLASEN: CRISPÍN EN EL ESCORIAL

SI LAS ESTATUAS HABLASEN. PERSONAJES DE FICCIÓN: CRISPÍN



 El espacio "Si las estatuas hablasen" se ha ocupado hasta ahora de personajes reales... pero ahora vamos a repasar una serie de estatuas dedicadas a personajes de ficción...personajes que a veces son tan reales o más que los de carne y hueso... y en ocasiones más conocidos porque pertenecen a nuestra cultura, a nuestra memoria colectiva, a nuestros recuerdos...


"Crispín" de "Los Intereses creados"

La lápida del pedestal está, como puede verse, muy borrosa, tanto que es una pena que no se distingue apenas a quien está dedicada. Ampliando mucho la fotografía pude leer afortunadamente el nombre de Crispín...

Y empezamos por el indudable protagonista de una obra de teatro que se estrenó en Madrid en 1907, "Los intereses creados" de don Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura en 1922.

La estatua se encuentra en San Lorenzo de El Escorial, en la céntrica y animada plaza que ya había sido dedicada a Jacinto Benavente, en el año 1948. Es obra del escultor granadino José María Palma y su inauguración fue el 30 de agosto de 1961.

En realidad la estatua fue esculpida en 1929 pero por variadas circunstancias estuvo años oculta y más tarde se alojó en el interior del madrileño Grupo Escolar "Concepción Arenal".... Es decir, que pasaron 30  años hasta que, por fin, encontró su lugar y fue inaugurada publicamente. 

Todo esto y mucho más podemos leer en
la crónica del periódico ABC del siguiente día



Así que el pícaro Crispín finalmente disfruta tranquilo de un entorno privilegiado tan cerca del gran Monasterio


 




 "Los intereses creados" es la historia de dos pícaros, en la cual, el más pícaro de los dos (Crispín) se finge criado del que tiene mejor parecido (Leandro)  y gracias a la magia de su palabra y a  su convicción de que 
"mejor que crear afectos es crear intereses" 
 consigue que su penosa situación económica y social cambie totalmente...

"Los intereses creados" es quizá la obra más conocida y admirada de  don Jacinto Benavente, gran autor teatral, famosísimo en su época y que en 1922 obtuvo nada menos que el Premio Nobel de Literatura. La obra se estrenó en el Teatro Lara de Madrid el 9 de diciembre de 1907 y cuentan que los espectadores le sacaron en hombros del teatro. En 1930 una encuesta en la que participaron 50.000 personas eligieron "Los intereses creados" como la obra teatral que más les habia gustado. 


En 1992 se publicó "Plan de Madrid. Guía de Placas conmemorativas", en el que colaboraron doña Virginia Tovar Martín, don Antonio Bonet Correa, don José del Corral, don José Montero Alonso, don Manuel Montero Vallejo. Ediciones La Librería.

Se ha estudiado la obra por muchos y destacados especialistas, entre ellos Lázaro Carreter (Zaragoza 1923-Madrid 2004) y Dámaso Alonso (Madrid1898-1990), el cual encuentra un antecedente en una obra de Lope de Vega titulada "El caballero de Illescas"...Pero para mí ha sido una grata sorpresa encontrar, en un artículo muy documentado de Rodolfo Cardona, titulado "El poder de la palabra en los Intereses creados de Benavente", una mención a otro trabajo de Louis Marin (filósofo e historiador francés 1931-1992), con otro posible antecedente que yo siempre había percibido y que él desarrolla, a mi juicio, con brillantez.  Se trata del conocido cuento "El Gato con botas", incluído en una recopilación de cuentos y leyendas europeos por Charles Perrault en 1697 y que se hicieron muy famosos. En el siglo XIX los hermanos Grimm hicieron nuevas versiones que aún se extendieron más y que han llegado hasta nuestros días. 

Ilustración de Carl Offterdinger, siglo XIX
























Un molinero al fallecer deja en herencia el molino al hijo mayor, el asno al segundo y el gato al tercero... Ante el mísero porvenir que se le presenta a su nuevo amo el astuto Gato sólo pide a su arruinado dueño que le proporcione unas botas y un saco...y con esto y su habilidad para convencer y para engañar...hace que el hijo del molinero termine logrando el título de Marqués de Carabás y que se case con la hija del rey...

Volviendo a "Los Intereses creados" leemos, al final de la obra,  una intervención del representante de  la justicia (el "Doctor") que también es digna de destacar. Como remate de  su habilidad para manipular todo Crispín consigue que,  también "por interés",  este representante de la Ley cambie "dos comas" y, con ello, todo el sentido de la sentencia...que de esa forma resulta absolutoria...



Y esto me hace recordar el libro de José Antonio Millán, "Perdón, imposible. Guía para una puntuación más rica y consciente",  donde se cuenta que un rey conmutó una dura resolución que había dado sobre un reo, simplemente cambiando de lugar una coma:

"Perdón imposible, que se cumpla su condena"
             por
 "Perdón, imposible que se cumpla la condena".

  En Madrid, lógicamente, también existen recuerdos de don Jacinto, un madrileño nacido en 1866, como hemos leído, en la calle del León y fallecido en 1954 en la de Atocha (y enterrado en su querido Galapagar frente a la sierra de Guadarrama). Cerca de ambas calles la popular Plaza de Benavente le conmemora y también en el Parque del Retiro, en la preciosa zona del Parterre, frente al Casón,


en su honor, en el año 1962, se  levantó este monumento realizado por Victorio Macho (Palencia 1887- Toledo 1966)








Y muy cerca de él, el busto de su padre, el Doctor Mariano Benavente González, de los primeros médicos especializados en medicina infantil y muy valorado por su labor en el Hospital del Niño Jesús y en la Inclusa de Madrid.
Su lema favorito era: "Medicación sencilla y amor materno devuelven la salud al niño enfermo".

El monumento fue el testimonio de agradecimiento de compañeros, díscipulos y padres agradecidos y se costeó por suscripción popular en 1886, al año de su muerte. Ocupó el lugar central del parterre, hasta que fue desplazado unos metros para situar el del tercero y menor de sus hijos, Jacinto, Premio Nobel de Literatura. 
Es obra del escultor Ramón Subirat y Codorniú (Mora de Ebro, Tarragona 1828- Madrid h. 1890) que estaba especializado en escultura anatómica y trabajó para la Facultad de Medicina de Madrid.



Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una buena idea eso de las estatuas que "nos hablan"...he leído varios de tus post sobre el tema...el de Velázquez por ejemplo es muy interesante y el de la Pardo Bazán..bueno pues esta nuevo diálogo con los personajes de ficción promete mucho...Y muy curioso también que un padre y un hijo hayan pmerecido el honor de tener un monumento. Manolo

Anónimo dijo...

¡Genial, como siempre! Y mucho más que ´Crispín.
Avellaneda.

Mercedes dijo...

Eres única, María Rosa. Interesante post, mezcla de literatura, escultura y tus siempre sugerentes impresiones.

MariaRosa dijo...

Pues es verdd Manolo que eso de que un padre y un hijo, por méritos propios y diferentes tengan cada uno un ,onumento no es nada corriente. Me alegra qu8e te interese este tema de las "estatuas parlantes"

MariaRosa dijo...

La ficción da para mucho...para el personaje, la obra, el autor, el entorno, el momento histórico y un larguísimo etc, Gracias una vez más Avellaneda por tu comentario

MariaRosa dijo...

Mercedes, ya sabes, esto del blog es un "vicio" para el que a veces tienes que buscar huecos...y en cambio otras te ayuda a llenarlos...y siempre disfrutas buscando, relacionando,descubriendo ¡¡que te voy a contar a tí!!