CELTAS Y VETTONES EN ESPAÑA
Esta espectacular fotografia corresponde a la portada del catálogo de la gran exposición que de septiembre a diciembre del 2001 se celebró en la ciudad de Ávila.
Se organizó en dos sedes tan emblemáticas como el Torreón de los Guzmanes y el convento de Santo Tomé el Viejo.
El Torreón de los Guzmanes, declarado Bien de Interés Cultural, se encuentra en la Plaza del Corral de las Campanas, junto al monumento a San Juan de la Cruz, y data de 1513
Mil gracias derramando/ pasó por estos sotos con presura/y yendolos mirando/con sola su figura/ vestidos los dejó de su hermosura. Cántico espiritual. San Juan de la Cruz.
El descubrimiento de la cultura Vettona
Afortunadamente acabada la exposición de 2001 allí quedó instalada la sede permanente de La Vetonia: Cultura y Naturaleza, que también tuve la suerte de poder visitar en el 2014.
La
cultura Vettona pertenece a la Edad del Hierro, que hace frontera entre la Prehistoria y la Historia. Tras un período de
cientos de miles de años es cuando algunas civilizaciones empezaron a
generar documentos escritos y, por consiguiente, a surgir la Historia
propiamente dicha.
Y el pionero en esta investigación fue el gran arqueólogo Juan Cabré Aguiló, nacido en Calaceite (Teruel) en 1882 y fallecido en Madrid en 1947.
El poblado fortificado de Ulaca es el más grande de los asentamientos vettones y uno de los mayores de la Europa céltica. Situado a 20 km. al suroeste de Ávila, domina el valle de Amblés desde lo alto de un cerro a 1.500 metros de altitud en las estribaciones de Gredos. Está protegido por torres y una muralla de piedra de 3 km. que encierra 70 hectáreas. La zona central revela una densa ocupación, pero otros sectores estuvieron prácticamente deshabitados.
Se han reconocido más de 250 casas y algunos monumentos rupestres muy singulares, el santuario con un altar de sacrificios; la sauna, relacionada con baños y ritos iniciáticos; el torreón, conjunto pertenciente a un edificio público y varias canteras para la extrracción de granito. La comunidad que habitó Ulaca pudo rondar los 1.500 habitantes y floreció entre el 300-50 a.C. desapareciendo con la conquista romana.
La "Edad de Oro" de la arqueología vettona. Durante la década de los años 30 del pasado siglo Ávila era una de las provincias, probablemente junto a Soria y Guadalajara, donde se realizaban las excavaciones y prospecciones más importantes de la Meseta. En 1927 se iniciaron bajo la dirección de Juan Cabré los trabajos en el castro de las Cogotas y su publicación en 1930 y 1932 sentó las bases de la identificación arqueológica de los vettones.
Verraco (o cerdo reproductor) procedente del Castro de las Cogotas en Cardeñosa, instalado ahora junto a las murallas de Ávila.
LOS TOROS DE GUISANDO
En el término municipal de El Tiemblo (Ävila) se
encuentran los conocidos Toros de Guisando, una de las mejores
manifestaciones artísticas de la España prerromana, realizadas en plena Edad del Hierro, aproximadamente entre el año 1000
a. C. hasta la conquista romana de Hispania que comenzó en el 218 a. C.
Posiblemente fueran hitos para marcar los territorios ganaderos de los vettones,
Es
también probable, según estudios recientes, que los cuatro toros que
contemplamos fueran agrupados en el Tiemblo precisamente en época romana para formar
parte de un monumento conmemorativo, como parece atestiguar la
dedicatoria inscrita en uno de ellos: Longinus Prisco. Calaetq Patri
F.C. (Longino lo hizo a su padre Prisco -de la tribu- de los Calaetios).
Y desde 1468 el lugar se convirtió en emblemático pues fue testigo de un hecho de trascendencia histórica cuando, en 1468, el rey Enrique IV Trastamara proclamó aqui heredera del Reino de Castilla a su hermana (por parte de padre) Isabel, conocida posteriormente como la Católica.
Cuadro de Francisco Pradilla Ortiz (Villanueva de Gállego, Zaragoza, 1848-Madrid, 1921).
Los cuatro toros miran hacia una colina próxima llamada Guisando y de ahí les viene el nombre con el que son conocidos.
En el cuadro titulado En Toros de Guisando de Francisco Pradilla Ortiz, además de su firma puede leerse al dorso el siguiente texto: Pintado por mí en los Toros de Guisando (Ävila) en mayo de 1912). El cuadro fue adquirido por The Hispanic Society of América en junio de 1912.
Vemos la mencionada colina a cuya cima se asciende por unos peldaños que conducen a las ruinas del Monasterio e iglesia de los monjes de Guisando, uno de los primeros monasterios fundados en la Península Ibérica por la orden de los Jerónimos.
Nota.- La ruinas del monasterio fueron declaradas (junto con jardines, ermita y cueva) bien de interés cultural el 5 de febrero de 1954 en la categoría de «sitio histórico».
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
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