lunes, 29 de septiembre de 2014

PEÑARANDA DE DUERO MONUMENTAL (1)


PEÑARANDA DE DUERO: EL PALACIO DE AVELLANEDA

 

 A Peñaranda de Duero no le falta de nada...está situada en la atractiva Ribera del Duero, a su paso por la provincia de Burgos, que se domina desde su altivo castillo roquero  que, a su vez, se alza sobre la bella Plaza Mayor con el magnífico palacio de los "Duques de Avellaneda", la recia Iglesia de Santa Ana (antigua Colegiata Abacial) y la filigrana gótica de su rollo jurisdicional... ¿hay quien dé más en tan breve espacio?


Palacio de los Duques de Avellaneda


Santa Ana y el Rollo jurisdicional

 Si queremos conocer la historia del castillo, Mercedes, en su imprescindible blog de Arte de Madrid, nos la cuenta, estableciendo además sus más que  posibles similitudes  con el pasado remoto del castillo de Madrid...del que dijo el poeta: "Madrid castillo famoso que al rey moro alivia el miedo... "
 (Nicolás Fernández Moratín, Madrid 1737-Madrid 1780).


Ahora entramos al Palacio de Peñaranda que preside la Plaza y del que ya hemos admirado su gran presencia contemplándole desde el Castillo.






La Casa Ducal de Peñaranda de Duero tiene su origen en la Casa Condal de Miranda del Castañar,
 Don Francisco de Zúñiga y Avellaneda, (h. 1475- 1536)   tercer conde de Miranda del Castañar,  Señor de Avellaneda, Aza, Peñaranda de Duero, Grande de España y Caballero del Toisón de Oro, es el que mandó edificar este soberbio Palacio hacia 1530, unos opinan que a Francisco de Colonia (Burgos 1470-Burgos 1542)  y otros que a Nicolás de Vergara (falleció en Toledo en 1574)... Cualquiera que fuera el que lo hizo, nos demostró su buen hacer. 

El renacentista y plateresco Palacio recibe diversos nombres aunque el más extendido es el de Avellaneda.

La unión entre los dos ilustres apellidos 
 Zúñiga y Avellaneda se había dado cuando
 Diego López de Zúñiga y Guzmán,(1415- 1479) primer conde de Miranda del Castañar  se casó en 1447 en primeras nupcias con Aldonza de Avellaneda, X Señora de Avellaneda, Aza y de Peñaranda de Duero, una de las más ricas herederas de su tiempo,  hija de Juan de Avellaneda, Señor IX de Avellaneda, alférez mayor del rey de Castilla y León, Juan II, padre de Isabel la Católica.
















 En varios lugares del Palacio aparece el Escudo de los Condes fundadores dividido en cuatro cuarteles.  A la izquierda arriba el de los Zúñiga que es una banda negra en campo de plata rodeada de una cadena de ocho eslabones que recuerda su participación en la batalla de las Navas de Tolosa.
 Debajo el de los Avellaneda que entroncados a los López de Haro  (Urraca de Avellaneda, nacida en 1170 y fallecida en 1252 que fue la primera Señora de  Avellaneda (Vizcaya), casó con Martín López de Haro, Señor de Vizcaya) tiene por armas lobos cebados con corderos sangrientos sobre campo de oro orlado por ocho aspas en memoria de la conquista en 1227 de Baeza en la que activamente participaron.


A la derecha están las armas de los Bazán  y los Cárdenas, apellidos que se incorporaron por el matrimonio del IV conde de Miranda del Castañar (Francisco de Zúñiga y Avellaneda, 1492-1536) con María de Bazán y Ulloa. El segundo hijo de este matrimonio, Juan de Zúñiga Avellaneda y Bazán, heredó el mayorazgo de Cárdenas que había instituído su abuela materna  doña María Enriquez de Cárdenas. Ambos, abuela y nieto están muy vinculados a Peñaranda y en concreto a la Colegiata de Santa Ana como veremos en el siguiente post. 

 Si la fachada del Palacio de piedra caliza, con ventanas y puerta bien labradas, impresiona, la entrada desde el zaguán a su patio deslumbra.





 







 


 


 Y cuando llegamos al pie de la señorial escalera ya presentimos que las sorpresas van a ir en aumento...








 El  artesonado de la galeria superior,  que aparece a través de este bellísimo ajimez dividido en dos por la airosa columna de jaspe, nos sorprende y nos lleva a engaño...




 Pues es completamente plano aunque parezca de gran relieve. A partir de aquí cada estancia es una sorpresa..., una sorpresa de yeserías mudéjares y artesonados de muy variadas formas, de grutescos y celosías... 






El arte en madera y en yeso compiten en belleza.





Salimos, admirados de tan bello y laborioso trabajo, otra vez a la Plaza Mayor y enfrente nos espera la antigua y poderosa Colegiata de Santa Ana...









Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

4 comentarios:

Mercedes dijo...

Querida María Rosa: tu maravilloso artículo hace justicia a un lugar tan bello. Es cierto, cuando traspasas el arco de la muralla para acceder a la plaza, si no lo conoces, te quedas con la boca abierta, al menos eso me ocurrió a mí :) La historia de la familia, para guardar, muchas gracias.
¡Y gracias por la mención y el enlace! Es un pueblo precioso, ¡qué bonita excursión disfrutamos!

Anónimo dijo...

Parece que existe un vinculo en torno al arte entre Mariarosa y Mercedes. Ambas nos ilustran de forma que no precisamos ya de obsoletas enciclopedias para empaparnos de la belleza tan diversa y maravillosa que ofrece no solamente Madrid sino otras provincias y pueblos de España.
Me he sentido aludido con lo de Avellaneda, pero mi vínculo viene de otra rama.
racias por el post.
Avellaneda

MariaRosa dijo...

Fue un precioso recorrido Mercedes y descubrimos cosas que se enlazan con otras y parece como si montaramos un puzle... Bueno pues muchas gracias por tu comentario y por los buenos ratos compartidos

MariaRosa dijo...

Avellaneda ¡has acertado! Estos blog crean amistades y vínculos al compartir aficiones...y es estupendo.
¿Tu rama viene de Argentina, de Benedetti...del Quijote...?
Y siempre te quedará Peñaranda de Duero.
Gracias por tus buenos comentarios y por seguir mi blog