Después de visitar Santa María de Huerta nos dirigimos a Medinaceli... Ocilis fue su nombre celtibérico, para los árabes Medina-Ocilis y para los cristianos, Medinaceli.
Aunque antes de acceder a su altura cruzamos por la zona de las Salinas, un espacio lleno de manantiales, pues en pocos kilómetros brotan las fuentes del Jalón y del Dulce, que van al Ebro...mientras el Henares, el Blanco y no muy lejos el Tajuña van a buscar el Tajo por las Alcarrias.... Asi nos lo cuenta Dionisio Ridruejo nacido en Burgo de Osma (Soria) en 1912, en el tomo dedicado a Soria dentro de su obra "Guía de Castilla la Vieja".
La villa en sí - tal como nos la describe Ridruejo: es de doble cabeza pues ocupa dos cerros fronteros y por el collado pasa la calzada romana que unía la de Toledo a Zaragoza con la de Uxama, un ramal de la cual viene al Arco deTriunfo romano, de tres luces, erosionado pero gallardísimo; en el otro cerro se asienta la llamada Villa-vieja donde se han encontrado numerosos restos celtibéricos, romanos, moriscos y cristianos.
Como estos mosaicos romanos que en tiempos adornarian los suelos de una importante casa romana |
Es una de las grandes obras conservadas en la provincia y el único en España de triple arcada. Los romanos construían arcos en algunas ciudades para conmemorar sus triunfos, este además servia para marcar el límite entre el distrito administrativo Cluniense al que pertenecía Occilis (Medinaceli) y Caesaraugustano. Sus dimensiones son monumentales ya que tenía que ser visto desde la vía que pasaba a los pies del cerro en dirección a Caesaraugusta (Zaragoza). Destaca el cuerpo central decorado con dos templetes, de frontón triangular, apoyados en columnas. Es una obra de finales del siglo I d.C.
El condado y posterior ducado de Medinaceli
Bernardo de Bearne o Bernardo de Foix fue un noble de origen francés, distinguido con el título castellano de I conde de Medinaceli y, por lo tanto, fundador de la Casa de Medinaceli.
La causa de esta merced real fue su apoyo, en la guerra civil castellana, entre Enrique de Trastamara (Sevilla 1334 - Santo Domingo de la Calzada 1379), contra de su medio hermano Pedro. (Pedro era hijo legítimo de Alfonso XI, y Enrique era hijo bastardo).
Así, en 1368, estando el rey Enrique II en Toledo, emite un privilegio rodado por el que concede a Bernardo de Bearne, la villa de Medinaceli, que desde su conquista por Alfonso VIII había permanecido bajo jurisdicción real.
Enrique II se la donó a manera de condado, e instituyó al mismo tiempo el mayorazgo sobre ella y las ciento siete aldeas que componían su alfoz, conocido como “el común de Medinaceli”.
Bernardo de Bearne, a los dos años de este nombramiento se casó con Isabel de la Cerda y Pérez de Guzmán, (bisnieta de Fernando de la Cerda, el malogrado hijo primogénito de Alfonso X el Sabio).
La villa de Somaén
En 1376 Bernardo e Isabel compraron la vecina villa de Somaén con su casa fuerte y señorío a Gómez Fernández y a su mujer Romera Jiménez.
Hoy es un lugar para paseo tranquilo e inicio de originales senderismos
Ducado de Medinaceli desde 1479
Pasaron los años y la reina Isabel la Católica en 1479 elevó el título de condado a ducado de Medinaceli, en la persona de Luis de la Cerda y de la Vega, que pasó de ser V conde de Medinaceli a I duque de Medinaceli.
Para seguir toda la trayectoria de este importante ducado, hasta nuestros días, pinchar aqui
Y el famoso Duque de Lerma (Tordesillas1553-Valladolid 1625) valido de Felipe III se casó con doña Catalina de la Cerda, hija de Juan de la Cerda, IV duque de Medinaceli ...
Esculturas de Pompeo Leoni (h. 1533-1608) y Juan de Arfe (1535-1603) Bronce dorado a fuego |
El palacio de Lerma posteriormente de Medinaceli en Madrid
El prestigioso cronista de Madrid Ramón de Mesonero Romanos, nos describió en su imprecindible obra El Antiguo Madrid (1861) la primera residencia de la familia Medinaceli en la capital, en el palacio privado más extenso de Madrid, conocido como el Palacio de la "Huerta del Duque de Lerma" que ocupaba con sus jardines, huertas y dependencias auxiliares una gran manzana, la comprendida entre la Carrera de san Jerónimo, el Paseo del Prado, la calle Huertas, las de Jesús, Cervantes, san Agustín y la Plaza de las Cortes.
A mitad del s. XVII Catalina de Aragón, que era duquesa de Segorbe y de Lerma, se casó con el VIII Duque de Medinaceli, Juan Fracisco de la Cerda y es a partir de esa fecha cuando pasó a ser denominado Palacio de Medinaceli...
El edificio de la derecha era el de los Villahermosa, actual Museo Thyssen-Bornesmiza
El Cristo de Medinaceli
Dentro del espacio de los jardines del Palacio, los religiosos trinitarios custodiaron una venerada imagen de Cristo que llegó a Madrid procedente de una ciudad marroqui, donde se le había rendido culto hasta que fue conquistada por un sultán musulman. Un fraile trinitario la rescató y a mediados del año 1682 la imagen llegó a Madrid, dónde fue recibida con gran devoción, y alojada con todos los honores en una capilla, levantada en terrenos del palacio cedidos por el duque de Medinaceli...Por lo que muy pronto fue conocido como "el Cristo de Medinaceli".El fastuoso palacio de los duques de Medinaceli, fue abandonado en 1873, cuando la viuda del quincuagésimo duque de Medinaceli se trasladó a otro palacio edificado en el paseo de Recoletos esquina a la plaza de Colón (también desaparecido en 1960). El palacio fue derribado en 1895, y más tarde el empresario belga George Marquet hizo construir, por sugerencia de Alfonso XIII, el gran hotel Palace que ocupó parte de su espacio.
Pero el Cristo de Medinaceli no cambió de zona, y en 1930 se levantó la actual Basílica (una de las 7 con las que cuenta Madrid) dirigida por los Padres Capuchinos, en la calle de Jesús, que es un lugar de culto y veneración muy querido en Madrid.
Paseando Medinaceli
Era un hermoso día de sol cuando he visitado Medinaceli y a su nostálgica belleza se unían el silencio y la soledad, que se apoderan del ánimo paseando por sus solitarias calles, entre venerables piedras guardianas de los recuerdos...
Y es que todo este hermoso conjunto, en lo alto de la meseta, ha quedado aislado pues las actividades vecinales, administrativas y comerciales ya no se sitúan dentro de ella, sino a sus pies, en los nuevos barrios en torno a la estación y a la carretera N-II.
Se mantiene el bello convento de Santa Isabel (siglo XVI), de monjas clarisas, que siguen ejerciendo sus funciones de docencia y es el único que permanece de los cuatro conventos con qué contó la Villa en el pasado.
Su pasado árabe y de frontera entre cristianos y musulmanes se muestra en sus estrechas calles, donde se conserva el recuerdo de aquel lejano año 1002 en el que se dice que Almanzor, vencido en la batalla de Catalañazor, vino aquí a morir.
Foto obtenida en Wikypedia
Y en gran contraste su gran Plaza Mayor, de unos cinco mil metros cuadrados, ocupando el lugar del extenso Foro romano y actualmente restaurada y pavimentada, con el Palacio Ducal de los Medinaceli en uno de sus lados.
El Cid por Medinaceli
Dos recuerdos de don Rodrigo Días de Vivar "El Cid" nos encontramos en Medinaceli. En esta lápida unos versos del poema de "Mio Cid" escrito según Menéndez Pidal por un juglar de esta comarca.
Caminad para Medina / cuanto más podáis andar / Mi mujer y mis dos hijas / con Minaya allí estarán / así como a mí dijeros / allí los podéis hallar / Hacedles muy grandes honras / y traedmelas acá.
Y aquí otro fragmento del Cantar:
A qual dizen Medina ivan albergar
E de Medina a Molina en otro dia van
Cantar de Mio Cid 2879-2880
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2 comentarios:
Rosa Maria,lo cuentas todo tan bien, que me entran ganas de salir corriendo a verlo,muchas gracias,sigue mandándonos comentarios de esos viajes que haces por españa y que tantas ganas me entran de poder visitar, un saludo adiós. ..
Pues me encantan esas ganas de salir corriendo a ver las cosas que cuento. Te aseguro que son aún más interesantes cuando las ves con tus propios ojos. Seguiremos viajando
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