lunes, 15 de febrero de 2021

 VIAJANDO POR EUROPA

Castillos de Francia (2)

Después del castillo de Chenonceau nos acercamos a la mansión de Clos-Lucé, muy cerca del castillo de Amboise (al que estaba unido por un pasadizo subterräneo) y que tiene su propia e interesante historia pues en ella es donde el gran Leonardo da Vinci vivió los tres últimos años de su vida, dedicado a sus apasionantes trabajos, hasta que el de 2 de mayo de 1519 aquí falleció a los 67 años.

 

 

Leonardo había sido invitado por el rey de Francia Francisco I, con todos los honores, pidiéndole solo a cambio el placer de oirle conversar, lo cual hicieron con mucha frecuencia pues él decía que: "No creía que ningún hombre poseyera tamaños conocimientos tanto en escultura, como en pintura o arquitectura..." Además el rey le asignó 700 escudos de oro anuales y el pago de todas sus obras. 

También la hermana del rey, Margarita de Navarra (1492-1549), una notable y muy culta mujer (autora de un libro en 1542, que se merece ser más conocido titulado "El Heptamerón") era gran admiradora y protectora suya.

(Y aquí recordaremos que el rey Francisco I estuvo en España, concretamente en Madrid, y no precisamente en calidad de invitado. sino como real prisionero retenido tras la batalla de Pavía en 1525 y que su hermana Margarita vino a visitarle e interceder por él).

Clos Lucé sobre el Loira

Pero volvemos a Leonardo que aquí se alojó acompañado de Giovanni Francesco Melzi un joven pintor italiano alumno suyo, de gran talento y que trabajaba como  secretario y que a su muerte fue el albacea y heredero de todos sus escritos y dibujos.

Leonardo se trajo tres de sus telas favoritas, una de ellas era la pintura de una dama de Florencia pintada al natural por oden del difunto Julián de Médicis (La Gioconda), las otras eran de Santa Ana y el San Juan Bautista que acabó de pintar aquí.


La capilla de Saint Huber a la izquierda. Se construyó entre 1491 y 1496. Está dedicada a San Huberto patrón de la caza.

Forma parte del castillo y aquí fue enterrado Leonardo, pero su tumba está vacía, pues en una de las revueltas de las guerras de religión fue profanada por los hugonotes.




Nos alejamos ya sin tiempo para disfrutar más de esta maravillosa zona que con toda razón fue proclamada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.

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