Gijón y su gran playa (1ª parte)

¿Es una playa que tiene una ciudad o una ciudad que tiene una playa?...

Gijón y la playa de San Lorenzo están tan identificadas que vienen a ser una sola cosa...

Y la playa tiene un paseo (el "muro" lo llaman los vecinos) que es una delicia recorrer... una playa para pasear al atardecer soñando...una playa para evocar siempre...

En definitiva una ciudad junto al mar con el que tiene una profunda y buena relación...un amor eterno...

Su pasado marinero se comprueba cuando ascendemos a Cimadevilla, el barrio alto de Gijón, el barrio de los pescadores desde donde el Gremio de Mareantes (cuya sede fue la capilla de la Virgen de la Soledad muy venerada en el barrio) financiaba y organizaba la captura de ballenas en el puerto gijonés. Era todo un acontecimiento cuando los "atalayeros" desde el Cerro de santa Catalina, en lo más alto del barrio, divisaban a los grandes cetáceos y con hogueras alertaban a los balleneros que salían rápidamente a su caza... Como recuerdo queda este Tránsito de las Ballenas (pinchar en la foto para ampliar)

Y junto a la mar, el viento...Cerca de aquí se encuentra la gran escultura titulada "Nordeste" que, en acero cortén, realizó el gran escultor Joaquín Vaquero Turcios en 1994.

Su nombre se debe a que el "nordeste" es el viento más esperado en Gijón durante el verano, pues empuja y limpia el cielo de nubes dejando que brille el sol...en cambio, en invierno, es un viento frío, húmedo y cortante...