Almendros en flor en la Quinta de los Molinos

Hay que saber recrearse en los espacios abiertos y preciosos que tiene Madrid y, en estos días que los almendros muestran todo su esplendor, no hace falta salir siquiera de la ciudad para gozarlos

y pasear bajo ellos

Sin ir más lejos, si tomamos la línea 5 de Metro y nos bajamos en la salida de los impares del Metro de Suanzes, estaremos junto a la puerta de la "Quinta de los Molinos", uno de los espacios verdes más bellos y poco conocidos de Madrid.

Desde los primeros años del siglo XIX, concretamente en los "felices 20", existe esta finca, residencia de la familia Corts, propietaria de grandes extensiones de terreno en el término municipal de Canillejas, que entonces era

un municipio rural de apenas 1.500 almas, cuyo único transporte a Madrid era un tranvía que salía de Las Ventas.

El patriarca de la familia, don César, construyó aquí su Quinta, una mansión rural y palaciega, de una arquitectura poco convencional, con 5o habitaciones, algunas ocultas y una salida secreta en plan novela de misterio...

Pero lo verdaderamente valioso es la riqueza forestal y jardinera que cubre, casi totalmente, las aproximadamente 20 hectáreas que ocupa la finca.

Hay alrededor de 120 variedades de árboles: almendros, plátanos, pinos, eucaliptus, acacias, chopos, avellanos, madroños, higueras, tamarindos, mimosas, olivos, lirios, lilos...

Y un romántico estanque...

Y dos antiguos Molinos para sacar agua de los pozos,

y acequias y fuentes

una Escuela de jardinería...

y preciosos paseos para pasear en silencio,

y olvidar que estás en pleno Madrid entre la calle de Alcalá y la Avenida de América.

Un oasis de verdor a nuestra disposición desde 1984.