miércoles, 5 de agosto de 2009

Un palacio para una ciudad (1º)

LA CALLE DEL ARENAL, CAMINO DE LA PLAZA DE ORIENTE


Mientras preparo un viaje a Soria con ocasión de la Exposición de las Edades del Hombre, voy a contar, en este blog viajero, algunas cosas que el otro día ofrecí al hablar de la Plaza de Oriente y su entorno (ver Madrid capital: Plaza de Oriente y Teatro Real)
 


Para llegar a la Plaza nos situamos en la calle del Arenal, que parte de la Puerta del Sol, y es de las más antiguas de Madrid...una calle llena de vida y de historias, que hace poco se ha convertido en peatonal y que hace siglos era eso, lo que su nombre nos dice: un arenal, un barranquillo al que vertían
sus aguas pequeños cauces a derecha e izquierda en época de lluvia y, en las de sequía y calor, arenas y tierra que lo terminaron convirtiendo en un accidentado camino lleno de polvo...



Un arenal situado a extramuros de la muralla árabe, en un arrabal donde se construyó entre los siglos XI-XII una humilde iglesia mozárabe dedicada a san Ginés de Arlés...que fue dando entidad a la zona y que tras largo historial de ataques, robos, hundimientos e incendios, ha logrado llegar hasta nosotros cambiado su aspecto pero permanente en su espíritu...


Y los antiguos arroyuelos que llegaban hasta aquí son ahora las calles que la cruzan...Muchos de sus nombres nos remiten a sus orígenes, como sin duda sucede con la calle de Bordadores, por los muchos talleres de bordado que aquí existían y de uno de los cuales se cuenta la anécdota de que, la mismisima santa Teresa les encargó un manto para san José, y cuando ellos le entregaron una auténtica maravilla y además no quisieron cobrarla, ella les dijo: "¡No toman oro, quiénes dan oro!"





Y la de las Fuentes que además cuenta con el honor de ser la calle donde primero se alojó Pérez Galdós a su llegada a Madrid en 1862.





La de las Hileras que nace en la plazuela de Herradores




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y muere, cruzando Arenal, en la plaza de San Martín, debe su nombre, ya presente en los más antiguos planos de Madrid, a una doble hilera de álamos que bordeaba su paseo...y hasta se afirma que el rey Fernando III el Santo, paseó muy a gusto entre ellos





Y también permanece un local que en tiempos fue teatro, el Eslava, del que mucho se podría hablar



Y un Palacio, el de Gaviria, en el número 9 de la calle, que fue inaugurado a mediados del siglo XIX con un magnífico baile en honor de la reina Isabel II, buena amiga del marqués de Gaviria,

y que lució con todo esplendor durante años...hasta que fue paulatinamente abandonado y sufrió su lenta ruina; en la década de los 90 del pasado siglo una entidad privada lo adquirió y se hizo una gran restauración en su planta principal, pensando en devolverle su esplendor y convertirle en un centro de referencia que ocupara el lugar cultural y artísitico que tuvo; actualmente es un anexo de la sala de fiestas que ocupa el teatro Eslava...pero su exterior y accesos no permiten facilmente evocar su belleza


Y por fin os contaré que en la calle del Arenal, en el número 8, estuvo situada la famosa pastelería del emprendedor don Carlos Prast (su hijo fue alcalde de Madrid) lugar donde el padre Coloma ubicó al famosísimo Ratón Pérez que siempre trae un regalito a los niños que guardan debajo de la almohada su diente perdido...


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Él recogió la ancestral tradición, bastante universal, por la cual los padres con el rito de enterrar o guardar el dientecillo de leche de su bebé, para que lo recogieran los roedores o algún otro animal, les pedían que la dentadura definitiva del niño fuese fuerte y duradera como garantía de buena salud.



En este mismo edificio se encontraba como hemos dicho la tienda donde, dentro de una caja de galletas vivió toda la familia del Ratón Pérez. Hoy, un encantador espacio en la primera planta, nos evoca a este entrañable personaje conocido en todo el mundo.

 

Casita-Museo de Ratón Pérez. calle Arenal 8, 1º. telef. 91 522 69 68
www.casamuseoratonperez.com



Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ruta ésta de la calle del Arenal y sus edificios, incluido el palacio convertido en caferia, muy evocadora y llena de belleza, tal y como la andariega Mariarosa nos señala. Hace unos días visitaba la Iglesia de San Ginés y recorría esta preciosa calle madrileña que, efectivamente, conduce a la deslumbante plaza de Oriente. Felicidades.

Anónimo dijo...

Mil veces psando por la calle del Arenal y ni idea del origen de su nombre (creía que era de algún político), ni de sus edificios más importantes,..ni de esa deliciosa historia del Ratón Pérez...Me he quedado encantada con todo. Te seguiré en tus hojas de blog. Ana

Anónimo dijo...

Enhorabuena, escritora, guía, fotógrafa, ciudadana matritense de pro. ¿No tiene el Concejo presidido por Garzón un premio para estas ilustradas personas? Deberían reconocer que una iniciativa privada como ésta, por medio de una red global tal como es Internet, pone a Madrid a una altura de conocimiento mundial; sin tanto historiador oficial, ni académico, que se precisan, sí, pero a la vista está que son superables por la anónima ciudadanía de un genuino foro como es el nuestro. Enhorabuena.
Jacinto.-