sábado, 10 de diciembre de 2011

Si las estatuas hablasen: Velázquez


¿Que mira Velázquez?

Siempre me gusta saber a quien representan las estatuas que veo por la ciudad, 
 

En el caso de Velázquez también he querido saber cuantos recuerdos de él tenemos por Madrid...

 


El primero y desde luego el más conocido y fotografiado es, sin duda, la soberbia escultura que hizo el gran escultor segoviano Aniceto Marinas (1866-1953 ) y que fue inaugurada con todo esplendor en 1899, tercer centenario del nacimiento de Velázquez... Tanta importancia se dio a esta celebración que, para situarla ante la fachada principal del Museo, se desplazó a la que hasta ese momento ocupaba tan privilegiado lugar.


(Era la de Daoiz y Velarde, realizada en mármol de Carrara por Antonio Solá (Barcelona 1780-Roma 1861) y que es propiedad del Museo del Prado. Ahora se encuentra en un lugar muy adecuado, la Plaza del Dos de Mayo, escenario real de la heroicidad de ambos).


Aniceto Marinas representó a Velázquez sentado, posición que no fue del agrado de algunos a los que no pareció de recibo esa actitud ociosa...para todo tiene que haber gustos... pero a la gran mayoría les pareció original y el perfecto reflejo de una concentrada actitud de observación ante un cuadro en proceso de creación
 porque él estaba pintando ya que sostiene en sus manos la paleta, el pincel y el "tiento" , pieza utilizada desde antiguo por los pintores para que la muñeca apoyada en él no vacilara ante las pinceladas más pequeñas y precisas.
 


Lleva sobre su corazón la Cruz de Santiago que tanto ambicionó y por la que tanto luchó y, para más afirmar su condición de caballero, la espada cuelga del respaldo de su silla.





En el exterior del Prado, donde se guardan como un tesoro sus principales obras, también se le honra en uno de los 16 medallones, que de los más grandes artistas españoles hasta aquel momento, esculpió, para su fachada, Ramón Barba Garrido
escultor murciano (Motilla 1767-Madrid 1831).

 

Otra escultura de Velázquez es la que se encuentra en la fachada principal del Museo Arqueológico

Es obra de Celestino García Alonso, esculpida en mármol blanco de Italia, tambien con su visible Cruz de Santiago y la espada. Según Herrera Casado, cronista de Guadalajara, en un artículo publicado en La Nueva Alcarria el 28 de octubre de 1978, Celestino García nació en Sigüenza hacia la mitad del s. XIX y presentó buenas esculturas y altorelieves en las Exposciones Nacionales de 1871 y 1878.

Esta escultura de Velázquez tan cortesana hace pareja, y contraste, con la de Alonso Berruguete,

 también esculpida en el mismo material, por José Alcoverro y Amorós (1835–1910) y ambas son de 1892.(Y en esa caja que se aprecia al fondo está Velázquez, esperando impaciente, como todos nosotros, a que terminen las obras del Museo Arqueólogico y podamos disfrutar de sus maravillosos contenidos en un nuevo marco)



En la calle de Juan Bravo, esquina a la de Velázquez, se encuentra otro monumento a Velázquez, más sencilla su figura que las anteriores, pero por eso mismo yo pienso que más ajustada a la realidad.

Además, cuando me aproximaba el otro día a ella andando por el bulevar de la calle Juan Bravo, pude darme cuenta de algo que no habia apreciado cuando paso en el coche ... La estatua tiene enfrente y a la izquierda, al otro lado de la calle Velázquez, el Palacio de los marqueses de Amboage, magnífico Palacio, de los más bellos de Madrid, construido en 1914-17 por el arquitecto Joaquín Rojí y convertido a partir de 1940 en la embajada de Italia en España



Y recordé que Velázquez sólo salió de España dos veces y las dos a Italia que era la meta de sus sueños. Sus estancias allí _ de 1629 a 1631 cuando tenía 30 años y de 1649 a 1651, a los cincuenta _ fueron muy apreciadas y queridas por él tanto a nivel personal como artístico... De su primera estancia datan esos dos pequeños cuadros del jardín de la Villa Médicis tan íntimos, bellos y diferentes del resto de su obra...quizá porque por primera vez se sintió libro de pintar lo que le apetecía, sin estar sujeto a ninguna orden real ni protocolo...Seguramente los pintó sintiéndose feliz



Así que me encanta que Velázquez pueda, desde el bronce de su estatua, mirar ese pedazo de Italia en el suelo de Madrid... y recordar...

La escultura se debe a Francisco López Hernández (Madrid 1932)

 
Pero hay otra escultura, mucho menos conocida, que se encuentra en los jardines de la Casa de Velázquez, llamada asi porque según la leyenda en esa espacio instalaba Velázquez su caballete para pintar los maravillosos cielos de Madrid con la sierra al fondo. Es una estatua ecuestre notablemente diferente de las demás representaciones. Se debe al escultor Emmanuel Fremiet, uno de los escultores franceses más valorados del XIX, especializado en esculpir animales, especialmente caballos, por lo cual a veces los incorporaba aunque "no pegaran" asi que no es de extrañar que imaginara a nuestro insigne pintor como jinete...


La escultura estuvo situada en las Tullerías desde 1888 hasta 1928 (1) fecha en la que el gobierno francés inauguró la Casa de Velázquez en Madrid (lugar de encuentro y estancia de artistas e investigadores franceses becados para diversos proyectos, sobre todo arqueológicos, en España) y decidió trasladarla aquí y situarla en el jardín frente al edificio.



La que ahora podemos contemplar es una réplica pues desgraciadamente el bronce original fue destruido durante la Guerra civil.

Estos datos han sido obtenidos del libro "Historia y política a traves de la escultura pública (1820-1920)" recopilación de las lecciones impartidas en el Curso de la Cátedra Goya, celebrado en Zaragoza en 2002 y coordinado por Maria del Carmen Lacarra Ducay y Cristina Gimenez Navarro
Las dos fotos de la escultura han sido facilitadas por la Casa de Velázquez para el blog


Siguiendo la ruta de localización de la figura de Velázquez he terminado al pie del monumento a Felipe IV, en la Plaza de Oriente (¡que precioso nombre!) sin par escultura ecuestre realizada por Pedro Tacca sobre la idea de un cuadro de Velázquez...
 
en el elevado pedestal que se realizó cuando fue trasladada desde los jardines del Buen Retiro a este lugar, figuran dos bajorelieves del escultor Francisco Elías. En uno de ellos aparece Felipe IV otorgando a Velázquez la Cruz de Santiago
 

En el otro se representa una alegoría de la protección que Felipe IV dispensó a las Artes y las Letras... Esto es una señal de cuanto habían cambiado los tiempos... EL pedestal y su inauguración, en 1844, se realizó en otro momento político: tras la jura de la Constitución por Isabel II en 1837 ya no primaban las hazañas bélicas de los monarcas sino su compromiso con las Artes...
Y como colofón la columna que en la Plaza de Ramales recuerda el lugar donde fue enterrado... La iglesia de San Juan que aquí se encontraba y que fue derruida por el hermano de Napoleón, en su afán de crear espacios abiertos en un
caserío muy denso...En el año 1999 se buscaron sus restos infructuosamente pero, como bien dice una de las lápidas de del pedestal, por fortuna
"su gloria no fue sepultada con él"


 
Nota. Agradezco a mi amiga Mercedes Gómez de ArtedeMadrid su amabilidad de enviarme esta última foto y así evitarme salir hoy, en un dia tan invernal, para hacerla yo.





(1) Con el tiempo se van ampliando conocimientes y detalles interesantes para añadir a los post. Eso me ha sucedido hoy 7 de junio de 2013, en la magnífica exposición sobre Mariano Benlliure en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. He tenido ocasión de enterarme que él hizo dos bellas medallas conmemorativas en bronce: una cuando pusieron la primera piedra de la Casa de Velázquez en 1920 y otra en su inauguración en 1928.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

6 comentarios:

Doña Umé dijo...

Estupenda y completa información la que nos ofreces en esta entrada.
Con frecuencia ocurre, que pasamos delante de las estatuas sin fijarnos demasiado en ellas. A tí no se te escapa ni un detalle, y a mi me viene muy bien, para "ver" más y mejor.
La casa del fondo de la Plaza de Ramales es preciosa, aunque creo recordarla con algún desconchón la última vez que pasé por allí.
Muchas gracias Mª Rosa.

Un abrazo.

Mercedes dijo...

Interesante, bonito, completo... te ha salido un artículo magnífico, María Rosa. Además, planteas cosas muy sugerentes sobre Velázquez, ¡enhorabuena!

Anónimo dijo...

¡¡Vaya reportaje sobre Velázquez y sus monumentos en Madrid!! Y cuanto conocimiento sobre ambas cosas se percibe detrás...Me ha encantado...Te sigo siempre aunque te escribo poco...eres estupenda
DOnan

MariaRosa dijo...

Muchas gracias a ti Doña Umé por tus palabras...lo he escrito con tanta ilusión que me alegra ver que te ha gustado.
Sí, es preciosa esa casa...yo también hace tiempo que no paso por allí pero sería imperdonable que siguiera con el desconchón...habrá que ir a verla.

Mercedes ya sabes cuanto valoro tus opiniones así que doy por bien empleado mi esfuerzo en buscar las huellas esculturales de Velázquez en este Madrid de nuestros amores

Y a tí Donan que siempre me animas y que sigues el blog desde hace tiempo y me lo haces saber, pues unas gracias muy especiales por todo,

Anónimo dijo...

Menuda labor de investigación. Es propia de una mujer enamorada del arte y del saber. muchas felicidades por este post tan completo y tan interesante

Anónimo dijo...

Antes de ir a la exposicion de Velázquez he estado buscando informacion ...y me he encontrado con este blog que me ha alucinado...en concreto esta visión sobre como Madrid ha honrado a Velázquez me ha parecido muy buena.