martes, 6 de agosto de 2013

Comillas la ilusión de un Indiano


Las hortensias de Comillas todo lo llenan de color y belleza


COMILLAS, UN "INDIANO" Y GAUDÍ

El diccionario define que "Indiano" es un adjetivo relacionado con las llamadas Indias Occidentales (costa atlántica del continente americano) y con los españoles que se hicieron allí ricos y volvieron a España. Lo cierto es que cuando viajamos, principalmente por la costa  Norte de España, oímos con mucha frecuencia esta palabra, casi siempre vinculada a magníficas casonas o a iglesias que, nos dicen,  "levantaron los indianos"...

 
En Colombres se encuentra el Archivo del indiano-Museo del emigrante cuya detenida visita es muy recomendable para conocer este tema en mayor profundidad



Una famosísima Zarzuela titulada "Los Gavilanes", del Maestro Jacinto Guerrero, estrenada en Madrid en 1923, cantaba la epopeya de uno de estos  jóvenes, que soñando en la veleidosa fortuna se iban,  incluso como polizontes, a "hacer las Américas",  pero sin olvidar jamás a su aldea... "Mi aldea - canta Juan el protagonista - cuanto mi alma se recrea al volverte a contemplar/ Mis lares, después de cruzar los mares otra vez vuelvo a pisar/ Pensando es ti noche y día/ aldea de mis amores/mi esperanza renacía, se aliviaban mis temores/Siempre en mi aldea pensaba, siempre ambicioné volver..."


Y eso fue Antonio López López, nacido en 1817 en la aldea cántabra de Comillas, un emigrante que salió del pueblo a los 14 años con "las alpargatas al hombro"... Y regresó convertido en "indiano" pues sin duda prendó a  la Fortuna que le concedió sin tasa sus dones. Se Inició en Cuba con un negocio de los llamados "coloniales" pero su mente emprendedora desbordaba los moldes y tras conocer  a Andrés Brú Puñet, catalán alli bien afincado  y contraer matrimonio con una de sus hijas, Luisa Bru Lassús,  Antonio llegó a ser uno de los mayores potentados de Europa, fundador de empresas tan importantes como la Compañía Transatlántica, la Compañía de Tabacos de Filipinas y el Banco de Crédito Mercantil.



Cuando regresó definitivamente a España era un indiano tan rico que pudo permitirse financiar y ayudar al propio  Alfonso XII que, posteriormente, le concedió el título de I Marqués de Comillas.

Porque él no olvidó tampoco nunca  su pequeña aldea a la que, por una cadena de venturosas coincidencias, pudo convertir en un enclave de la más moderna arquitectura, sólo comparable, en aquellos momentos, a Barcelona y a Viena. Tres arquitectos catalanes de la más pionera transición, entre el neogótico-civil del siglo XIX  y la renovación orientalizante y romántica del modernismo, aplicaron, con el beneplácito de los marqueses, los sucesivos encargos de un Palacio (que nunca llegó a disfrutar pues murió en enero de 1883 poco antes de su inauguración), una Iglesia- Panteón, un cementerio y una gran escuela que  posteriormente se convirtió  en Seminario de la Compañía de Jesús y en la Universidad Pontificia de Comillas 




Los arquitectos eran Joan Martorell, Lluís Domèniech i Montaner  y un jovencísimo Antonio Gaudí. También estuvo el escultor Llimona, autor de un majestuoso ángel "exterminador" que preside el pequeño cementerio y que es uno de los más bellos signos artísticos de la villa.

"El ängel exterminador"

Un romántico y pequeño cementerio sobre el mar


Antonio Gaudí, colaboró en la ejecución de los reclinatorios, sillas y bancos de la Iglesia Panteón

 y por encargo de Máximo Díaz de Quijano, cuñado del Marqués, diseñó la "Villa Quijano" , una residencia de verano que resultó un verdadero sueño... 





 Un "Capricho", de colores vivos, con decoración de girasoles, y una  torre  alminar persa cubierta de cerámica... El hierro, los sillares de piedra, el ladrillo y la cerámica formaron un conjunto nunca visto hasta entonces. 



Con balcones que invitan al amor al atardecer


Y sus girasoles

Como un cuento...






Su estilo inconfundible fascinó  también  al que resultó más tarde III Marqués de Comillas...don Eusebio Güell, yerno de don Antonio,  que se convirtió en su primer gran mecenas y para el que,posteriormente, Gaudí creo otros muchos sueños en Barcelona.





El importante patrimonio de Comillas ha tenido penosas dejaciones y abandonos, pero el magnífico Palacio  de Sobrellano y la Iglesia-Panteón siguen admirando por su emplazamiento y contenido... 






Desde el Palacio la Iglesia- Panteón donde descansan don Antonio y doña Luisa con  sus cuatro hijos

 "El Capricho" ha dejado de ser, afortunadamente (como años atrás), un restaurante para mostrarse como lo que es, una obra de arte protegida para pasmo y admiración de sus afortunados visitantes como hemos visto.

Y en cuanto a la Universidad, que ha estado años en un abandono de funciones culpable por parte de todos los organismos implicados, que incluso han hecho temer por su supervivencia, ha entrado en una fase de recuperación muy alentador. Pueden efectuarse visitas guiadas que sorprenderán a los que no conozcan su interior. 




Su gran puerta de acceso



Su original claustro con la torre de la iglesia (aún no visitable) totalmente revestida de cerámica


Ojalá el ánima indiana del Marqués de Comillas no se sienta nunca traicionada por su aldea a la que tanto amó...




Y mientras el pueblo de Comillas, sonriente y animado, despierta cada mañana dispuesto a recibir a todos los que quieran disfrutar de tanta belleza en sus paisajes y en sus monumentos
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

2 comentarios:

Mercedes dijo...

Cuánta belleza Maríarosa! En Comillas y en tu post.
Has debido disfrutar en tu viaje por el norte, esperamos nos cuentes más cosas...
Un beso

MariaRosa dijo...

Los dias que he pasado por el norte han sido una gozada y por eso me estoy apresurando a contarlos porque es otro disfrute. Me alegro que te haya gustado lo que cuento de Comillas.