MUSEO DEL INSTITUTO SAN ISIDRO (antiguo Colegio Imperial)
Toda una sorpresa este entrañable Museo recientemente inaugurado en el corazón de la calle Toledo y que recomiendo vivamente visitar
Pero antes de explicar el Museo hagamos un poquito de historia del lugar y de su entorno.
La calle de Toledo parte de la Plaza Mayor en dirección a la Ciudad Imperial, lo cual la convirtió en la más importante de los llamados barrios bajos madrileños. Su primer tramo llegaba en tiempos de los Reyes Católicos hasta el Hospital de La Latina y, entre el Hospital y la ermita de san Millán, allí estuvo la primera Puerta de Toledo por la que se salía al campo y a la calle de "la Mancebía"... Poco a poco se fue alargándo pero el primer tramo se mantuvo más "imperial", con grandes soportales y edificios de categoría, como la iglesia de los jesuítas y el Colegio Imperial, en contraste con lo popular y castizo del resto.
"Al echar Dios al mundo
la sal y el garbo,
cayó la mayor parte
por este barrio.
Olé, salero,
de las calles del mundo,
la de Toledo"
Pero el que se volcó en piropear esta calle fue nuestro gran novelista don Benito Pérez Galdós, que dijo de ella cosas como las siguientes:
"Pienso que no hay calle en el mundo más bonita ni más pintoresca que esta de Toledo" y "la calle de Toledo, arteria de toda la circulación manolesca, centro de las chulerías, metrópoli de las gracias, bazar de las bullangas, cátedra de las picardías y teatro de todas las barrabasadas madrileñas"
Los jesuítas se establecieron en Madrid, a los 20 años de su fundación, "en lo mejor de la calle Toledo", en unos terrenos que les regaló doña Leonor de Mascarenhas aya del rey Felipe II. La primera misa se ofició en la primitiva iglesia, dedicada a San Pedro y San Pablo, el 25 de enero de 1567 con la asistencia de Felipe II, el príncipe Carlos y don Juan de Austria.
Junto a la Casa de la Compañía enseguida nació un Colegio, subvencionado por la Villa, de gran prestigio por la categoría intelectual de sus profesores todos ellos jesuítas. Allí se educaron entre otros muchos Lope de Vega, Francisco de Quevedo y Calderón de la Barca.
La emperatriz María, hermana de Felipe II, dejó al morir en 1603 una cuantiosa parte de su herencia a la Compañía de Jesús, para "construir de nueva planta todas sus dependencias, incluso la iglesia y realizar con mayor intensidad y facilidad su importante misión". Fue la época de esplendor del llamado a partir de entonces Colegio Imperial ...pero la expulsión de los jesuítas, por orden de Carlos III, en 1767, hizo que la iglesia pasara a ser Colegiata bajo la advocación de San Isidro, cuyo cuerpo fue trasladado desde la iglesia de San Andrés,
y también repercutió logicamente en el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús que, a partir de ese momento, tuvo profesores seglares.
Afortunadamente no se extinguio la llama de amor al conocimiento que aquí se había cultivado, porque fue uno de los primeros lugares donde se enseñaron Matemáticas, Física y Química (se pueden ver algunos de los aparatos que para ello trajeron de Londres y París), que tuvo un Gabinete de Historia Natural y un Observatorio Astronómico.
Y pasamos a contemplar su gran escalera imperial del siglo XVII
Por la que, según vayamos ascendiendo, iremos descubriendo todo lo que aquí se enseñó
Fotografías que nos asombran |
Y vemos trabajos de alumnos, guardados con todo amor desde el curso 1887-88 |
Libros de trabajos encuadernados de alumnos de dibujo de segunda enseñanza, desde los años 1859 a 1868 |
Y nos encontramos magnificos ejemplares cómo esta "Recreación de una escena de la vida natural del mayor ave rapaz de la península ibérica: el Águila Real. Realizada por el taller de los Hermanos Benedito, taxidermistas del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, Del primer tercio del siglo XX |
Y vemos, como ya nos contó Mercedes, en su entrañable post sobre Machado como él y su hermano pasaron por sus aulas, aunque parece que sólo un curso... que por sus notas no parece muy brillante...con lo cual una vez más se ratifica que no hay relación directa entre las notas "del cole" y la genialidad |
También son dignas de visitarse la capilla y antigua aula magna, aunque no siempre es posible por restauraciones o actos académicos.
3 comentarios:
Una nueva sorpresa de tu blog, esta vez cercana y accesible. Por supuesto que me pasaré a visitar ese entrañable Museo que tantas y tantas historias e Historia atesora. Manolo
Qué post tan bonito, María Rosa. Conozco el Instituto y su Capilla, pero antes de crearse el museo, así que esta visita ya está en mi lista de "cosas pendientes" para ir pronto a conocerlo, ¡muchas gracias por darnos todos los detalles, animar nuestra curiosidad, y por el una vez más tan cariñoso enlace!
Magnífico y doblemente entrañable porque por sus aulas también ´pasé yo, aunque fuera fugazmente.
Avellaneda
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