jueves, 12 de enero de 2017

Turégano y sus joyas románicas


Si yo fuera directora de cine (¡ojalá!) y quisiera rodar una película de misterio y terror eligiría sin lugar a dudas el castillo de Turégano, en la zona  nororiental de la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia, regada por el río Pirón.


 Este gran edificio, que domina la villa y se alza sobre un cerro sobre su porticada Plaza Mayor,  ha estado durante muchos años cerrado y por tanto poca gente ha tenido la oportunidad de visitar la enorme iglesia románica de San Miguel que se encuentra dentro, oculta por los muros de la fortaleza que la rodearon posteriormente.

Fotografia antigua de de la Plaza de Turégano con el castillo sobre ella
  Esta simbiosis de Iglesia-Castillo fue declarada Monumento Histórico Artístico hace casi un siglo, concretamente el 3 de junio de 1931.


  La estratégica situación del cerro hizo, sin duda, que arévacos, romanos y sucesivamente castellanos y árabes lo utilizaran como lugar ideal para la defensa. Pero fue a partir del XII cuando los obispos de Segovia levantaron una iglesia románica dedicada a San Miguel que, a partir de 1471,  es rodeada totalmente por un castillo mandado construir por el entonces obispo de Segovia don Juan Arias Dávila, con todas las características de un centro defensivo, con una singular torre del homenaje  y una enorme espadaña barroca, ya en los inicios del XVIII.

 

 La visita guiada resulta un insólito recorrido en el que es muy dificil orientarse entre un dédalo de corredores, escaleras, pasadizos que a ninguna parte conducen diseñados, sin duda, para desorientar a posibles agresores... 



 

Cuando entramos en la Iglesia, antes de iluminarla, la visión de la figura de San Miguel en el altar mayor es sobrecogedora...digna de una noche de pesadillas y tormenta.

 que se dulcifica cuando se encienden las luces...




 Quizá el nublado dia de noviembre  hacía más misterioso todo el conjunto





 
 
 Y cuando nos vamos alejando llegamos a la conclusión de que es un lugar muy bello y  especial que habrá que volver a visitar con más calma y más sol...




 Y es que Turégano tiene otra auténtica e insólita joya románica, que es imprescindible visitar y que ha sido descubierta en fechas recientes.



 Se trata del interior  de la iglesia de Santiago junto a la Plaza Mayor 

 donde se conserva una gran cabecera constituída por un presbiterio recto y un ábside de semitambor tapado por un retablo del XVIII (que al parecer sustituyó a otro anterior)





  y que incluso ha sido adelantado para dejar espacio suficiente para dejar paso al tambor absidial y poder admirar estas dos  insólitas joyas escultóricas del románico segoviano,


 Vemos en una la gran imagen que se cree representa al Apóstol Santiago y en la otra a Cristo en Majestad rodeado por el Tetramorfos y debajo dos filas de personajes a los que se han dado diversas identificaciones, desde peregrinos jacobeos a personajes reales.



 El conjunto es tan bello que la promesa de volver se hace imprescindible.







Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons













2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una verdadera joya este recorrido por Turégano. Sin falta habrá que ir. Avellaneda

MariaRosa dijo...

Pues espera que pase un poco esta ola de frío y no dejes de visitarlo. No te defraudará