Después de la belleza de Madrid en primavera, de la tierra con sus árboles y sus flores, me ha parecido que los cielos de Madrid, en cualquier época del año, se merecen otra hoja de mi blog viajero...
Porque ¿hay paisajes más fascinantes que los que forman las nubes a la salida y a la puesta del sol o cuando llega la tormenta? Todo un mundo de color y formas, a nuestra completa disposición... sólo hay que mirar hacia arriba.
Hay amaneceres y atardeceres que son pura belleza, deberían llenarse las ventanas y balcones de personas contemplándolos, y en la calle debería pararse el tráfico...
Y ya, sin ningún comentario más, muestro alguno de los tesoros que mis ojos y la cámara captan desde mi ventana o viajando por esas carreteras...
4 comentarios:
Aquí la autora, excelentes fotos y sensible texto, puede decirse que hace "doblete" pues evidencia ser un "cielo" por como admira eso mismo, lo mejor que tenemos en Madrid. Aunque -lamentablemente- más contaminado del que viera en su día un gran inquilino de El Prado como es Velázquez. Este detalle del cielo madrileño, me recuerda el final de la vida de mi buen padre; en el hospital oncológico donde falleció, Gregorio Marañón en Madrid; el facultativo que atendió su ingreso final dispuso estuviera su lecho junto a una gran ventana. Y es cierto, pues en los instantes finales de la vida... tuvo oportunidad de ver su último amanecer sobre esta gran urbe.
P.M.O.
Unas foto excelentes que muestran ese Madrid con frecuencia desconocido que sólo capotan los ojos de alguien que ama profundamente su ciudad.
¡Que belleza! La Biblia dice que el que tenga ojos para ver, que vea. Y la autgora tiene, sin dua, unos ojos abiertos para descubrir las bellezas de esta i8nsondable ciudad. Gracias por el regalo.
Magníficas fotografías! Llegué aquí por casualidad, clickando entre enlace y enlace, pero me ha encantado :)
Un saludo.
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