Monasterio de Santa María de Huerta
En esta ocasión mi viaje tranquilo ha sido por tierras de Soria, tierra de grandes, dilatados e impresionantes paisajes, que limita con Burgos, La Rioja, Guadalajara, Zaragoza y Segovia, y he visitado la zona del río Jalón, un rio aragonés que nace en Soria.
Y la primera parada es en Santa María de Huerta, un gran monasterio que se construyó en el quicio de los siglos XII y XIII en el estilo gótico que elige el Cister.
Una gran maqueta en su exterior nos muestra toda su extensión
Las Órdenes de Cluny y del Cister en España: Cluny
Pasados los terrores del fin del milenio en el 1025, Sancho el Mayor de Navarra mandó venir a los primeros frailes procedentes de la Abadía de Cluny, en Francia, seguidores del "ORA ET LABORA" del italiano san Benito de Nursia (Nursia 480-Montecasino 547) para que “introdujeran en su reino todo cuanto aquella orden benedictina representaba en el orden espiritual, material y cultural”...
El benedictismo pues entró en España de mano de los frailes de hábito negro de Cluny, un espectacular Monasterio francés (Cluny está en la región de Borgoña, en el centro-este de Francia), donde en el siglo X se había reformado, en algunos aspectos, la austera Regla de San Benito.
Entraron por los Pirineos y se extendieron después por tierras de Aragón, Navarra y Castilla... así San Juan de la Peña, Ripoll, Dueñas, Nájera, Oña, Cardeña, Arlanza o Silos. El gran apoyo de Reyes como Fernando I (1037-1065) y Alfonso VI (1066-1109) favorecieron este gran despliegue.
Y así fue que en San Juan de la Peña (Huesca), el 22 de Marzo de 1071, por primera vez en España sonó la música gregoriana de Roma sustituyendo, con gran dolor para el pueblo y el clero hispano, el antiguo rito mozárabe-visigodo, la liturgia propia de Hispania sobre todo en la época visigoda, por la liturgia romana.
Aquí fue donde se oyó por primera vez en España la música gregoriana dentro de la liturgia romana... y yo estuve allí en 1994 recordándolo...
Y también es el lugar donde la leyenda asegura estuvo escondido el Santo Grial, la copa que utilizó Jesús en la Última Cena
El Císter
Pero, como en cualquier fundación humana, pronto hubo entre sus miembros quienes no estaban satisfechos con las desviaciones de la primitiva regla, quienes no encontraban la ansiada paz interior entre tanto poder material y tanto lujo ornamental y así, en el año 1113, un fraile llamado Bernardo de Claraval ingresó en el convento de Citeaux (lugar agreste y con muchos juncos, de los que quizá derivara su nombre latino “cistercium” y que dio nombre a la nueva Orden) e inició un cambio imparable, que materialmente inundó toda Europa de Monasterios donde los ideales de una perfecta y austera vida en comunidad, se desarrollaron más acorde con la primitiva idea de San Benito.Los frailes del Císter, Bernardos o Cistercienses y llamados también frailes blancos, en honor al color de su hábito, se extendieron y, rápidamente, en sus conventos, iglesias y claustros se advirtió un importante cambio marcado por la más austera sencillez. Nada en ellos, ni en arquitectura ni en ornamentación, debían distraer el diálogo entre Dios y el alma, para cuyo fin habían sido creados. Por ejemplo, la construcción de torres no estaba permitida, solo un cuerpo no muy elevado para albergar las campanas y también todas las edificaciones solían estar rodeadas de un alto muro que las aislaba del exterior. La claridad natural de la luz del sol era la principal fuente de iluminación.
El primer Monasterio, que la Orden del Císter fundó en la península fue el de la Moreruela, en Zamora (Reino de León) a instancias del Rey Alfonso VI y su esposa Doña Sancha. Hoy son unas de las más bellas ruinas que pueden contemplarse.
Monasterio de La Moreruela |
Otras de las más admirables construcciones con las que esta reforma monástica enriqueció nuestro patrimonio cultural, son Santa María de Poblet, Santa María de Huerta, las Huelgas, Monsalud, Ferreira de Pantón, Santa María de Gradefes y un largo, larguísimo etcétera.
Monasterio de Santa María de Huerta
Afortunadamente este Monasterio está activo y, al traspasar su umbral y admirar la gran rueda de luz, tan característica, en la fachada de su iglesia, nos damos cuenta de que penetramos en un mundo de silencio y recogimiento, pero también de una magnífica belleza.
Su primera piedra se puso ante la presencia del Rey de Castilla Alfonso VIII y siempre fue habitado por monjes cistercienses, hasta su forzosa exclaustración en 1835. Pero volvieron a él en 1930 y aquí siguen en la actualidad.
Alfonso VIII, rey de Castilla entre 1158 y 1214 fue el rey victorioso en la batalla de las Navas de Tolosa y había nacido en Soria. De hecho este rey es el que figura en el escudo de la ciudad, donde sobre un campo rojo, que evoca la sangre vertida por los sorianos en las decisivas batallas de Alarcos, Navas de Tolosa y Aljubarrota, se alza un castillo de plata con un busto de rey coronado de oro y con la leyenda siguiente: "Soria Pura Cabeza de Estremadura".
El claustro bajo, cuyos arcos hubo que reforzar para sustentar el claustro alto posterior |
Los dos claustros de Santa María de Huerta |
Cómo podemos observar, en los monasterios cistercienses desaparecen los capiteles profusamente decorados, tanto en los claustros como en los interiores o en las portadas, que en Cluny eran totalmente románicos, mientras el Cister se decidió por el más austero gótico.
Entre tanta magnífica arquitectura, hay una pieza singular y única: El Refectorio de los Monjes. Se le define “como un gran espacio de luz”, pues esa es la sensación que inunda al visitante cuando penetra en él por su puerta mudéjar.
Impresiona por sus extraordinarias proporciones (34,15 m. de largo; 9,65 m. de ancho y 15 m. de alto), y por la luz que atraviesa sus amplios ventanales ojivales y muy especialmente por la original escalera que conduce al soberbio púlpito (1,40 m.de diámetro, sobre una columna románica), embebida en el muro y sostenida por nueve columnas, toda una novedad arquitectónica.
Este Refectorio, ofrece unas excelentes condiciones acústicas por lo cual el fraile que leía desde el púlpito sagrados textos, durante las comidas, apenas tendría que levantar su voz para ser escuchado por todos... mientras, la luz los inundaba, igual que hace hoy, como si los siglos no hubiesen pasado por aquí.
Nota.- El 9 de septiembre del pasado año 2018 el rio Jalón se desbordó e inundó el Monasterio causando innumerables daños... afortunadamente muchos de ellos ya han sido reparados, pero aún hay zonas destrozadas como hemos podido ver...
2 comentarios:
Hola María Rosa he dado contigo soy Viky estoy encantada con los escritos q haces el
Hola Viky pues yo también encantada de verte por aquí...seguiremos viajando
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