Después de tan interesante visita, tomamos un aperitivo en La Teja, en la pequeña calle arbolada que hay frente a la salida del Palacio, y que tienen una barra de tapas muy atractiva y regresamos a comer al Hotel, en cuyo restaurante (se llama Azteca) hay un apetecible menú, y descansamos un rato.
Visitamos el Museo de Pablo Serrano, el escultor aragonés (de Teruel) que ha hecho el moderno logo o símbolo de las cortes de Aragón que hemos visto esta mañana en el hemiciclo (pesa varias toneladas y está suspendido y sostenido por siete clavos de hierro invisibles). El Museo es un edificio muy moderno rodeado de una especie de acequia o foso con agua con algunas esculturas sobre ella.
Paseando volvemos a la gran Plaza del Pilar y entramos a ver a la Virgen, siempre rodeada de fieles y visitantes, es una Basílica totalmente viva entre el Ebro y la ciudad.
En la Lonja (junto al Ayuntamiento donde, por cierto, luce ya el símbolo de la EXPO del Agua para el 2008), vemos una exposición de Broto muy sorprendente en su armónica mezcla de colores… y en claro contraste con el magnífico edificio que le acoge.
Pasear todas las calles que desembocan en la Plaza, contemplar sus escaparates, y ver la iluminación nocturna es una buena forma de terminar el día en un restaurante de la calle Alfonso I para, guía en mano, organizar el itinerario de mañana.
Restaurante La Teja
Calle del Castillo, 4 telef. 976 436 638
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