sábado, 13 de octubre de 2012

Guadalajara, un descubrimiento (2º)







Y nos acercamos al Palacio del poderoso linaje de los Mendoza que está precedido de una gran explanada que permite contemplar su gran fachada de una vez. 

Palacio del Infantado, fachada pricipal. Por Jenaro Pérez Villamil (1840)

Así ha estado siempre situado para deslumbrar a los que entraban a Guadalajara desde el puente, subiendo la cuesta del populoso barrio donde vivían los cacharreros, llamado por ello de la Alcallería.


  El que eligió este gran espacio fue el  primer Mendoza nacido en Guadalajara  don Pedro González de Mendoza que alzó aquí  su casa en 1376, con amplia plaza delantera y buen jardín al poniente…espacios que por fortuna se han respetado (lo que no sucedió con su casa)... y que vamos a recorrer mientras recordamos algo de la historia de este gran palacio.




 Es necesario saber que el siglo XV castellano, fue el siglo de los Mendoza,  un gran linaje, que arranca de los señores de Llodio en tierras de Álava y está documentado desde el siglo XII. La rama principal estaba formada por ricos hombres  que fueron incrementando su patrimonio por compras y a través de matrimonios cada vez más ventajosos, creando inmensas posesiones y mezclando unos linajes con otros, de los que, a su vez, se escindían otros nuevos…

La galeria que da al jardin en la fachada de poniente se construyó hacia 1496
Eso es lo que hizo un hermano del señor de Llodio (que fue "el octavo abuelo" del famoso Marqués de Santillana) al dejar Llodio e instalarse en el solar de Mendoza (a 12 km. de Vitoria).




  Gonzalo Yáñez de Mendoza nació en Álava y fue el primero de los Mendoza que entró al servicio de Alfonso XI, al declararse los señores de Álava vasallos del rey de Castilla en 1332. Con él  comenzó la rama alcarreña de los Mendoza  dando origen a uno de los linajes nobles más poderosos e influyentes del país, el de los duques del Infantado. 

Detalle de la fachada de poniente
No obstante los nombres (el de pila, más el patronímico y la alcuña o sobrenombre) se siguieron  transmitiendo en un afán de perpetuidad y como demostración externa del valor del linaje, sobre todo los de antepasados famosos, para dejar bien clara la genealogía…


Don Gonzalo fue padre de Pedro González de Mendoza, nacido ya en Guadalajara hacia 1340, que alzó aquí su Casa, como hemos dicho, para  símbolizar que el linaje no se asienta sólo en los lazos de sangre sino en un lugar estable o solar…"Que muestre solar quien quiera mostrar hidalguía"






Pero es sobre todo conocido por ser  “el héroe de Aljubarrota”, la desastrosa batalla (14 agosto 1385) que perdieron los castellanos en Portugal y en la cual el rey Juan I, salvó su vida gracias a don Pedro que le cedió su caballo para que pudiera huir mientras él la perdía.

Entrada al Palacio y al fondo el gran patio de los Leones


 Más  cambiaron las modas arquitectónicas y aunque hay algún testimonio escrito que definen aquella mansión como magnífica, uno de sus descendientes, el II Duque don Iñigo López de Mendoza, hacia 1480, decidió derribarla  y edificar un Palacio completamente nuevo. La elegante y original  fachada y el magnífico patio se finalizaron en 1483 y todo el Palacio, con los riquísimos artesonados y frisos labrados como no había otros,   en 1497.

 Pero en piedra sólo estaba construida la fachada y el patio, lo demás era de argamasa, adobe y sencillo enyesado…todo recubierto, eso sí, de fastuosas alfombras, ricos tapices, costosos muebles y los riquísimos artesonados que le hicieron tan famoso.


Y siguió pasando el tiempo y en 1569, el V Duque, Don Iñigo López de Mendoza (ya hemos dicho que era costumbre repetir los nombres y apellidos de los antepasados ilustres para que se perpetuaran y dieran constancia de la permanencia del linaje) introdujo grandes reformas sobre todo en la fachada y en el patio, no muy afortunadas a juicio de algunos, ya que eliminó los pináculos en ambos y los ricos calados del patio que marcaban su gótico estilo. Lo más positivo fue la contratación de uno de los pintores italianos que estaba decorando el Escorial,  Rómulo Cincinato que entre 1578 y 1580  pintó algunos de sus salones como podremos ver. 



Pero el gran daño fue el causado por las tropas sublevadas durante la guerra civil que bombardearon indiscriminadamente Guadalajara el dia 6 de diciembre de 1936. Las bombas caídas sobre el Palacio  incendiaron sus techumbres y todo el edificio ardió durante 3 días …Se perdieron totalmente los artesonados mudéjares del fabuloso Salón de los Linajes, considerados los mas bellos del  mundo y otros muchos artesonados y frisos que eran piezas únicas.


El Cardenal Pedro González de Mendoza (Guadalajara, 3 de mayo de 1428 - † 11 de enero de 1495),
  Hace años se inició su restauración, y hoy podemos admirar y disfrutar de una parte de su belleza…e imaginar y sufrir por lo perdido. 

(Continuará)

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons

3 comentarios:

Mercedes dijo...

Cuánta belleza, María Rosa,
es precioso todo lo que nos muestras. Y una pena la pérdida, como de tantas otras cosas, a causa de los bombardeos.
También impresiona la historia de esta familia, tan poderosa, en aquellos tiempos medievales.

MariaRosa dijo...

Muchas gracias Mercedes por tus palabras...y sobre todo MUCHAS FELICIDADES EN EL DIA DE TU SANTO...UN GRAN ABRAZO

Anónimo dijo...

Ciertamente este blog se ha convertido en una cátedra. Muchas gracias.
Avellaneda